LA CRISIS ECONÓMICA NOS DA PAVOR
LA NEUROECONOMÍA es la disciplina que estudia cómo el cerebro toma decisiones económicas. ¿Puede ayudarnos a superar el miedo a una crisis financiera?
SSI LA ECONOMÍA ya no era especialmente boyante, la pandemia y el confinamiento no han hecho más que empeorar la situación. El miedo a la crisis económica es, actualmente, el segundo que más nos preocupa a los españoles después del virus. ¿Hay forma de que nos enfrentemos a estos temores? La respuesta podría tenerla la llamada ‘neuroeconomía’.
“Se trata de la parte de la neurociencia que se dedica a estudiar cómo los seres humanos tomamos decisiones en el ámbito económico”, nos explica el neurólogo Pedro Bermejo, presidente de la Asociación Española de Neuroeconomía. “Como seres humanos nos pasamos el día tomando decisiones y eso afecta a nuestros há bitos de compra o a nuestras inversiones. Estas decisiones tienen su base en determinadas áreas cerebrales y, dependiendo de cómo las activemos, tomaremos unas u otras”.
Tal y como nos cuenta el experto, a grandes rasgos se puede decir que tenemos una región que se encarga de ver lo positivo de cualquier decisión, que se llama ‘sistema de recompensa cerebral’, y otra que ve lo negativo, llamada ‘sistema de aversión a la pérdida’. Si activamos más la primera tomaremos una decisión positiva, sea comprando un producto o invirtiendo nuestros ahorros. Pero si activamos más la segunda, nuestro cerebro percibirá peligro, pérdida o riesgo, y no tomaremos la decisión. A su vez estas dos estructuras están formadas por otras muchas, entre ellas la corteza prefrontal, el núcleo accumbens, la amígdala o la ínsula. Y ¿cómo afecta el miedo a nuestra percepción de la economía? “El miedo activa directamente la amígdala cerebral, que es parte del sistema de aversión a la pérdida, y bloquea nuestra decisión de compra. Por lo tanto, si sentimos miedo al tomar una decisión, muy posiblemente no la tomemos”, nos explica Bermejo.
Afortunadamente, el miedo es una emoción y disminuirá si aumentamos la racionalidad de nuestro proceso de toma de decisiones. “Aunque existen numerosas estrategias para lograrlo, podemos quedarnos con tres muy concretas”, indica el experto.“Aumentar el tiempo para tomar la decisión, ya que cuanto más rápidos seamos y menos pensemos qué estrategia económica nos conviene más probable es que seamos emocionales y que nos afecte más el miedo. Aumentar nuestros conocimientos sobre el tema, porque seremos más racionales si tenemos más conocimientos de economía y de estrategias de inversión. Y aceptar las recomendaciones de otras personas. Tenemos un gran apego emocional por nuestro dinero, y desde fuera nos pueden aportar más racionalidad”.