RESILIENCIA
LA RESILIENCIA TE MANTIENE EN PIE. GRACIAS A ELLA ERES CAPAZ DE PASAR PÁGINA.
NO PODRÍAMOS VIVIR CON EL FUERTE DOLOR
que puede causar un hecho traumático (bien sea una ruptura, la pérdida de un ser querido o arruinarte por una mala inversión). A la capacidad de recomponerse para salir adelante la llamamos resiliencia. En palabras de José Antón López-Acevedo, “es la capacidad de afrontar con respuestas adaptativas las situaciones adversas. La resiliencia actúa en las situaciones conflictivas que se presentan a diario, tanto a nivel personal como social”.
Con la resiliencia los seres humanos conseguimos aprender y salir más fuertes de situaciones que nos ponen al límite, situaciones muy negativas y trágicas que, por desgracia, nos toca vivir a lo largo de la vida. A veces poner esta habilidad en práctica puede hacerse muy cuesta arriba, ya que en los momentos más bajos solo queremos desconectar y anestesiarnos. Pero tenemos una muy buena noticia: como todo, se puede entrenar. Los cambios no se notan de la noche a la mañana, pero merece la pena hacer un esfuerzo por la recompensa y el aprendizaje final.
El doctor José Antón López-Acevedo comenta que “Boris Cyrulnik, neurólogo, psiquiatra y psicoanalista, referente en la investigación sobre la resiliencia, dice que no se construye sola, sino gracias a los fuertes vínculos de afecto que se han tejido a lo largo de toda la vida”, y define las características más reseñables que poseen las personas con mayor capacidad de resiliencia: “Son capaces de transformar una situación conflictiva o de crisis estableciendo estrategias de afrontamiento eficaces, realizan una interpretación de la realidad de manera positiva y constructiva, se aseguran de poseer recursos externos suficientes para abordar una situación potencialmente conflictiva, desarrollan más tolerancia ante la incertidumbre, tienen más autoconfianza y autoestima para reconducir situaciones adversas de la vida, disponen de una mayor autonomía, son más hábiles en la resolución de problemas, tienen más capacidad para conducirse en las habilidades sociales y manejan con naturalidad expectativas positivas de futuro”.
En definitiva, se puede aprender a ser resiliente, sobre todo cuando empiezas a transformar los contratiempos en oportunidades para crecer.