LO QUE NO MATA, ENGANCHA
Halestorm + Devilskin
SALA BLACK BOX - MADRID
Todo apuntaba a que nos lo íbamos a pasar bien en la sala Black Box de Vistalegre. Con Halestorm y Devilskin la velada prometía estar cargada de mucho rock de quilates y protagonizada por dos grandes voces. Con la mayoría del papel vendido, la expectación era evidente. En la cola se apreciaba una congregación de fans bastante variopinta, con muchos habituales, muchos fans muy jóvenes y algunos rostros pocos habituales.
DEVILSKIN fueron los primeros en pisar el escenario. Era evidente que contaban con bastantes fans entre el público y quienes no los conocían quedaron convencidos muy pronto gracias al buen hacer de la banda, que salió a por todas desgranando un setlist potente y lleno de canciones con mucho gancho como “Pray”, “All Fall Down”, “Mountains”, “Animal” o una intensa cover del clásico de DIO “Holy Diver”.
Jenny Skulander demostró ser una cantante y frontwoman de primera, cautivando al público con una interpretación muy dinámica, llena de carisma y con varias y acertadas interacciones con el público. “Vessel”, “Until You Bleed”, “Little Pills” o “Violation” fueron algunos de los temas encargados de poner el punto final a la actuación de Devilskin, dejando al público totalmente preparado para recibir a Halestorm y con una banda más a la que seguir de cerca.
Lzzy Hale y compañía salieron al escenario con
“Do Not Disturb” dispuestos a terminar esta fase de su gira de la major forma posible: con un conciertazo que sirviera de presentación y rodaje para el reciente “Vicious” y como reivindicación y recordatorio de que Halestorm son uno de los grupos de rock duros más en forma de la escena, con una personalidad arrolladora y una capacidad creativa e interpretative envidaible.
La banda desprende y contagia una energía única e imprable que hace sus conciertos verdaderas fiestas. Temas como “Love Bites (So Do I)”, “Mz. Hyde”, “Black Vultures”, “White Dress” o “Amen” llevaron al público y a la banda en volandas durante una actuación en la que no hubo lugar para dudas, recesos ni momentos vacíos: solo hubo tiempo para la música y para disfrutar del enorme talento de Lzzy como frontwoman.
La banda tuvo buen sonido y supo hacerse pronto con una sala complicada, con una distribución poco práctica que dificulta que parte del público tenga una perspectiva óptima del escenario. Recordemos que la banda iba actuar originalmente en una sala de menor aforo, pero finalmente el show tuvo que trasladarse a este emplazamiento por la gran demanda de entradas. Y lo cierto es que el aforo era envidiable. No obstante, con temas como “Vicious” o “Freak Like Me” (y un intenso solo de batería entre medias) la banda tiene todo lo que hace falta para que hasta el fan más alejado del escenario sienta el calor y la fuerza que desprende esta banda. Sin duda Halestorm se merecen la trayectoria ascendente que tienen y mucho más: para mí son claros candidatos a encabezar carteles de festivals de renombre de aquí a no mucho. Su show en Madrid fue uno de los conciertos más intensos y divertidos a los que he asistido esta temporada y, creedme, he estado en unos cuantos.
En su show destacaron clásicos como los mencionados “Love Bites (So Do I)” y “Mz. Hyde” o la archiconocida “I Miss The Mysery”, pero también la potente “Apocalyptic” de su anterior álbum, la salvaje “Skulls” de su reciente disco o la hímnica “Here’s To Us”, que nos dejó en brazos del cierre habitual con “She Won’t Mind”.
Excelente concierto. Que vuelvan pronto.