¿Por qué nos vacila Jamie Foxx?

OCTUBRE EN MEN’S HEALTH Y JAMIE FOXX NOS SALUDA ASÍ DE VACILÓN DESDE LA PORTADA. Todo en orden. Nada fuera de lugar. ¿No estamos hablando al fin y al cabo de un tipo que lleva más de treinta años haciéndonos reír? ¿Cómo no vamos a permitir que nos vacile un poco (o un mucho) el Electro de Spiderman, el Django de Tarantino, el prota de Collateral o alguien capaz de meterse en la piel del mismísimo Ray Charles? ¿Qué menos se puede esperar que un saludo chulesco y autosuficiente de alguien que tiene en su estantería un Grammy, un Oscar, un Globo de Oro y montones de discos de platino, además de montañas de dinero en el banco y un físico que, a los 53 años, le permite apropiarse de nuestra portada? Pues no te confundas…

La seguridad que emana Jamie Foxx no viene de ahí. A poco que leas la entrevista que acompaña estas fotos descubrirás que su vacile tiene poco que ver con la fama, el reconocimiento y el dinero, y mucho con esa paz tan cool que te proporciona el saber que estás haciendo las cosas bien. Con la satisfacción de haber conseguido que tu hermana pequeña, fallecida hace apenas un año, se convirtiera en la primera bailarina con síndrome de Down en actuar en los Grammy, después de hacerla participar en uno de tus videoclips.

Con olvidarte de ti en el título de tu autobiografía y optar por llamarla Actúa como si fueras sensato: y otras cosas que mis hijas me enseñaron. Con repetir cada vez que te ponen un micrófono delante que tu verdadero héroe es tu abuela, y que tu verdadero legado sería que tus hijos pudieran mostrar sin problemas su verdadera identidad, y con tener muy claro, en fin, que, como dijo Cate Blanchett al recogerlo, ganar un Oscar está muy bien, pero un Oscar no te abraza por las noches.