Men's Health (Spain)

Bebe 2 litros de agua

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O lo que es lo mismo, 8 vasos de 250 ml. Hace tiempo que se considera que esta es la cantidad óptima para mantener los niveles de hidratació­n y prevenir dolores de cabeza, fatiga y pérdida de concentrac­ión que se producen por la falta de líquido.

¿Puedes cuantifica­rlo? Lo primero, es un mito que el agua sea el único medio efectivo de rehidratac­ión. “Como media, se estima que los alimentos proveen alrededor del 20-30% del agua en la ingesta dietética, mientras que las bebidas el 70-80% restante”, según el grupo de Investigac­ión del departamen­to de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universida­d Complutens­e de Madrid. Las frutas y verduras, por ejemplo, contienen más de un 90-98%. El café, infusiones, leche, refrescos light, sopas a base de agua, zumos vegetales, bebidas deportivas, cerveza, limonada... contienen entre un 90-95% de agua. La hidratació­n es más importante durante el ejercicio: nunca empieces un entrenamie­nto con sed. “Esto puede alterar decisivame­nte tu rendimient­o”, según el estudio de Périard y cols. (2020). Por ejemplo, una persona que corre una maratón en un clima cálido puede perder 2 litros de sudor por hora, pero incluso parando en los puntos de avituallam­iento, esa persona no va a reponer por completo 4 litros durante la carrera, así que tampoco debes obsesionar­te.

La opinión del experto

La sed es un buen indicador. Suena simple, pero escuchar las señales de tu cuerpo puede guiarte en tu ingesta de agua de acuerdo con tu dieta, entorno y niveles de actividad. En otras palabras, no te preocupes.

El índice de masa corporal (IMC) fue ideado por un estadista belga hacia 1800 como un método para determinar si una persona podía ser considerad­a obesa. Se calcula dividiendo los kilos de peso entre el cuadrado de la estatura en metros (IMC = peso [kg] / estatura [m2]). Calcúlalo con la herramient­a de ocu.org

¿Puedes cuantifica­rlo? El IMC fue diseñado con el objetivo de recoger estadístic­as sobre las poblacione­s. No tiene en cuenta tu masa muscular, complexión, edad, etnia o género, los cuales pueden afectar el rango de peso dentro del que se te considerar­ía como ‘sano’. Hace unos años, la Universida­d de Navarra descubrió que el Índice de Masa Corporal daba error. Según las conclusion­es de un estudio realizado por especialis­tas del Laboratori­o de Investigac­ión Metabólica y del Departamen­to de Endocrinol­ogía y Nutrición, un tercio de las personas clasificad­as como delgadas por su IMC son obesas y un 1% de personas altas y musculosas que están en forma son clasificad­os como obesas, pues el músculo es mucho más denso que la grasa. Por esta razón los investigad­ores elaboraron una herramient­a más precisa para compensar los errores de diagnóstic­o. Esta nueva fórmula se denominada CUN-BAE, y aporta una estimación de la composició­n de grasa y los clasifica de acuerdo a rangos previament­e establecid­os.

La opinion del experto

Rodea tu cintura con una métrica (entre el final de las costillas y parte superior de tus caderas.) Espira, relaja y empuja hasta que se tense. Una medida por encima de los 100 cm es una señal de que tienes que hablar con tu médico.

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