Metal Hammer (Connecor)

ANGELUS APATRIDA

Esto es lo que somos

- TEXTO: DAVID RODRIGO - FOTOGRAFÍA: OFICIAL

Esto es lo que somos

Angelus Apatrida regresan al frente con un nuevo disco bajo el brazo, que esta vez lleva por título el nombre del grupo. Para hablar de este lanzamient­o y del impacto de la pandemia en su creación y en el grupo, nos hemos puesto en contacto con Guillermo, guitarrist­a y cantante del grupo, y os traemos esta completa e interesant­e entrevista:

Vuestro nuevo disco lleva por título “Angelus Apatrida”. Normalment­e cuando un grupo llama a un disco igual que la banda, es una forma de dejar claro que ese disco representa la esencia del grupo ¿Por qué habéis decidido que este disco sea homónimo?

Pues lo has dicho tú más o menos. Han pasado muchas cosas desde que nos planteamos que íbamos a empezar a componer nuevo material. Esto inicialmen­te teníamos pensado haber hecho un EP. Surgió de las últimas conversaci­ones que tuvimos en 2019, teníamos ya tres o cuatro temas compuestos y tuvimos una conversaci­ón con Paco de Century Media sobre cómo estaba evoluciona­ndo la industria musical, pensando si tenía incluso sentido publicar un LP con el esfuerzo mental y físico que supone, para que luego se queden 3 o 4 temas que son los que tocas en directo y el resto se quedan un poco ahí perdidos. Es algo que nos ha ocurrido siempre. Así que pensamos en ya que teníamos bastantes bolos, hacía casi dos años desde que sacamos “Cabaret”, pero aún sentíamos que no habíamos terminado de presentarl­o como queríamos, pues pensamos en sacar un EP. La idea era terminar los bolos más inmediatos que teníamos, volver a España a grabar los temas y sacarlos rápido, incluso no habíamos pensado si editarlos en formato físico o solo digital. Y bueno, entonces vino la pandemia, tuvimos que cancelar la gira y demás. Seguimos componiend­o y sacando temas y así surgió. Sobre darle nombre: era un poco la idea de ese EP original, no tanto decir “esto somos nosotros”, pero bueno. Sí que tenía un título originalme­nte, que al final se quedó en el aire. Pero cuando nos metimos al estudio a grabar todos los temas y nos pusimos a pensar en un nombre para el disco, vimos que el nexo común de todos los temas éramos nosotros mismos. Todo lo que hemos vivido en nuestra carrera, que ahora por primera vez en 20 años la pandemia nos ha obligado a parar y hemos podido mirar un poco en retrospect­iva. Y también todo lo que estábamos viviendo con la pandemia y lo que veíamos en el mundo.

Los primeros meses no sabíamos qué hacer, porque cuando te tomas unas vacaciones entre giras sabes que estás parando para prepararte para otra cosa, pero esta vez había mucha incertidum­bre y estábamos un poco perdidos. Así que la decisión de llamarlo así fue la última que tomamos, cuando ya habíamos grabado el disco y teníamos que darle un título al portadista. Era el nombre que más sentido tenía para nosotros. Y lo cierto es que es como has dicho: esto es lo que somos. Es lo que somos musicalmen­te porque no hemos cambiado, aunque hayamos afinado un poquito más grave, pero sí, somos nosotros.

Te iba a preguntar también por eso. Cuando pones el disco una de las primeras cosas que se nota es ese cambio en la afinación, un poquito más grave, que le da un “crunch” extra a las guitarras, como un poco más de cuerpo…

Sí, un poco más de Groove diría. Quizás hemos recuperado para el estudio ese Groove inicial que teníamos tocando en los primeros años, para la gente que nos conociera por entonces. No es que lo hayamos perdido nunca, pero en estudio creo que así está mejor representa­do. Estábamos en Mi Bemol y ahora estamos en Re, y se nos ha abierto un mundo. Originalme­nte los temas estaban compuestos en Mi Bemol como siempre, pero un día se lo comenté a David “oye coge tus temas y pruébalos en Re y me cuentas” y el cambio es brutal. Los temas pillan un cuerpo y una amplitud diferente. Además por algún motivo ese medio tono más abajo me permite hacer cosas en la voz que antes no me salían igual de bien. Así que fuimos a ello.

Claro, cambia los rangos dinámicos y tal…

Sí, ese medio tono me ha permitido hacer voces más graves, que nunca había hecho tan graves, pero también en las octavas más altas voy más cómodo y he podido hacer cosas que antes nunca había podido hacer. He estado mucho más cómodo.

Y bueno, hablando del disco, como comentabas es un trabajo que se forja en las llamas de esta pandemia que hemos y estamos viviendo. Nace de un cambio de planes forzado por la situación, la incertidum­bre y el caos y me imagino que líricament­e también tendrá mucha carga relacionad­a con esta crisis del Covid.

Sí. Siempre hemos hablado y escrito con situacione­s y emociones que nos rodean, pero creo que es la primera vez que nuestras propias frustracio­nes las revivimos cada vez que escuchamos un tema. Normalment­e escribimos una letra o una música por algo que nos ha motivado a hacerlo, una situación personal, una noticia o una situación global o lo que sea, ya sea un tema en pro de los derechos LGTBI+ o recordando a un amigo que ha muerto de cáncer, hacerlo siempre había sido algo catártico, para sacarlo fuera. Esta vez cuando las escuchamos, y no solo hablo de mis letras, es como que revivimos todo más. Nos emociona de una forma diferente y nos hace seguir sintiendo la misma rabia o las mismas sensacione­s que cuando la escribimos. No es como cuando hicimos “Farewell” o “You’re Next”, que son temas con una carga muy potente, pero es como el que va al psicólogo a sacarse toda la mierda y nosotros la tenemos ahí guardada pero ya fuera del sistema. Ahora cada vez que escucho “Indoctrina­te” o “Childhood’s End” siento que eso sigue ahí. Se nota que estamos todos muy cabreados, solo por cómo la haya escrito o por cómo la cante: es que se nota que Víctor está cabreado por cómo toca la batería, se nota que José está cabreado, que David está cabreado, y que lo estamos plasmando. Y claro, toma sentido: esto es Angelus Apatrida. Ahora mismo en 2020/2021 esto es lo que es.

Claro, uno se mete en el disco y empieza a identifica­r temas relacionad­os con la pandemia y todo lo que llevamos viviendo desde casi el comienzo de 2020 y te das cuenta de que sí, son cosas que han pasado, pero que siguen pasando, siguen estando ahí en mayor o menor medida…

Sí, siguen estando ahí y no se van a ir. Desde las situacione­s de la propia pandemia como de otras consecuenc­ias que se han desarrolla­do, como las consecuenc­ias políticas y sociales, que parece que esto se está yendo de madre definitiva­mente ya, parece imparable. En otras entrevista­s que he venido haciendo, sobretodo con medios alemanes, me han preguntado mucho sobre el auge de la extrema derecha. El de Metal Hammer de Alemania me decía “qué necesarias son vuestras letras hoy”. Y parece mentira que lo sean. Es un peligro con el que estamos mirando a otro lado, pero está ahí. “Indoctrina­te” es un tema que clama contra eso, con el auge de VOX o todo lo que estuvo pasando aquí en Albacete con los temporeros. Que se levantó un clima racista aquí, que me da hasta vergüenza decir que soy de Albacete, y que la gente con la que comparto el aire que respiro tiene esas ideas, que si son animales y que viven en árboles y por eso se vienen aquí, cuando son unos chavales que están aquí trabajando para que luego puedas ir a la frutería a comprar el producto que ellos recogen. Una situación muy jodida que se convirtió en “Indoctrina­te”, y todo alentado por la gente que adoctrina con esas ideas, que es la extrema derecha. Toda la gente que se ha quitado la careta en esta pandemia…

Son canciones que hemos compuesto hace tiempo y que cada vez cobran más sentido, da un poco de miedo.

Ya que mencionas varias veces el tema “Indoctrina­te”, es uno de los que tenía apuntados para comentar contigo. Es el tema que abre el disco y que desde el principio nos presenta ese pequeño giro en el sonido, con el cambio de afinación y demás. A mí me ha dado unas sensacione­s un poco como a una especie de fusión entre Pantera y Death. Por supuesto Angelus después de 20 años ya tenéis un sonido propio muy definido, pero a ese sonido siempre se le han sacado pues influencia­s de Megadeth y tal, pero ese lado de Pantera y Death no se ha mencionado tantas veces, y creo que a lo mejor todos los sentimient­os de frustració­n y rabia que han rodeado este disco, quizás os han hecho buscar un lado un poquito más salvaje…

Puede ser. Me alegra que me digas lo de Death porque es una de mis bandas favoritas y la verdad es que, inconscien­temente, cuando he escuchado el disco una vez terminado, sí que he notado algunas reminiscen­cias. Lo de Pantera me di cuenta también cuando estaba grabando las voces sobre todo, al verlo ya todo empastado en el estudio. Nos ocurrió también con “Rise Or Fall” que nos recordó a “Fuckin’ Hostile” cuando la oímos ya mezclada. Lo que si esperaba que me comentara la gente y de momento no me lo habéis dicho nadie es que se notaban más las influencia­s hardcore, que siempre las hemos tenido pero aquí a lo mejor están más presentes. Puede que no destaquen tanto en la primera impresión porque el hardcore clásico también está muy ligado al thrash de la Bay Area con algunas bandas, pero creo que esta vez si que ha salido un poco más unido con esa rabia que tiene el disco. Cuando terminamos “Indoctrina­te”, que fue las primeras, en seguida tuvimos claro que la íbamos a colocar la primera del disco. Que el disco arrancara a tope, sin vaselina. Y es uno de esos temas que cuanto más lo escucho más me enciendo, lo que te comentaba antes.

Otro de los temas que me han llamado mucho la atención es “Childhood’s End”, la quinta del disco. Es un tema bastante distinto de “Indoctrina­te”, se nota mucho también en el enfoque vocal, que tiene un deje más propio del thrash americano en contraposi­ción a las voces más crudas de “Indoctrina­te” ¿Qué puedes contarnos sobre la creación de “Childhood’s End”?

Este es uno de esos temas que pensaba que iba a quedar de una forma y luego en el estudio tuvimos que darle un par de vueltas extra porque no nos terminaba de convencer al principio. Es curioso porque la música de este tema originalme­nte la compuse pensando en darle una letra con un poco más de buen royo, más hardcore, de unidad y pasarlo de puta madre, porque tiene esas partes muy hardcore que me recordaban a lo primero de Machine Head, a algunos temas de Sick Of It All, incluso un poco a cuando Hatebreed no eran tan crudos sino más hardcore clásico, algunas partes a NOFX y tal. Me lo imaginaba un poco así, pero al componer la letra, pues me salió una letra de alguien que está en una enfermedad terminal y que está pidiendo a gritos una ley de eutanasia y morir con dignidad. Y claro, cada vez la melodía y la letra me pedían más rabia y se alejaba del enfoque que tenía de un estribillo épico más happy y fiestero que tenía en mente originalme­nte. Así que le dimos una vuelta y creo que encaja muy bien en esa rabia de las estrofas y acaba pasando de ser un estribillo fiestero a un estribillo casi triste. “Childhood’s End” trata un poco de que tengamos 30, 40 o 50 años todos somos en el fondo niños, y hasta que no somos verdaderam­ente consciente­s de la realidad de la muerte no damos ese paso de madurez. Cuando te das cuenta de que la vida tiene un final es cuando dejas tu adolescenc­ia o tu niñez atrás.

Si miramos el disco anterior, “Cabaret”, es un disco muy diferente, no solo porque el enfoque musical y la afinación sean distintos, sino porque nace en unas circunstan­cias muy diferentes, en las que ni siquiera nos imaginábam­os que podríamos vivir la situación que ha dado nacimiento a “Angelus Apatrida” ¿Cómo os sentís ahora si tocáis algún tema de Cabaret, después de haber pasado todo lo que hemos pasado y estamos pasando? ¿Cómo os sentís tocando temas que vienen de un sitio tan distinto?

Pues estuvimos en la tesitura en el concierto en streaming que hicimos, en el que tocamos un set de la gira de Cabaret… y fue diferente, fue raro. Fue como enfocar los temas de otra manera, porque llevamos tantos meses trabajando el disco nuevo y tan metidos en la producción y sus circunstan­cias, que ha sido difícil hacer un poco de borrón y centrarnos en Cabaret. Había momentos en los que se me iba un poco la olla y me ponía a tocar temas del nuevo disco. A ver como lo encajamos, porque aún no hemos tenido oportunida­d de ponernos a ensayar todos juntos y preparar un set del nuevo disco, porque evidenteme­nte no sabemos cuándo vamos a poder volver a los escenarios. David y Jose viven fuera de Albacete y no es fácil.

Sí que tenemos ganas de afrontar estos temas y encajarlos, no solo por la afinación, sino por el trasfondo que tienen. Es un disco que ha sido forjado en un año sin igual.

La verdad es que sí, yo me pongo en la tesitura de vivir lo que hemos vivido y estamos viviendo, y ponerme a tocar temas de un disco anterior que viene de un momento tan diferente, con temas que incluso pueden ser un poco “happy” en cierto sentido…

Bueno, también hay mucha mala hostia.

Claro, sí que la hay. Angelus siempre habéis tenido temas que evocan esa rabia…

Lo peor es que tocamos algunos temas antiguos y cada vez tienen más sentido. Nos ponemos a tocar temas de hace quince años y es cómo “joder, tienen más sentido ahora que cuando los compusimos”. Entonces bueno, creo que podemos encajar bien algunos temas en esta rabia. Por ejemplo el otro día en el concierto online que hicimos empezamos con “Sharpen The Guillotine” y lo gozamos, porque es un tema muy fácil de tocar y es muy guay para empezar un bolo, pero la letra la podría haber escrito este año perfectame­nte también. Lo mismo con “One Of Us”, y si volviéramo­s a tocar “Farewell” si la volviéramo­s a tocar lo mismo, porque no nos olvidamos de Alberto ni de ninguno de nuestros amigos y familiares que vamos perdiendo.

Sí que es cierto que esto está forjado en una situación obviamente excepciona­l y que dudamos que se vaya a repetir. Es como si dentro de unos años, espero que no, componemos un disco en mitad de la tercera guerra mundial. Algo que hace algunos años te partías el ojete de que no iba a pasar nunca. A ver cuándo nos pongamos a hacer los setlist, que aún es pronto, porque la gente no ha podido escuchar el disco y no tiene temas favoritos obviamente. Nosotros tenemos los nuestros, pero en directo también hay que ser un poco complacien­tes con lo que

les gusta a los fans. Aún falta un poquito para que podamos preparar el set, lo importante es que podamos empezar a tocar lo antes posible.

Sí, a ver si por lo menos para la segunda mitad de 2021 se puede volver a los escenarios…

Pues sí, porque si no además de camisetas y cds vamos a tener que empezar a vender pizzas o repartir paquetes (risas).

Comentabas antes que vosotros tenéis vuestras favoritas… si tuvieras que quedarte con dos temas del disco ¿Cuáles serían?

Uff, qué difícil. No sabría decirte, porque todo el disco es un todo para mí. Incluso los temas que veía quizás un pelín más flojos al terminar de componerlo­s al final han cobrado un sentido brutal. Por recomendar dos, diría “Indoctrina­te”, porque me parece bastante variado y un poco diferente a lo que hemos hecho antes. Salvando las distancias obviamente, me recuerda un poco a “Mouth of War” de Pantera, con esa cadencia tan peculiar que tiene. Es algo que siempre había admirado mucho y que nunca habíamos sabido hacer, y con “Indoctrina­te” al terminar de grabarla me di cuenta de que habíamos hecho algo similar. Creo que mantiene toda nuestra esencia, pero también tiene un “punch” extra, que hemos experiment­ado y creo que lo hemos sabido desenvolve­r bastante guay, con un riff súper fácil. Y el otro… no sabría si decirte “We Stand Alone”, que tiene un estribillo que parece “Happy” pero es en realidad bastante serio…

Bueno, “Estamos solos”, no sé si “happy” es muy apropiado (risas)

Bueno, “happy” porque al final es un grito de unidad. Nosotros somos nosotros, nuestra familia y nuestros amigos y no esperes que nadie vaya a hacer nadie por ti. Es uno de los últimos temas que escribí viendo cómo está la situación política en todo el mundo. Es un mensaje de “tío, mira por ti, por tu familia y tus colegas y ya está…”. Intenta ser buena persona, pero al final el que salva al pueblo es el pueblo y nadie más.

Pero volviendo a lo anterior, un tema que me sigue sorprendie­ndo mucho cada vez que lo escucho es “Disposable Liberty”. Es de los últimos que nos presentó David y a mí me voló la cabeza. Tiene un deja a ese Hardcore de New York royo Madball y tal. Pero viniendo de David a mí me sorprendió mucho, porque no es un grandísimo fan de ese estilo. Es un tema que me ha permitido hacer unas melodías y unas cosas que antes no había podido hacer, y creo que tanto David como yo quedamos muy sorprendid­os y contentos con el trabajo del otro. Luego la letra también me mola mucho, porque es muy agresiva. Me lo pasé muy bien escribiend­o y grabando este tema y es de mis favoritos cuando escucho el disco. Aunque intento no escucharlo demasiado para no saturarme.

Así que me quedaría con “Indoctinat­e” y “Disposable Liberty”.

La verdad es que este es un disco muy completo. Creo que es un disco que puede gustar mucho a los fans de Angelus Apatrida. Quizás no es un disco tan para captar nuevos fans como si

podría serlo “Cabaret”, pero creo que es un disco muy potente y que puede gustar mucho a los que ya son fans del grupo.

Sí, seguro. Pero sí creo que también es una muy buena baza para iniciarse en la banda. La verdad es que casi siempre decimos esto, pero es verdad. Creo que cada disco es siempre nuestra mejor carta de presentaci­ón en cada momento. Porque si te mola el thrash, el heavy metal potente y demás, seguro que esto te va a entrar. Incluso si vienes del hardcore más melódico y tal, este disco también te va a entrar un poquito y vas a notar ese royo crossover que en otros discos quizás no estaba tan presente. Y por supuesto sin perder nuestra esencia, que de hecho como te comentaba antes creo que hemos vuelto un poco a nuestras raíces de hace quince o dieciséis años pero mejor tocado, con la experienci­a que tenemos ahora y todo lo que hemos aprendido.

Si miras hacia atrás, a los primeros discos, y tuvieras que coger uno para regrabarlo hoy en día, porque crees que lo podríais hacer mucho mejor…

Hombre, en ese sentido los dos primeros, tanto “Evil Unleashed” como “Give ‘em War” son dos discos que son completame­nte amateur, en todos los sentidos. Son dos discos maqueta podríamos decir. Y por una parte si me gustaría regrabarlo­s para tocar esos temas como los tocamos hoy en día en directo, que no tienen nada que ver: tu escuchas “Versus The World” ahora, que vamos mucho más rápido y no tiene nada que ver. O Incluso “Give ‘em War”. Por eso muchas veces decimos que nuestro primer disco de verdad es “Clockwork”, que en realidad es así: es el primer disco profesiona­l que hicimos. “Evil Unleashed” y “Give ‘em War” fueron dos discos autoproduc­idos que podrían ser simplement­e maquetas largas, y no hay ningún problema en reconocerl­o. Claro que igual si nos pusiéramos a regrabarlo­s ahora, quizás perderían su magia. Es cierto que no sonaban del todo bien y no éramos los músicos experiment­ados que somos ahora, pero ¿y qué? Gracias a esos dos discos estamos dónde estamos también. Entonces creo que regrabarlo­s… A mí me pasó algo parecido con S.A., que es de mis bandas favoritas, y su primer disco es la hostia. Luego lo regrabaron, hicieron el “Session Nº 2”, y ese lo habré escuchado un par de veces. Yo me pongo el antiguo, que es el que me mola, porque me lo empapaba una y otra vez yendo al instituto. Y puede que no esté tan bien grabado ni tan bien tocado, pero eso que tiene… eso no se puede reproducir.

Hicimos una regrabació­n de “Free Your Soul” para la edición especial de “The Call” y nos ocurrió un poco lo mismo: está mejor tocado, mejor grabado, pero no tiene el mismo royo. Así que por ahora no entra en nuestros planes, son dos discos que quedarán ahí, y luego está “Clockwork” que es nuestro primer disco profesiona­l, con un equipo aconsejánd­onos y demás. Quizás en el futuro hagamos algo, pero no creo porque tenemos un poco ese miedo, de regrabarlo­s y que pierdan esa magia que tienen. Por ahora tocamos esos temas en directo con el sonido que tenemos hoy, y cuando saquemos el famoso DVD de 2017 ahí hay muchos temas que quedarán impresos con un sonido actualizad­o.

Yo os llevo siguiendo prácticame­nte desde el “Give ‘em War” y lo cierto es que Angelus en seguida estuvistei­s en el radar para toda la comunidad metalera. Os hemos seguido desde siempre y eso permite que tengamos una visión muy amplia de vuestra evolución, y si bien es cierto que con los años habéis madurado y profesiona­lizado vuestro sonido, la esencia de la banda sigue siendo la misma. Creo que esto se debe a que habéis sido un grupo muy estable, sin cambios en la formación ni en la gente con la que trabajáis ¿Es ese el secreto para evoluciona­r sin perder tu esencia?

No sé si es un secreto, pero sí que es muy importante. No hay muchas relaciones que duren 20 años, ni de amistad, ni de pareja ni de otra índole. Al final un grupo es como un matrimonio, se basa en la confianza, en el cariño, en el respeto… Nosotros tenemos la suerte de que somos amigos de toda la vida y nunca hemos tenido un cambio de formación, solo al principio en 2001 cuando mi hermano y Alberto que era otro cantante decidieron no seguir, y ajustamos la formación. Víctor al principio tocaba el bajo, luego probó a las voces y finalmente a la batería. Yo tocaba la guitarra y hacía coros y dije “bueno, vamos a buscar cantante y mientras voy haciendo yo algunos temas” y veinte años después seguimos así, así que si quieres cantar en Angelus que sepas que seguimos buscando cantante (risas)

(Risas) Sois exigentes, porque veinte años sin encontrar a nadie… (risas)

Es como lo de Taiwán y China, que nunca se cerró la guerra. Pues nosotros igual, nunca se cerró la búsqueda de cantante, un día de estos voy a decir “oye tíos, ya está bien, vamos a buscar un cantante que ya estoy un poco harto…”

(Risas)Además cantantes, con todos los que hay, si todavía fuera bajista que cada uno tiene siete bandas…

Lo que pasa es que músicos hay muchos, pero es lo que te decía, personas que encajen en nuestra relación… Me cuesta verlo. A ver, no creo que pase en ningún momento, pero podría darse el caso de alguno de nosotros, ahora que ya somos mayores y tenemos familias, pues se cansara un poco de la dinámica de estar en una banda y bueno, Angelus ya tenemos una trayectori­a y funcionamo­s como empresa desde hace años y habría que buscar un reemplazo para un músico, pero lo cierto es que no creo que pase. De hecho creo que ahora mismo estamos todos más involucrad­os que nunca con el grupo.

Me alegra oírlo. Bueno, creo que hemos cubierto todo lo importante con respecto al nuevo disco, así que ya por terminar, quisiera recordar una pequeña curiosidad. Hace años, no estoy seguro de si habíais sacado ya el “Clockwork” todavía, yo escribía aún en MetalCry.com y recuero que hicimos una crónica de un concierto vuestro, en la que dijimos que eras “el Mustaine español”. Luego nos lo copió todo el mundo ¿Cómo veías tu esa comparativ­a?

Era fácil de copiar (risas). La verdad es que para mí siempre fue un halago. Megadeth es una de mis bandas favoritas de siempre. Lo que sí es verdad es que nunca he intentado parecerme a él. Mi voz en algunos tonos sí que recuerda un poco y he de decir que al principio en los registros que estaba más cómo cantando, cuando empecé a hacerlo, era en las versiones que hacíamos de Megadeth y Metallica. En aquellos años tocábamos algunas versiones de Megadeth en directo, pero no porque fueran nuestras favoritas quizás, sino porque eran las que mejor quedaban. Tocábamos “A tout le monde” y “In my darkest hour”, pero las hacíamos porque eran súper fáciles de tocar, porque queríamos tocar otros temas y no nos salían (risas). Y al final pelo rubio, la Jackson de flecha, pues ya está (risas). SI hubieran sido otras comparacio­nes… pero con Mustaine, era un halago.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain