¿SABÍAS QUE…?
UNA MICROBIOTA INTESTINAL EN BAJA FORMA puede tener como consecuencia un rostro prematuramente envejecido, además de dermatitis, lupus, rosácea o psoriasis. Como refiere el dermatólogo José María Ricart, “el estrés oxidativo por exceso de sol aumenta la inflamación celular, lo que provoca el envejecimiento de nuestra piel al reducirse la producción de colágeno y elastina, que son los cimientos de nuestra dermis”.