Tecnología bélica en los relojes de moda.
Durante las guerras, los fabricantes de relojes mejoraron sus modelos con funciones útiles para el ejército. Las prestaciones que ofrece un reloj militar han traspasado el mundo bélico y lo convierten en un accesorio esencial y elegante que adorna tu muñeca.
¿Recuerdas la escena de Pulp Fiction en la que el personaje de Bruce Willis rememora su niñez? El pequeño recibe la visita del capitán Koons, que le entrega un reloj de oro que, durante generaciones, ha acompañado a los miembros de su familia en los diferentes conflictos bélicos en los que participaron. Los fanáticos de los relojes que hayan visto la película habrán notado que Quentin Tarantino eligió el modelo perfecto. Se trata de un genuino reloj de trinchera de la I Guerra Mundial, con un
par de asas en la caja para pasar una correa de cuero y convertirlo en reloj de pulsera. Fue en el frente belga donde estos complementos pasaron de estar en el bolsillo de los uniformes a la muñeca de los soldados. La característica que hizo que los relojes militares fueran tan versátiles (surgieron en la II Guerra Mundial, cuando el Ministerio de Defensa británico encargó a 12 marcas que crearan los Watches Wristlets Waterproof) fue su gran resistencia al agua. De esta gama de cronógrafos de pulsera se fabricaron 145.000 unidades que se entregaron a las fuerzas aliadas y completaron una colección de 12 modelos, conocida como The Dirty Dozen. Actualmente, casi todos los relojes militares se basan en ellos por su precisión, estilo y resistencia.