La Ópera con poder de Therion conquista Madrid.
+ Midnight Eternal + Null Positiv
Había ganas. Therion volvían a la capital a la sala Mon y llenaban una vez más, la noche de calidad, acompañados por tres bandas más que fueron una auténtica delicia. Los primeros invitados de calidad fueron MIDNIGHT ETERNAL, banda americana comandada por un auténtico portento a la voz, la bella Raine, que recordaba a cantantes como Tarja, salvando las distancias. Con apenas un disco en si haber, poco pudieron hacer más que presentarse ante el público madrileño, con mucha actitud y muy buen rollo, dejando una buena sensación y augurando una gran noche.
Para la segunda banda de la noche nadie estaba preparado, ni por la propuesta musical, alejada del estilo musical de la noche, ni por la fuerza de Elli Berlin al mando de NULL POSITIV, una vikinga alta, fuerte, con una sonrisa que hacía temblar las piernas y con un gutural profundo, de la escuela de Ángela (Arch Enemy). Brutales de principio a fin, con una puesta en escena salida de Mad Max, fueron un torbellino sobre el escenario, sorprendiendo a propios y extraños con un planteamiento muy industrial y transmitiendo potencia y alegría por partes iguales, con cortes con mucha personalidad, tales como “Koma” o “Amok”, potentes composiciones que en directo fueron un yunque. Gran descubrimiento, que quedan agendados allá por donde pasen.
Practicamente como co-cabezas de cartel, IMPERIAL AGE salieron a escena salidos de los libros de rol y con un guión bien aprendido. Los rusos tienen su propia manera de entender el Power Metal, con tres voces llevando el peso de la actuación y con mucha teatralidad sobre el escenario. Pero todo eso no era sólo visual, ya que estuvieron a la altura de las circunstancias, sobre todo la baritono Jane Odintsova, que junto con Anna Moiseeva estaban muy por encima a nivel vocal del que se presupone líder de la banda, un Alexander algo ronco durante su actuación.
Muy metidos en sus papeles en todo momento, la falta de improvisación la compensaron con temas perfectamente interpretados, destacando “The Legacy of Atlantis”, cuya ciudad sumergida es la base de inspiración de las canciones del grupo. Buen aperitivo completado por la banda rusa, que daba paso, ahora sí y tras largas horas de espera, a los ansiados cabezas de cartel.
Muchos años a las espaldas tienen THERION, y eso se nota cuando salen al tablado, no habiendo cambiado ni un ápice su buena actitud y proximidad con los fans, algo presente durante toda la noche. Muchos cambios ha habido en la formación, lo que ha mermado considerablemente su impacto en la escena metalera, pero no han perdido esa frescura que aporta su propuesta musical al arte que es la ópera. Thomas Vikström se ha traído a la familia, la poderosa Linnéa, hija del mismo, y que tiene una importancia actual insuperable en la parte compositiva e interpretativa de la formación.
El grupo dio un buen concierto, pero lejos de esos años de gloria donde ver a la banda era vivir una auténtica experiencia artística, siguen en la brecha, pero mucho más limitados. Concientes de ello, pronto dieron buena cuenta de clásicos como “Blood of Kingu”, con lo que se metieron desde el primer momento al público en el bolsillo. Por si esto fuera poco, con “Din” salió a escena la valkiria Elli (Null Positiv) a aportar más si cabe a la parte vocal del tema.
Casi dos horas de concierto quedaron resumidas en “Mega Therion”, himno de la banda que cerraba una portensosa actuación, digna de las mejores óperas y además con el aliciente de la amalgama con el Metal más gótico. Larga pero satisfactoria noche la vivida en el último fin de semana de Febrero.
SALA MON - MADRID