Primal Fear
+ Riot V + Existance
SALA MON - MADRID
La cita en la madrileña sala MON nos auguraba una noche de Heavy Metal con mayúsculas, ya que la propuesta de la tarde nos ofrecía ni más ni menos que a PRIMAL FEAR acompañados de los incombustibles RIOT V y de los franceses EXISTANCE, que pasaban por una banda semi-desconocida para muchos de los asistentes, entre los que confieso encontrarme.
EXISTANCE, como digo, eran los encargados de abrir el cartel y aunque ya tenían algunos fans entre los asistentes, para la mayoría eran una novedad… y lo cierto es que me alegro de que ese fuera mi caso, porque me encantó sorprenderme con la actitud, la energía y el heavy metal afilado y potente de esta formación francesa, que nos ofreció cortes como “Heavy Metal Fury”, “Dead or Alive”, “We Are Restless” o “From Hell”, cuajando una actuación que, si bien fue breve, fue también muy intensa y me dejó con muchas ganas de profundizar en la trayectoria de esta joven banda, a la que espero poder ver pronto de nuevo.
El segundo turno de la velada fue para RIOT V y lo siento, pero no puedo ser objetivo con esta banda. RIOT han sido desde siempre una de mis bandas favoritas, uno de esos grupos que te hacen vibrar con cada canción de cada disco y verles en directo es siempre una experiencia maravillosa. La banda se entrega siempre al máximo en cada show y es algo que se pudo notar desde el comienzo con “Victory” y “Flight Of The Warrior”. La llegada de Todd Michael Hall a la banda supuso una inyección de energía extra, encontrando por fin el equilibrio perfecto entre voz y frontman que durante años la banda había buscado con más o menos éxito en cantantes tan destacados como Mike Dimeo, Tony Moore o Harry Conklin.
La banda se encuentra presentando su disco “Armor Of Light”, el segundo que edita la banda tras la muerte del guitarrista y fundador Mark Reale. Sin abusar de los temas del nuevo disco, RIOT V consiguieron un setlist muy equilibrado entre este y su material clásico, ofreciéndonos temas como “Johny’s Back”, “Caught
In The Witches Eye”, “Angel’s Thunder, Devil’s Reign” o “Swords & Tequila”. Sin duda uno de los momentos álgidos del show fue la interpretación del clásico “Bloodstreets”, eternamente dedicada a Mark Reale y que toda la sala coreó al unísono.
El final de su set lo marcaron “Warrior” y, no podía ser de otra forma, el esperadísimo himno “Thundersteel”, que dejó a todo el mundo más que satisfecho y listo para continuar con la auténtica fiesta de heavy metal en la que se había convertido la velada.
Lo cierto es que después del excelente concierto de RIOT V la responsabilidad de seguir adelante era lo que comúnmente llamaríamos “un marrón” para los alemanes PRIMAL FEAR, pero Ralf Scheepers, Matt Sinner y compañía salieron al escenario y dejaron claro desde el primer momento porqué ocupaban el puesto de cabezas de cartel, encadenando tres auténticos temazos como son “Final Embrace”, “Chainbreaker” y “Blood, Sweat & Fear” de forma magistral, con unas tablas y una energía envidiables y una puesta en escena que incluyó algunos inesperados elementos pirotécnicos.
El grupo se encuentra presentando su reciente “Apocalypse”, un disco que refleja la personalidad y experiencia de la banda y con el que finalizaron su acuerdo con Frontiers Records para regresar a Nuclear Blast. De este disco pudimos escuchar la ya mencionada “Blood, Sweat & Fear”, “Hounds Of Justice” (un auténtico temazo) o “The Ritual”, acompañados por cortes más clásicos como “Face The Emptiness”, “Under Your Spell” o “Nuclear Fire”.
Durante el concierto pudimos como Ralf Scheepers se quejaba en varias ocasiones a los técnicos por el ajuste de su in ear, y lo cierto es que hubo algún momento en el que el sonido en la voz no fue el mejor en toda la sala, aunque fueron instantes aislados que no enturbiaron una actuación magnífica de la banda y del vocalista en particular, que parece encontrarse en un grandísimo estado de forma.
Con “Eye Of The Storm”, “King Of Madness” y “The End Is Near” la banda fue preparando el camino hacia la recta final de su espectáculo, con más pirotécnia y la misma energía que había inundado la sala durante toda la velada. “When Death Comes Knocking” fue coreada por toda la sala, al igual que el icónico estribillo del himno “Metal Is Forever”, que ponía el punto y aparte antes de los bises. La banda no se tomó demasiado tiempo de asueto y volvió a pisar las tablas para cerrar con “Fighting The Darkness” y “Running In The Dust”, dejando claro que son una formación que atraviesa un gran momento de forma y con una base de seguidores nada desdeñable, como evidenciaba el buen aspecto de la sala, con el aforo casi completo.