LATIDO A LATIDO
Se supone que, si mantienes las pulsaciones en la famosa ‘zona quemagrasas’, perderás peso más rápidamente. ¿Es cierto?
Para contraer los músculos hace falta energía, ya estés caminando por la oficina o haciendo bici estática. La obtenemos tanto de reservas de grasa, como del glucógeno, formado por carbohidratos almacenados en los músculos y el hígado. En el ejercicio de baja intensidad recurrimos a la grasa, pero, si el esfuerzo aumenta, también lo hace el porcentaje de carbohidratos. En la ‘zona quemagrasas’–un punto entre el 60 y el 65% del máximo de pulsaciones–, el cuerpo oxida la mayor cantidad posible de grasa. Pero eso no lo convierte en la mejor manera de adelgazar: lo importante es la cantidad de calorías, independientemente de dónde las tengamos almacenadas. Por eso quemar glucógeno no es peor de por sí. Lo esencial para obtener los mejores resultados es un entrenamiento variado, con diversos rangos de pulsaciones, para sacar energía de todas las fuentes disponibles.