Los mejores expertos en cualquier campo. ¿O son charlatanes?
Cómo conseguir más músculo, perder grasa, alimentarte mejor... Persigas lo que persigas, hay una persona ahí fuera con un arsenal de hashtags y citas inspiradoras dispuesta a ayudarte a alcanzarlo. Pero... ¿hasta qué punto puedes confiar en ellos?
¿QUÉ ES LO QUE BUSCAMOS EN REALIDAD?
perfectamente cuando descubrí la primera web que, en mi mente, logró la etiqueta de ‘templo del culturismo’. Yo era un chaval flacucho de 17 años que sacaba malas notas en el instituto y que no tenía ni idea de lo que quería hacer con su vida. Pero devoré todos los artículos de los expertos de fitness de aquel portal. En ellos me aconsejaban que entrenara mucho, que comiera mucho y que tratara de ser alguien. Me puse manos a la obra. De eso hace ahora 16 años. Durante ese tiempo, gané primero 14 kg de músculo, luego me convertí en entrenador personal, comencé a escribir un blog y, a continuación, me llegó una oferta para escribir un libro: una guía de ejercicios llamada Built for Show. Entonces, empezaron a llegarme miles de correos electrónicos de hombres de todo el mundo pidiéndome consejo. Uno de ellos quería saber, concretamente, si mantener relaciones sexuales con su novia reduciría sus niveles de testosterona y echaría al traste su capacidad para ganar músculo.
Le respondí que eso no pasaría, tras buscar estudios en Google que lo confirmaran. Y también que, aunque sucediera, el sexo es mucho mejor que tener unos bíceps enormes. Cosa que sigo pensando. Y pronto me encontré, al igual que mis ídolos, convertido en gurú del fitness. Gurú. Todos los que conozco –y me incluyo– odian esa palabra. Y, sin embargo, lo somos. Cuando ves la influencia de algunos blogueros y autores de podcasts, te das cuenta de que esto es una especie de religión.
Llamémoslo el ‘culto de la superación personal’, si queremos. Los followers nos convertimos en verdaderos discípulos que adoran a su guía espiritual a diario: programas de dos horas, vídeos de YouTube, stories de Instagram... Pero ¿qué estamos buscando cuando lo hacemos? Pues la redención, por supuesto. Pero también algo más profundo: sabemos que tenemos que morir, y queremos vivir a tope antes de que nos llegue la hora. Por eso nos levantamos temprano, bebemos un café con leche, meditamos, hacemos burpees y nos ponemos a
con empezar un blog de viajes desde la furgoneta modificada con la que recorremos Perú... O el país que sea.
Vivimos en una época en la que cualquiera puede entrar en el negocio de dar consejos. Unos tips que pueden cambiarle la vida a alguien, eso está claro. Pero lo que no lo está tanto es si merece que le escuchen. Hay muchas personas que hacen un trabajo encomiable, pero también te encuentras bastantes vendemotos.
Yo, por ejemplo, ya no doy casi recomendaciones. Pienso que es presuntuoso y que, a fin de cuentas, somos personas diferentes con historias distintas, así que no puedo decirte qué hacer. Lo que sí me es posible es contarte mi experiencia. Y es esta: las personas a las que veo que vale la pena seguir son aquellas que han tenido éxito en algo, pero no tratan de crear la ilusión de que su vida entera es maravillosa.
Sí, es verdad que los gurús pueden ayudarnos a cambiar cosas. A veces, lo único que necesitamos es una inyección de inspiración y alguien que nos muestre el camino. Sin embargo, al mismo tiempo, debemos estar dispuestos a poner el vídeo en pausa y echar a caminar solos.