Metal Hammer (Connecor)

ROADBURN Previa a su primera edición online

Más que un festival

- TEXTO: LUIS MONGE - FOTOGRAFÍA: UNAI ENDEMAÑO

El Roadburn es un festival que se celebra anualmente en Holanda, más concretame­nte en la pequeña y encantador­a ciudad de Tilburgo, cerca de la frontera con Bélgica. El recinto del festival son las calles del centro de la propia ciudad y los escenarios son las diversas salas de conciertos y espacios para eventos que allí se ubican. La primera edición tuvo lugar en 1999 y se lleva realizando desde entonces cada año, exceptuand­o los dos últimos, en los que el festival ha sufrido, al igual que todos, las consecuenc­ias del coronaviru­s.

Roadburn reúne una serie de tendencias musicales muy definidas. Se centra ante todo en los sonidos oscuros y experiment­ales. Bajo esta premisa, se despliega todo un abanico de sonidos que van desde los más sutiles hasta los más extremos, dando cabida a géneros tan dispares como el black metal, stoner, sludge, doom, la psicodelia, el krautrock y el progresivo clásico, post rock, post hardcore, jazz, synthwave, drone y todas las maneras que se os ocurran en los que estos sonidos puedan combinarse. La lista sería infinita. Se trata, sin lugar a duda, de uno de los festivales de referencia a nivel mundial en este ámbito.

Pero ante todo es un evento muy cuidado. Cada detalle importa y ha sido mimado con todo el cariño que sus organizado­res pueden darle. A lo largo de las siguientes líneas entenderéi­s por qué.

Roadburn intenta rehuir de la idea de los “cabezas de cartel” y sus ediciones carecen de grandes nombres que puedan servir como reclamo para vender más entradas. Además, dan voz a muchas bandas jóvenes y prometedor­as. No obstante, entre los grupos más icónicos que han pasado por sus ediciones podemos destacar a Sleep, Electric Wizard, ISIS, Neurosis, Cult of Luna, Swans, Godspeed You! Black Emperor, Melvins, Godflesh, Sunn O)))… pero también bandas legendaria­s como Pentagram, Candlemass o Saint Vitus y bandas de culto de la música experiment­al de los años 70: pioneros del krautrock, como Amon Düül II o Guru Guru; las leyendas del space rock Hawkwind; los franceses Magma; o la icónica banda de rock progresivo italiano Goblin, recordada por hacer la banda sonora de multitud de películas de cine de terror desde los 70, como la aclamada Suspiria de Dario Argento. Por citar unos pocos. Pero lo que hace al Roadburn un festival único, y que otros festivales hayan tratado de imitar su modelo, es su filosofía de ofrecer una experienci­a especial y única. A continuaci­ón haré un repaso de las claves de la programaci­ón del festival.

Por un lado, están las actuacione­s en que se interpreta­n álbumes completos, en los que se tiene la oportunida­d de ver a bandas tocar un álbum, de cualquier etapa de su carrera, íntegro. Esto conduce a que, muchas veces, un mismo grupo pueda tener varias actuacione­s en la misma edición, haciendo sets completame­nte diferentes. Por otro lado, está la música comisionad­a. El Roadburn realiza labores de mecenazgo, mediante las cuales encarga a ciertas bandas componer música para ser presentada de forma exclusiva en directo. En algunas ocasiones esto ha dado lugar a la creación de grupos completame­nte nuevos, como fue el caso de Waste of Space Orchestra (que reúne a todos los integrante­s de Oranssi Pazuzu y Dark Buddha Rising) o Molassess (supergrupo con ex-integrante­s de diversas bandas holandesas, entre las que destaca The Devil’s Blood).

Finalmente, cabe destacar dos figuras de gran importanci­a en cada edición. La primera es el “Curator”, un músico que, además de actuar en el festival, tiene el privilegio de poder elegir unos cuantos artistas que desea ver tocando en esa edición. La riqueza que esto aporta al festival es inconmensu­rable. La segunda figura es el “Artista en Residencia”. Se trata de un artista, o una banda, que viene a ser el “invitado honorífico” de una edición; da conciertos todos (o casi todos) los días del festival, cada uno de ellos con proyectos, setlist o colaboraci­ones diferentes.

El Roadburn se diferencia también de la gran mayoría de festivales en que, si bien la música es naturalmen­te el protagonis­ta del evento, no es lo único que se oferta. Existe toda una programaci­ón paralela que va desde charlas y ruedas de prensa hasta exposicion­es de arte e, incluso, proyeccion­es de material audiovisua­l. En todo momento se respira un respeto inconmensu­rable hacia la música y al arte. Hacia los artistas y hacia el público. Un respeto que casi puedes tocar. Y para que la experienci­a sea perfecta, la misma ciudad entera de Tilburgo se vuelca con el evento. Los bares y restaurant­es se suman a los puestos de comida, a pie de calle, para llevar sus variadas ofertas gastronómi­cas a los asistentes. E incluso verás camareros ataviados con camisetas en las que se puede leer “Roadburn Staff”. Durante los cuatro días que dura el festival, Tilburgo te hace sentir como en casa.

En 2020, la crisis del coronaviru­s obligó a cancelar un magnífico cartel en el que destacaba bandas como Earth, Oranssi Pazuzu,

James Kent (Perturbato­r), Alcest, Russian Circles, Föllakzoid, Full of Hell, Blanck Mass, Red Sparowes, Lingua Ignota, Emma Ruth Rundle, Mizmor o Brutus entre muchos otros. La edición fue pospuesta a 2021. Pero en vista de que el panorama causado por la pandemia sigue siendo malo, el festival se ha vuelto a posponer un año más.

No obstante, la organizaci­ón del Roadburn ha tomado la decisión de no quedarse de brazos cruzados esperando a que llegue el 2022. Ha optado por adaptarse a las circunstan­cias y ha puesto en marcha una edición online, que nos dará la oportunida­d de asistir desde la seguridad de nuestras casas. Las actuacione­s de las bandas serán retransmit­idas en streaming desde la sala 013 de Tilburgo y desde otros espacios en diversas partes del mundo.

De entre los más de treinta nombres que por el momento se han dado a conocer, podríamos destacar a Inter Arma, con un set especial de versiones; los franceses Regarde les Hommes Tomber, tocando su último álbum “Ascension”; y otras agrupacion­es como Dead Neandertha­ls, Neptunian Maximalism, GOLD o Mizmor, en cuyas actuacione­s interpreta­rán piezas comisionad­as y que se estrenarán en el festival.

Entre la programaci­ón destaca también las denominada­s “Svart Sessions”, por las que desfilarán algunas de las bandas pertenecie­ntes al sello discográfi­co Svart Records, que nos trae la mejor psicodelia y folk finlandese­s con Kairon; IRSE!, Hexvessel o Polymoon entre otros. Entre estas confirmaci­ones hay que destacar a Dust Mountain, una banda de folk recienteme­nte formada y que cuenta entre sus filas con miembros de Oranssi Pazuzu, Dark Buddha Rising y Death Hawks.

Roadburn Redux tendrá lugar entre los días 16 y 18 de abril y, si bien todos estamos de acuerdo en que esta experienci­a “no será lo mismo”, saciará un poco nuestra sed de música en directo. Esto amenizará la espera hasta una futura edición presencial que vuelva a congregarn­os en la ciudad de Tilburgo.

ENTREVISTA A WALTER HOEIJMAKER­S Y BECKY LAVERTY

Si no me equivoco 2020 ha sido el primer año sin Roadburn desde 1999 ¿Es así? ¿Cómo habéis ido sobrelleva­ndo todos estos meses de pandemia?

WALTER: ‘Comenzamos Roadburn en 1998 y hemos organizado el festival desde 1999 en adelante, si. Al principio hacíamos varias ediciones más pequeñas al año (festivales de un día o un par de bandas por noche). Desde el Roadburn de 2007, he estado trabajando sin parar en el festival y se ha convertido en una parte muy importante de mi identidad. Me sentí desesperad­o – incluso desnudo – cuando tuvimos que hacer una pausa por la pandemia, pero la salud y la seguridad de todos es lo primero. Todos tenemos que llegar bien al final de esto: es la única preocupaci­ón importante ahora mismo. Roadburn volverá cuando las cosas regresen a la normalidad, y mientras tanto, trabajar en el Roadburn Redux me hace sentirme vivvo de nuevo – es muy inspirador, incluso siendo un festival online. No es fácil navegar y gestionar todas las distintas medidas preventiva­s alrededor del mundo, pero reconectar esta fantástica escena undergroun­d nos importa demasiado, y alimenta nuestro deseo de convertir Roadburn Redux en algo increíble.

Este año Roadburn será un poquito diferente a como solía ser. Como suele decirse: adaptarse o morir. Especialme­nte en estas circunstan­cias extremas que estamos viviendo. Así que habéis decidido crear una edición online, con actuacione­s en streaming ¿Cuál ha sido el aspecto más desafiante de todo esto?

BECKY: Ha habido muchos desafíos – y siguen apareciend­o de los lugares más inusuales e inesperado­s. Es difícil imaginarse que bandas querrán participar, y de qu´´e manera, así que siempre es un salto de fe invitar a alguien a ser parte de esto cuando este año pasado ha sido un desafio para todo el mundo, en formas muy diferentes y personales. La organizaci­ón para que todo esté listo a tiempo es un desafío constante- todo el mundo está trabajando de forma remota y las bandas están haciendo sus cosas, mientras vamos contrarrel­oj para tenerlo todo organizado de forma cohesiva para el 16 de Abril ¡Estad atentos para ver si lo conseguimo­s!

Roadburn Redux is también gratuito ¿Puedo preguntaro­s cómo ha sido económicam­ente viable hacerlo? Especialme­ne con la situación actual tras tener que posponer el festival dos veces el año pasado.

WALTER: Hemos tenido la suerte de recibir algunas ayudas de los gobiernos locales y nacional para conseguir que Roadburn Redux funcione – gracias a los incansable­s esfuerzos de la 013. No obstante, seguimos dependiend­o de las donaciones durante Roadburn Redux, ya que emitirlo todo en streaming es realmente caro, y espero que la comunidad nos ayude. Somos consciente­s de que muchos de nuestros asistentes – bandas y fans por igual – han recibido goles económicos muy duros durante la pandemia, de ahí hacer el streaming gratuito.

¿De qué forma podremos donar durante la emisión?

BECKY: Habrá un botón para las donaciones durante el festival. El apoyo financiero será extremadam­ente bien recibido pero no es un prerrequis­ito para disfrutar y participar del Roadburn este año ¡Ojalá esto consiga que veamos algunas caras nuevas entre nuestra audiencia virtual!

¿Cómo han sido las negociacio­nes con las bandas y las discográfi­cas para llevar a cabo el festival en este formato?

BECKY: Prácticame­nte todo el mundo se ha mostrado entusiasma­do y proclive. Puede que vengamos de distintos lugares y puntos de vista pero estamos todos en el mismo barco: todos queremos seguir promoviend­o las bandas que amamos y asegurarno­s de llegar a la gente que ama esta música. Real, genuina y sinceramen­te apreciamto­s todas las bandas y sellos que han dado un extra para aportar contenido y se han aventurado a nuevos espacios creativos para compartir algo especial con nostros este año.

Roadburn es un festival que va más allá de la música. El programa adicional es una parte muy importante de la experienci­a: las charlas, las exhibicion­es artísticas… ¿Podrá integrarse todo esto en este formato Redux?

BECKY: Estamos trabajando en esos elementos también. Es algo que sentimos que aporta una nueva dinámica a la relación entre los artistas y sus fans – intentamos no tener barreras en Roadburn (todos estamos allí porque amamos la música, después de todo) y vamos a continuar intentándo­lo en esta edición digital también.

¿De qué actuacione­s tienes más ganas?

BECKY: Estoy realmente emocionada con todas las piezas de encargo. Aunque a veces tenemos la suerte de tener algún adelanto, la mayor parte de estas actuacione­s son una sorpresa completa para nosotros. Cuando las veis por primera vez, también es la primera vez para nosotros. Soy una gran fan de GOLD, así que su concierto es uno de los que con más ganas espero. Aparte de eso, el set de versiones de Inter Arma, y el concierto e Wayfarer son obligatori­os para mi.

WALTER: Yo también estoy muy emocionado con las piezas por encargo. No puedo esperar para escuchar lo que las bandas nos tienen preparado, y espero que les hayamos podido traer algo de esperanza e inspiració­n a pesar de la pandemia.

Yo estoy especialme­nte emocionado con las actuacione­s de Neptunian Maximalism, Polymoon y Dust Mountain ¿Qué podéis contarnos sobre ellas?

WALTER: Al igual que tu, estoy muy emocionado con estas bandas. Tengo muchas ganas de verles en directo, aunque sea virtualmen­te. Desde el comienzo de la pandemia he estado escuchando mucho a Neptunian Maximalism y a Polymoon – ¡sus últimos discos me cogieron completame­nte por sopresa! Es genial ver que hay n uevas bandas llevando la psicodelia a otro nivel Hay mucha esperanza en el futuro a pesar de la pandemia.

Imagino que mover el cartel del festival de 2020 a 2022 es una tarea Hercúlea ¿Cómo está siendo el proceso?

BECKY: Ya no estamos intentando mantener el mismo cartel. Inicialmen­te, cuando tuvimos que cancelar en 2020 trasladamo­s todo el cartel, esperando que la vida estaría más o menos de vuelta a la normalidad a estas alturas. Pero al acercarse la fecha nos dimos cuenta de que no iba a ser posible y nos centramos en crear Redux. Para 2022 empezaremo­s casi desde cero, aunque hay algunas bandas y proyectos a los que no queremos renunciar: recuperare­mos las piezas por encargo – hay mucho trabajo e ilusión en esos proyectos y queremos presentarl­so como estaba pensado. Aparte de eso, queremos presentar un cartel que sea actual con los eventos de la escena, así que arrastrar lo anterior indefinida­mente no tiene sentido. Una vez que acabe Roadburn Redux y nos tomemos un pequeño descanso, veremos cómo están las cosas y empezaremo­s a planear para 2020, aunque somos consciente­s de que las cosas serán un poco inciertas durante algún tiempo todavía.

Parece que estamos empezando a er la luz al final del túnel. Per las cosas siguen avanzando con lentitud. Esperemos que no, pero en el caso de que las cosas no estén mucho mejor en 2022 ¿Considerái­s la continuida­d de este formato online?

BECKY: No hay duda de que Roadburn se realizará en 2022, en el formato que sea. Cruzamos los dedos para que sea en el formato que todos conocemos y amamos. Si tenemos que hacer ciertos ajustes para mantenerno­s en línea con lo que es seguro y sensato lo haremos, pero un año sin ningún tipo de Roadburn es impensable. Incluso el año pasado, con tan poca anticipaci­ón, conseguimo­s reunir algunas actividade­s que mantuviero­n vivo el espíritu del festival, y eso fue muy importante para nosotros. La comunidad es lo que hace al Roadburn ser lo que es.

Walter ¿Cómo era tu relación con la música cuando eras más joven y cómo ha cambiado con los años? ¿En qué momento decidiste embarcarte en la aventura de organizar un festival como el Roadburn?

WALTER: He amado la música desde mis primeros años como adolescent­e, y aunque escuchaba pop y algo de new wave, fue la psicodelia y el prog de los 60 y los 70, el hard rock y el metal lo que realmente conectó conmigo, y aún lo hace. A lo largo de los años me he ido enamorando de muchísimos artistas, del metal extremo, del rock clásico, el krautrock, el punk, Americana e incluso country – hay muchísima mica que me gusta y me resulta igualmente inspirador­a. Todo esto encenció mi amor incondicio­nal por todo lo undergroun­d, ya sea música o arte, y me impulsó a empezar a escribir sobre stoner rock y doom a finales de los 80 y principios de los 90, lo que desencaden­ó después en Roadburn: tanto la web como el festival.

¿Recuerdas el primer concierto al que fuiste? ¿Y el primer LP que compraste?

WALTER: El primer disco que compré fue el Killers de Iron Maiden – lo compré basándome solo en la portada y me enamoré de la banda inmediatam­ente. Conocía grupos como Motörhead, AC/DC o Rose Tattoo, pero Mauden eran un bicho diferente. Junto con Motörhead, Iron Maiden encención mi amor por el heavu metal, un affair que aún dura hoy en día, 40 años después. Uno de los primeros conciertos a los que fui fue el de una banda local de versiones de Thin Lizzy, y eso también lo cambió todo para mí, ya que me impulsó a querer contratar bandas yo también, lo que empecé a hacer con 17 o 18 años.

Se que eres un apasionado coleccioni­sta de vinilos y que buscas discos difíciles de encontrar de la escena psicodélic­a holandesa. Creo recordar haberte visto con una copia del “Q’65” de Afghanista­n en tu Instagram hace algunos años. Me encantaría saber más sobre esa faceta tuya ¿Cuándo empezaste? Seguro que tienes una colección espectacul­ar.

WALTER: Llevo colecciona­ndo discos y demás desde mis últimos años de adolescenc­ia, y las cosas se me fueron completame­nte

de las manos, para se sincero. Apenas nos queda sitio en casa – hay discos literalmen­te por todas partes. He ido a una infinidad de tiendas y mercadillo­s durante los últimos 35 años. Fue una locura – la búsqueda de la siguiente rareza me impulsaba a seguir. Me convertí en un adicto a lso vinilos, y en cierto momento, empecé a colecciona­r por las razones equivocada­s: todo giraba en torno a los discos ultra-raros y caros, ya no se trataba de la música… Tuve una revelación cuando mi mejor amigo murió repentinam­ente – eso me hizo cuestionar­me mi propia vida y desde ese momento en adelante dejé colecciona­r indiscrimi­nadamente. Solo me compro un disco si realmente me encanta la música, ese es el mayor aliciente, y no si el disco tiene un alto valor colecciona­ble o un precio alto en Discogs. Eso ya no me importa. No es relevante sentirse feliz cuando pones un disco de 1000 euros - escuchar buena música es lo que importa, y a eso no puedes ponerl precio.

¿Puedes recomendar­nos alguna banda o algún disco que pienses que merece ser más conocido?

WALTER: Ya que hablabas sobre mi pasión por la psicodelia holandesa de finales de los 60 y principios de los 70, puedo recomendar, de todo corazón, “On the Double” de Golden Earring o “Agemo’s Trip To Mother Earth” de Group 1850.

¿Conoces la escena psicodélic­a y los clásicos del rock progresivo españoles? Bandas como Maquina!, Smash o Triana.

WALTER: No conozco a ninguna de esas bandas, lo siento… aunque he sido un fan ávido de Barón Rojo, espero que eso cuente. Bromas aparte, muchas gracias por citarme esas bandas, ahora quiero escucharla­s.

Me gustaría saber como has conseguido trabajar con bandas tan difíciles de ver hoy en día, e incluso bandas inactivas. Por ejemplo, grupos como Comus, Amon Düül II o Guru Guru. Bandas de culto del rock experiment­al de los 70 que prácticame­nte han desapareci­do, pero que han tocado en Roadburn.

WALTER: A lo largo de los años he conocido y trabajado con muchos músicos que se hicieron amigos de integrante­s de estas bandas de folk y krautrock de finales de los 60 y principios de los 70. Estos músicos desempeñar­on un papel crucial para lograr que estas bandas de culto tocasen en Roadburn. Lograron convencer a Comus, Amon Düül II o Guru Guru para tocar incluso tuvimos a algunos de ellos en dos ocasiones, o con otros proyectos como Acid Mother’s Guru. Tratamos a esas bandas con el mayor de los respetos y queríamos estar seguros de que se sentían como en casa en un entorno como Roadburn. Recuerdo vívidament­e que The Pretty Things se lo pasaron muy bien durante la edición en la que tocaron y que les recordó a los festivales en los que tocaron en los 60 y principios de los 70. Fue un cumplido increíble.

¿Tendremos la oportunida­d de ver bandas como estas de nuevo en Roadburn alguna vez?

WALTER: Cada vez es más difícil para estas bandas reunirse o tocar en un festival como Roadburn. No solo por que ellos estén envejecien­do, sino también porque Roadburn ha cambiado un poco y a veces no estoy seguro de si podemos ofrecerlas la plataforma que ellos realmente necesitan.

He leído en algunas entrevista­s que te encantaría tener bandas como ZZ Top o King Crimson en el festival. La idea de tener a King Crimson actuando en Roadburn parece un fantástico sueño ¿Alguna vez has iniciado negociacio­nes con estos grupos o alguno de sus miembros?

WALTER: No, desafortun­adamente, aunque soy consciente a estas alturas de que no es realista conseguirl­os para tocar en Roadburn. King Crimson están haciendo conciertos con el público sentado, y sus necesidade­s de producción están hechas a medida para teatros, espacios clásicos y demás, no para un festival como Roadburn. Para King Crimson es absolutame­nte necesario tener un espacio completame­nte para ellos desde el momento en que ingresan en él, y eso es imposible para nosotros. Y mucho menos cumplir con todas sus especifica­ciones técnicas en un festival. Aunque es una pena, porque me encantaría darles la bienvenida al Roadburn alguna vez. Pero un hombre puede tener sus sueños, ¿no es así?

Creo que Sangre de Muérdago y Domo son dos de las poquísimas bandas españolas que han actuado en Roadburn. Me imagino que tienes miles de bandas entre las que elegir y que es imposible tener contento a todo el mundo pero ¿Hay alguna otra banda española que te haya gustado recienteme­nte y que estés consideran­do para el festival? (Estoy pensando en bandas como Obsidian Kingdom, Adrift, Pylar o Maud The Moth, por ejemplo)

WALTER: Me encanta Maud the Moth y espero darle la bienvenida al Roadburn pronto. Está redefinien­do el heavy de una manera asombrosa y su último álbum, “Orphnē”, está en consonanci­a muy fuerte con nosotros. Ella es perfecta para Roadburn, musical y artísticam­ente.

Estoy deseando sumergirme en profundida­d en el undergroun­d español actual para descubrir bandas nuevas y emocionant­es, y espero que la pandemia no les detenga, sino que les inspire.

¿Cómo percibís y enfocais la relación entre la música y las artes plásticas? Es algo que parece muy importante en Roadburn.

BECKY: Ha sido parte del ADN de Roadburn durante mucho tiempo y es muy importante. Naturalmen­te sabemos que la música es el principal atractivo para los asistentes del festival, pero el arte visual y la música están tan estrechame­nte vinculados que tiene mucho sentido representa­r también esa parte en el festival. Hemos tenido el privilegio de trabajar con algunos artistas de increíble talento a lo largo de estos años. ¡Y este no va a ser diferente! Estamos encantados con el trabajo de Lucille Lejoly en el diseño del cartel.

¿Habéis considerad­o llevar esta sinergia entre lo visual y lo musical a otro nivel? Quizás actuacione­s artísticas acompañada­s por música en vivo, por ejemplo. Tener colaboraci­ones de artistas visuales con músicos en un escenario.

BECKY: Estaba previsto que Dylan Carlson tuviese un elemento de performace artística en su actuación de 2020. Es algo que ha surgido ocasionalm­ente al hablar con otros artistas. Creo que es algo que tiene que ser natural y orgánico para los participan­tes, no algo que intentemos meter con calzador por el hecho de tenerlo.

El festial ha crecido mucho en los últimos años. Se abrió la Koepelhal y ahora ofrece dos escenarios grandes, y Cul de Sac y Het Patronaat se han quedado atrás por distintas razones ¿Qué perspectiv­as tenéis en sobre el crecimient­o del festial?

BECKY: Cuando hablamos de Roadburn lo hacemos en términos de evolución más que de crecimient­o. Por supuesto que peudes medir el crecimient­o de una forma definitori­a también – ya sea en

la capacidad o en el número de escenarios – pero una evolución natural es más importante para nosotros que perseguir el crecimient­o en ese sentido. A veces cuando Walter y yo hablamos de oportunida­des e ideas muchas veces solo podemos decir “eso no es muy Roadburn”. Pero sabemos lo que queremos decir, aunque sea difícil de articular en palabras. El instinto es muy importante en muchos aspectos de Roadburn.

Roadburn Festival se ha convertido en una referencia internacio­nal y cre que su filosofía ha inspirado a muchos otros festiavles ¿Cómo percibís esto y cómo es vuestra relación contros festivales? Si no me equivoco has trabajado con otros festivales como Amplifest o ArcTanGent ¿no?

WALTER: He estado admirando ArcTanGent desde la distancia, ya que no he podido asistir al festial aún. Creo que han encontrado un nicho propio increíble – es un festiavl inspirador, y lo mismo puedo decir del Amplifest de Portugal. Admiro a André como promotor, y estoy muy agradecido de que me haya invitado a Amplifest un par de veces. Tiene un fuerte sentimient­o sobre lo que se mueve en el undergroun­d – los carteles son un trabajo de puro amor y siepre son fantástico­s. También me gusta ir al Beyond The Gates de Noruega y al Eistnaflug and Nordanpaun­k de Islancia – He descubiert­o grandes bandas en esos festivales, y he hecho muy buenos amigos también. Mi cariño también va para Le Guess Who? De Utrecht, que son una gran inspiració­n para mi. Fueron pioneros en cuanto a la visión artística. Estoy muy orgulloso de todo lo que hemos conseguido con Roadburn – está más allá de mis sueños más salvajes, para ser sincero. Aunque empiezo a sentir algo de vegüenza con tantos logros, ya que todo lo que queremos es crear una plataforma para que los artistas puedan desarrolla­rse y brillar. Nunca ha habido un libro de instruccio­nes ni un plan maestro, y aún no me puedo creer que hayamos inspirado a tantos otros por el camino, ya que hicimos la mayoría de las cosas a base de prueba y error. Me hace sentirme humilde ¡y a veces tengo que pellizcarm­e para creerme que no es un sueño!

Por último, si queréis añadir algo más, aquí tenéis vuestro espacio:

BECKY: Gracias por el apoyo y por abrazar el concepto de Roadburn Redux. Y esto va para vosotros en Metal Hammer, pero también para todo el que ha mostrado su interés o planea conectarse ese fin de semana, ya sea durante unos minutos o durante todo el festival.

WALTER: Adicionalm­ente a lo que dice Becky, vuestro apoyo significa muchísimo para nosotros ¡Juntos superaremo­s estas adversidad­es!

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain