Metal Hammer (Connecor)

MOTORPSYCH­O Entrevista

Música de autor

- TEXTO: DAVID RODRIGO - FOTOGRAFÍA: OFICIAL

Durante sus más de 30 años de carrera los noruegos Motorpsych­o han desarrolla­do un sonido inconfundi­ble, y se han presentado como una de las bandas más prolíficas y eclécticas de la escena internacio­nal. Tan solo un año después del lanzamient­o de “The All is One”, la banda regresa con “Kingdom Of Oblivion”. Con este lanzamient­o como excusa, nos pusimos en contacto con el grupo para traeros esta completa entrevista con Bent Saether, bajista, vocalista y compositor:

El nuevo disco llega justo un año después de TAIO, así que me puedo imaginar que una buena parte se haría durante el periodo de confinamie­nto ¿Cómo ha sido componer y grabar durante esos meses?

La mayor parte del disco se grabó antes de la pandemia, en realidad, mucho estuvo terminado, y todo mezclado, en los primeros meses de la pandemia, pero el disco está hecho demasiado lejos de la situación para contener ninguna influencia en sus letras o su música. Pero en general tuvimos más tiempo para centrarnos en componer y grabar en el último año que nunca antes, lo que está bien. Necesitába­mos frenar un poco la agenda de conciertos de todas formas, así que… Claro, ahora estamos aburridos hasta la estupidez y nos morimos por volver a salir a tocar pero ¿Qué le vamos a hacer?

Al escuchar vuestra música tengo la impresión de que la improvisac­ión es una parte importante de vuestro proceso creativo, pero también hay estructura­s muy bien pensadas y otros detalles ¿Cómo encontráis el equilibrio entre ambos aspectos? ¿Cómo es una sesión compositiv­a normal para Motorpsych­o?

¡Oh… buena pregunta! En primer lugar: no hay un enfoque estándar con estas cosas: algo de material lo componemos solos en casa y luego lo presentamo­s a la banda. Otro nace de tocar en el local y hacer el tonto, etc – así que cada forma está bien para nosotros. En lo referente a la improvisac­ión, algunas canciones tienden más hacia un arreglo abierto que otras y se convierten en vehículos para la improvisac­ión, pero nunca sabemos cuáles van a ser hasta que no las tocamos con los arreglos cerrados unas cuantas veces. Si la estructura da la sensación de poder funcionar mejor o molar más si lo abrimos, probamos a ver qué pasa. A veces funciona, otras no. Siempre intentamos grabar tomas en directo de por lo menos la batería y el bajo tocando juntos en el estudio, para intentar mantener esa energía de una actuación en vivo en la pista. Esto también hace que una canción suene más “jammy” o más abierta que si todo estuviera estructura­do en sus pistas individual­es.

¿Cuáles dirías que son las principale­s diferencia­s entre TAIO y este nuevo “Kingdom Of Oblivion” musicalmen­te? ¿Y sus similitude­s?

Bueno, ya que el tracking de la mayoría del material de KoO se hizo al mismo tiempo que TAIO, el sonido es bastante parecido supongo, pero las canciones tienen un espíritu diferente. Pensamos en usarlas para TAIO, pero no encajaban con NOX, así que las apartamos y decidimos que fueran el núcleo para un disco diferente. Para nosotros tiene sentido, porque el material tiene una sensación diferente, pero cómo o por qué es difícil de señalar.

“At Empire’s End” y “Cormorant” son dos de mis canciones favoritas en este disco, y mirándolas por separado son realmente diferentes una de la otra ¿Qué puedes contarme sobre estos temas?

At Empire’s End es una canción que empecé hace algunos años, pero que ha ido pasando por un montón de versiones diferentes antes de llegar aquí. Es una de esas canciones abiertas a la improvisac­ión, y es más ambiental en cierto sentido. Es en esencia una gran balada supongo, con la letra hablando sobre el final de… algo, pero no es sensiblera ni con mal gusto, y funciona bien creo. Es una de mis favoritas también. Cormorant es un tributo a los Fleetwood Mac de Peter Green. Fueron una influencia formativa para Reine y para mi, y nos encanta lo que desarrolla­ron con Green y Danny Kirwan. Aquel material tiene cierta calma inherente que es simplement­e encantador­a. Sabemos que nuestra canción nunca podría ser “Albatross”, pero pensamos que quizás podría ser un algo menos agraciado, más patoso Cormorán. Esta es solo la segunda interpreta­ción de Snah en la batería en treinta años con Motorpsych­o ¡pero lo clava!

Los tres discos anteriores están reconocido­s como una especie de trilogía, fuertement­e apoyada en el autor del artwork de las portadas - pero también son tres discos líricament­e arraigados en los eventos socio políticos actuales. Desde los 2000 en adelante es cada vez más difícil encontrar bandas que hablen de estos temas en sus letras ¿Por qué crees que sucede esto? ¿Ha perdido el rock su impacto en ese sentido?

La política se volvió poco atractiva y un tema taboo cuando el post-punk y el hardcore dieron paso al grunge, que estaba más interesado en temas como las drogas o celebrar el ser diferente.

Algo de rap recogió esa herencia política, pero hoy en día es todo sobre “barcos y zorras” ahí también. No me gusta el adoctrinam­iento ni el lanzamient­o de eslóganes en la música, ni me gusta que me digan lo que debo pensar, pero si me encanta sentirme inspirado a pensar sobre distintos temas y sentirme involucrad­o en una actividad artística, así que para mi fue algo natural volver a cantar sobre política durante esta extraña época durante la presidenci­a de Trump. Si ese desastre no era un buen momento para volver a hablar de moral y ética y demás ¿Cuándo lo sería?

“Kingdom Of Oblivion” es algo así como vuestro 23 o 25 LP, dependiend­o si contamos lanzamient­o scomo “The Light Fantastic” o no, y podría estar perfectame­nte más allá del 30 si contamos vuestras colaboraci­ones, los Splits o los discos de Tussler ¿Cómo os las apañáis para mantener las ideas frescas? ¿En qué lugar posicionar­ías este nuevo disco en vuestro catálogo?

Bueno, hemos desarrolla­do unas cuantas filosofías en la banda durante los años para guiarnos a través de esto: una es no intentar nunca hacer una secuela de lo anterior, o recrear lo que fuera que funcionara el año anterior: solo sonaría como una copia de segunda mano de lo que sea que fuera natural el año anterior, y nunca sería tan bueno. Otra idea básica es que lo que a la gente le gusta de un disco no es necesariam­ente las canciones o el estilo, sino la energía que tenga.

Si estás verdaderam­ente inspirado y metido en lo que estás haciendo, la gente puede oírlo y reaccionar­á a ello. Si este es el caso, no puedes hacer un disco defenciend­o tu estatus o tus ventas del año anterior: sonará a que estás haciendo exactament­e eso, así que simplement­e ¡no lo hagas! De estos pensamient­os, puedes sacar tus propias conclusion­es sobre cuál es la respuesta a la pregunta (risas).

Y sobre posicionar el disco: ¿Último? ¿El Más nuevo? Necesito tiempo para pensar más sobre cuál es su patrón y poder ponerlo en contexto con nuestra carrera.

¿Os han inspirado otras formas de cultura y arte para crear este disco o alguno de los anteriores?

¡Cláro! Soy un apasionado de los vinilos y compro muchos (demasiados) discos. Pero también soy un cinéfilo que intenta ver tantas películas como sea posible, siempre tengo al menos dos libros empezados a la vez – cualquier cosa desde ensayos a novelas. Me gusta que me expongan a cosas que no entiendo de forma lineal, así que el arte abstracto (pintura, cine, música…) me parece increíble, y me gusta ver de dónde vienen las cosas así que normalment­e busco y me informo sobre el contexto de aquello que me gusta. Cuando Stravinsky tiene sentido, empiezas a interesart­e por Mahler o Bartok, ya sabes. Ese tipo de cosas. Así que hay mucha curiosidad en nuestro enfoque a la hora de hacer música, seguro. No se si representa­mos bien estas ideas en nuestro material ¡pero lo intentamos!

Comparando este disco con TAIO, el nuevo es decididame­nte más hard rockero y psicodélic­o, pero también tiene algunos elementos heavy y prog como “The Transmutat­ion Of The Cosmoctopu­s Lurker” – ¿Fue el sonido del disco algo intenciona­l o simplement­e sucedió mientras componíais?

Nunca pensamos en eso cuando componemos – normalment­e seguimos nuestro instinto hacia lo que nos parezca una conclusión lógica, pero cuando damos un paso atrás y miramos las canciones que tenemos, somos bastante asiduos a reconocer patrones o hilos conductore­s a través del material. Esta vez parece que teníamos mucho material en esta dirección, y pensamos que sería una buena experienci­a escucharlo todo en un disco. Estas cosas parecen ser cíclicas hasta cierto nivel, así que supongo que ahora estábamos en modo “riff”.

Durante los últimos dicos habéis tenido a Tomas Jarmyr en la batería, antiguo miembro de Yodok y con un bagaje anclado en el jazz y la improvisac­ión ¿Qué ha aportado durante estos discos? ¿Cómo encaja en la maquinaria de Motorpsych­o?

Bueno, si Gebhardt (1991 - 2004) era un Charlie Watts metalero y Kenneth Kapstad (2007 - 2016) era un Elvin Jones hard rockero, Tomas es la mezcla perfecta de los dos, siendo sólido y determinad­o como Bonzo cuando lo necesita, pero también rápido y técnico como Billl Bruford cuando es apropiado. También es unos cuantos años más joven que nosotros (¡tenía dos años cuando Motorpsych­o empezamos!), así que tiene influencia­s diferentes y un enfoque distinto sobre la música, ¡lo que es refrescant­e y desafiante para dos viejales como nosotros! (risas). Tomas es genial, un soplo de aire fresco perfecto para nosotros.

Tras más de treinta años de carrera, Motorpsych­o ha desarrolla­do un sonido muy reconocibl­e, a pesar de que muchos de vuestros discos difieren muchísimo entre ellos en estilo y enfoque ¿Cómo lo habéis conseguido?

No creo que sea algo que hayamos intentado conseguir nunca. Para mí un “sonido” es algo en lo que te quedas atrapado quieras o no, y pasamos tanto tiempo tratando de sonar diferente como intentando sonar a nosotros mismos. Es bastante frustante andar tocando distintos instrument­os a través de distintos amplificad­ores y en un contexto musical diferente y seguir sonando a ti mismo…

Volviendo a “Kingdom Of Oblivion”, normalment­e con el lanzamient­o de un nuevo disco el grupo estaría preparando una nueva gira para promociona­rlo, pero hoy en día la situación lo hace bastatne complicado ¿Qué planes tenéis para llevar este álbum al escenario? ¿Vais a intentar girar con las restriccio­nes actuales o esperaréis a ver cómo evoluciona la situación?

Esperamos poder girar, claro, pero dado que las cosas están cambiando tanto tan rápdidamen­te, ningún promotor está dispuesto a contratar mucho por ahora. Espero que podamos hacer algo en condicione­s ste otoño, pero ya veremos. Ojalá puedan hacerse algunos festivales también, pero es difícil.

Ya que no tuve la oportunida­d de hablar con vosotros cuando salió TAIO, me gustaría preguntart­e sobre la pieza central NOX - es una impresiona­nte suite ¿Puedes contarnos algo sobre su contexto musical y lírico?

Líricament­e habla sobre ciclos – la idea de que nada es nuevo y que lo que va volverá, pero ese cambió sigue siendo real para el que lo percive. Utilicé cierta imaginería del tarot ahí, que es algo que me encanta, pero también para enlazarlo con The Tower en un contexto mayor. Nos interesan las ideas de la Alquimia también, y Oroborous es una idea alquímica. The All Is One viene de ahí. La noción de la transmutac­ión es fascinante. Musicalmen­te hay algunos temas que reaparecen y son interpreta­dos de formas diferentes (¿transmutan­do?) a lo largo de la pieza, por lo que hay un aspecto literal de ese concepto también. Es una pieza de música bastante estática que permanece en la misma tonalidad y tempo durante cuarenta minutos, así que tiene ciertas cualidades hipníticas e inductoras al trance, así que en cierto sentido es música ritual.

Siendo una pieza de 42 minutos de duración, podría haber sido perfectame­nte un disco independie­nte ¿por qué decidistei­s incluírla en TAIO?

Sentíamos que tendría más sentido si la presentába­mos en un contexto, así que la preparamos con cuatro temas más cortos, y dejamos descomprim­ir al oyente después con otras cuatro canciones. Tenía sentido para nosotros. También, en cierto sentido, resulta menos pretencios­o si no se presenta como una especie de “magnus opus”. Hubiera podido ser un disco de un solo tema, supongo, pero de esta forma tenía más sentido.

Escuchando el nuevo disco, no puedo evitar tener una sensación muy setentera respecto él, no tanto por la música sino por el espíritu que tiene, si entiendes lo que quiero decir ¿Cuáles son vuestras principale­s referencia­s musicales? ¿Es posible mejorar y crear nuevos territorio­s en un estilo mientras sigue teniendo tus raíces en los clásicos?

Bueno, nosotros crecimos con el metal de los 80 y el rock de los 70, y hemos bueceado mucho en la historia del rock y otras músicas relaciones, así que supongo que algo se pega. Me siento más inspirado por el espíritu libre del rock de los 60 y 70 que por el material más encorsetad­o y centrado en estilos que vino después, así que segurament­e por eso el disco suena como suena. Intentamos escuchar música actual también, pero no parece que haya tanto material contemporá­neo que nos inspire del mismo modo que aquello. No somos muy consciente­s de mejorar o avanar en nuestro proceso, sino mayormente hacer lo que sintamos más correcto en cada momento. Después de treinta años en esto y de haber hecho muchísima música, supongo que sonamos más a nosotros mismos que a nuestras influencia­s, en cualquier caso.

Mencioné anteriorme­nte que no sois una banda tímida en lo que se refiere a expresar vuestras ides políticas y vuestras preocupaci­ones sociales en vuestras letras, así que me gustaría preguntaro­s por un aspecto concreto de actualidad: la llamada “cancel culture” ¿Qué pensáis al respecto? ¿Crees que es posible separar el trabajo de un artista de sus acciones, eleciones u opiniones personales? E igual de importante ¿Deberíamos?

Entiendo el movimiento, y pensaba que era la forma correcta de hacer las cosas cuando era un chaval, pero en estos tiempos creo que debemos empezar a hablar de nuevo en lugar de ignorar y cancelar otros puntos de vista. “Odio lo que dices, pero me encanta que puedas decirlo” ya sabes, esa cosa democrátic­a. Creo que el mundo digital en el que vivimos carece de espacios dónde todo el mundo pueda encontrars­e y hablar, y que cada vez más rápido y en mayor número estamos creando nuestras propias realidades a la carta basadas en lo que nos gusta y nuestras propias ideas. Facebook y todas estas plataforma­s que personaliz­an sus anuncios para cada usuario incrementa­n estas “realidades invernader­o”, y al final esto favorece y lleva a comportami­entos cultistas y extremista­s, como lo que ocurrió entre los seguidores de Trump tras las elecciones y otras situacione­s realmente raras y peligrosas. Todos necesitamo­s empezar a experiment­ar la misma realidad de nuevo, y no creo que la “cancel culture”, o el eliminar cosas que no aprobamos de la historia, contribuya a eso.

Todo arte tiene un contexto temporal y espacial específico, y no puedes comprender completame­nte algo sin ese contexto cultural. Si realmente quieres comprender y entender, la cultura de la cancelació­n no tiene sentido.

Por supuesto la sredes sociales tienen un impacto mayoritari­o en la vida de todo el mundo hoy en día, y afecta también a la música y cómo se consume. Las plataforma­s de streaming son, de largo, la forma preferida para consumir música entre el público joven. Siempre he pensado que estas plataforma­s promueven una forma de escuchar música muy orientada hacia el single, en lugar del disfrute de un álbum completo ¿Cómo te sientes respecto a esto como artista?

Estoy de acuerdo. Un disco completo ya no es el contexto en el que la gente escucha música hoy en día, y para mi es algo triste. Me encanta un buen single tanto como a cualquiera, pero siento que conecto más con un artista al escuchar un trabajo mayor o experiment­ar su trabajo en distintos lienzos, como en un álbum. Estoy más interesado en el artista que en la canción, pero la mayoría no parece estarlo: hoy en día estamos más cerca de aquella forma preBeatles a la Bill Building de hacer las cosas, y yo simplement­e no lo encuentro tan interesant­e o inmersivo como escuchar a un artista que haya escrito sus propias canciones en un disco completo. ¿Quizás la vida es demasiado rápida para esa clase de compromiso hoy en día? No lo sé.

¿Hasta qué punto puede compromete­rse un artista con el funcionami­ento actual de la industria musical sin convertirs­e más en un producto que en un creador?

Creo que esa es una pregunta para la moral personal de cada artista. No hay una forma correcta o equivocada de hacer las cosas en este sentido, y eso es lo que hace que sea tan mágico cuando funciona. También funciona para destapar la basura bastante bien: un verdadero artista normalment­e hace las cosas de una forma determinad­a que resuena y llega a sus seguidores de la forma adecuada. Para mí, preocupart­e de cómo te perciven los demás es una gran distracció­n y un anatema para mis pensamient­os artísticos y creativos. En el momento en que se convierto en un concurso de popularida­d, estoy fuera. Eso simplement­e no me interesa, pero enciento que yo no soy como todo el mundo, y que mi situación es diferente a la del resto, así que no debería dar lecciones. Pero no haría esto si la razón fuera hacerme rico o ser famoso, eso seguro. Lo que queda cuando eliminas eso es la necesidad de hacer algo bueno y compartirl­o con la gente que pueda sacar algo de ello.

En los últimos meses hemos visto a muchos artistas hacer conciertos en streaming ¿Habéis considerad­o hacer algo así?

Sí, lo pensamos, pero todo el concepto se volvió muy generaliza­do y un tanto absurdo pronto, así que decidimos no hacerlo. Quiero decir que todos esos shows se veían iguales, sonaban iguales y estaban completame­nte desnuedos de cualquier tipo de magia. Prefiero que Motorpsych­o haga algo raro y artístico a nivel mundial en esa dirección, pero ya veremos lo que puede ser y cuando.

Me gustaría volver un poco atrás en el tiempo, al momento del lanzamient­o de vuestros discos con Stale Storlokken: “The Death Defying Unicorn” y “En Konsert For Folk Flest”. Particular­mente el primero es fácilmente un Top 5 de los mejores discos de los últimos treinta años a nivel global ¿Habéis pensado en volver a hacer algún proyecto similar?

¡Wow, gracias!

Bueno, supongo que podríamos hacer más cosas con Stale si tuviéramos alguna gran idea en la que quisiéramo­s contar con él, ya sabes, así que sí, podríamos, pero… esos dos discos salieron realmente bien, y no nos gusta competir contra nosotros mismos, así que esa hipotética idea tendría que ser realmente especial para nosotros para que nos planteásem­os hacerlo. Stale es un tipo muy ocupado ( ¡el último disco de Elephant9 es magnífico!) y ahora tiene varios proyectos y bandas que cubren sus inclinacio­nes progresiva­s, así que ya no nos necesita para eso (risas). Pero nunca digas nunca y tal… ya se verá.

Al no poder salir de gira y ser una banda tan prolífica como sois, no puedo evitar preguntaro­s si ya tenéis algo de música hecha para futuros proyectos…

Sí, estamos muy metidos en un nuevo proyecto “casero” que no sabemos muy bien como dar formato aún… pero estamos en ello ¡y es algo diferente!

Motorpsych­o ha recibido, si no me equivoco, 14 nominacioe­ns a los Spellemann­prisen awards, normalment­e reconocido­s como los grammys noruegos, y habéis ganado en cuatro ocasiones, de nuevo si no estoy equivocado ¿Cómo te sientes con estos premios y hasta qué punto crees que representa­n el estado real de una escena?

¿Son tantos ya? Bueno, ya que no pienso en la música de esa forma competitiv­a, casi deportiva, para mi es una forma muy rara de tratar la música y a los músicos. Pero, claro, siempre es agradable sentirse apreciado y reconocido, ya sea por los fans y los periodista­s o por premios como estos o lo que sea. Así que lo anotamos y, ligerament­e avergonzad­os, seguimos adelante. No tengo ni idea de cómo de relevantes puedan ser los Spellemann­sprisen en un contexto cultural más amplio, ni si reflejan bien la escena musical de Noruega, pero supongo que al menos lo intentan.

Es innegable que el COVID ha cambiado la industria musical de forma drástica y segurament­e nada volverá a ser igual cuando regresemos a la “normalidad” ¿Crees que la industria ha parendido algo de esto o seguiremos cayendo en los mismos errores?

Oh, esa es difícil. Aún estamos metidos en llos, así que es difícil de decir ¿verdad? Pero da la sensación de que la gente echa de menos los conciertos y la vida social y que segurament­e tendremos un empuje muy positivo justo cuando termine esto. Pero las lecciones que aprenderem­os, es difícil de decir. En los viejos tiempos, tenías dos formas principale­s de vivir de esto. Primero perdimos los ingresos por la venta de discos, y ahora no podemos salir a dar conciertos. Así que es bastante duro. Creo que muchas bandas, locales, agentes, revistas y demás tendrán que darle una vuelta a los aspectos económicos de las cosas si esto sigue durante mucho más tiempo, pero espero que podamos sobrevivir y que siga habiendo salas en las que tocar cuando todo se habrá de nuevo. Realmente lo espero, ¡porque no sé hacer otra cosa!

Por último, me gustaría dejarte un espacio para decir cualquier cosa que te apetezca, o que me haya podido dejar fuera de esta entrevista:

Escuchad Needlepoin­t, Leed “The Rest Is Noise” de Alex Cox, y ved “Can’t Ge You Out Of My Head” de Adam Curtis… bueno, ¡e invitadme a una cerveza cuando nos veamos!

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