EL DISCO DE PESAS
es una herramienta de entrenamiento versátil, y que da mucho juego en los workouts, tanto en el gym como en los que realizas en casa. El disco o plato es una herramienta que puede forzar cada grupo muscular y ofrece los beneficios secundarios de la construcción de un core y un tronco más fuertes. No es solo un accesorio para la barra, sino que ofrece muchas opciones para trabajar con él. No nos referimos solo a las más comunes: el giro ruso, la vuelta al mundo (o halo) o el pinch-carry; hay cientos de variaciones donde elegir. Las que hemos seleccionado aquí se focalizan en tus grupos musculares con una precisión digna de un láser.
Puedes elegir los discos con diseño de tres asas, que son más fáciles de sujetar, o puedes ser más audaz y elegir una versión metálica de la vieja escuela sin asas. De cualquier manera, vas a trabajar, y lo mejor de todo es que estos movimientos no solo esculpen tus hombros, sino que son capaces de forzar muchos otros grupos musculares. En concreto, también se trata de un ejercicio para fortalecer los antebrazos. Con ambas opciones trabajarás los músculos de la parte inferior de tus brazos, que pueden convertirse en un factor limitante en algunos de los ejercicios clásicos que realizamos a menudo. Levantamientos de peso muerto, pull-ups, cleans, snatches y más. ¡Hay tantos movimientos legendarios de creación de músculo que requieren antebrazos fuertes!
Y las ganancias no terminan ahí. Como ya hemos mencionado, varios de estos movimientos con discos mejorarán rápidamente la fuerza del core, ya que, a diferencia de las kettlebells o de las mancuernas, los platos también son fáciles de sujetar cerca del pecho para realizar movimientos básicos como son las sentadillas o el ejercicio denominado ‘buenos días’.
Además tienen otras muchas ventajas: su precio es asequible, son duraderos y versátiles, y cualquier gimnasio que se precie tendrá montones de ellos. Y lo que es más importante, los movimientos que vas a realizar con los discos no requieren de un espacio generoso ni de un banco o un rack de sentadillas. Así que si tu gimnasio está abarrotado de gente y el equipo es escaso, coge un plato de pesas y vete al rincón más tranquilo.
Estas herramientas son útiles para cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar. Hay un único pero que debes tener en cuenta: empieza con poco peso y céntrate en controlar muy bien el movimiento. Si no lo haces, no solo dañarás tu cuerpo, sino que es muy probable que provoques daños duraderos en el suelo, los muebles e, incluso, en transeúntes inocentes.
¿POR QUÉ USARLOS? LA RESPUESTA ES: ¿POR QUÉ NO?
Son de bajo precio pero de gran impacto. Los encontrarás en todas partes, y su oferta es variada y amplia. Puedes utilizar estos discos pesados para el entrenamiento de fuerza, la flexibilidad, la prevención de lesiones, la rehabilitación, el calentamiento y el trabajo funcional deportivo. Puedes arrastrarlos, empujarlos por el suelo, levantarlos, bajarlos, lanzarlos al exterior para conseguir fuerza explosiva o, simplemente, sujetarlos con cada mano en un paseo de granjero. Los únicos límites son tu imaginación: no necesitarás mucho para darte cuenta de los beneficios de esta herramienta infravalorada.