VULNERABILIDAD
EN UN ANÁLISIS DAFO DE LA PERSONALIDAD, LA VULNERABILIDAD SERÍA UNA DE LAS FORTALEZAS. LEJOS DE SER UNA DEBILIDAD, ES UN SUPERPODER.
LA VERDADERA VALENTÍA ES MOSTRARSE VULNERABLE ANTE LOS DEMÁS.
Adrián Quevedo define la vulnerabilidad como “la capacidad que tenemos las personas para que las cosas que suceden en nuestra vida tengan un impacto en diferentes niveles: físico, mental, emocional, social”. Reconocer que eres vulnerable te permite aceptarte y cuidarte, te abre los ojos para que descubras aquello que realmente necesitas, y qué tienes que hacer para conseguirlo.
Querido amigo, hacerse el fuerte ya no está de moda. Haz caso a Adrián, que dice que “hacer como si nada pasase, como si esto ‘no va conmigo, soy más fuerte que esto’, son formas de desconectarnos de esa vulnerabilidad y dejar a un lado la información que nuestras emociones y reacciones nos traen sobre lo que sucede en nuestra vida”. No somos perfectos: somos seres humanos que necesitan de otros para sobrevivir, y cuando te das cuenta de ello, subes inmediatamente de nivel emocional.
Como bien comenta Quevedo, “en el caso de los hombres, debido a nuestra educación social, cultural y emocional, tenemos carencias en este tipo de aprendizaje. Se nos ha educado en sentido contrario, para disociarnos y reprimir nuestras emociones, ocultar nuestra vulnerabilidad confundiéndola con debilidad y asumiendo que podemos con todo solos”. Por eso, hay que desaprender para volver a aprender. Toca reconstruir la personalidad y aceptar que estamos hechos de experiencias. Debemos tomar nota de todo aquello que remueve por dentro, ser conscientes de que los miedos o carencias forman parte de cada persona, y eso también nos hace únicos e intransferibles.
Tranquilo, no tratamos de convencerte de que ahora te pongas a contar tus problemas e inseguridades al primero que pase por delante de ti. De hecho, en el control está la clave: “Aprender que no debemos temer las emociones negativas, y que son necesarias. Saber identificar lo que realmente está detrás de la situación que nos produce esa emoción, y afrontarlo, por ejemplo, exponiéndonos a ello de forma controlada y gradual”. Es uno de los consejos que expone López-Acevedo.
Mostrarnos tal y como somos y decir lo adecuado en cada momento puede resultar tarea complicada, pero seguramente te enfrentes diariamente a situaciones que no son de tu agrado.