SECTOR METAL Y ECONOMÍA CIRCULAR
Hace no tanto nuestras instituciones europeas lanzaban una ambiciosa iniciativa entorno a la economía circular pero desde mucho antes y cada día más una industria como la nuestra, la del metal, es consciente de que el futuro viene de la mano de sectores eficientes en el uso de los recursos, cuyos impactos ambientales son los menores posibles, capaces de crear así productos innovadores y capaces de aprovechar y conservar los recursos utilizados dentro de la economía (llamémosla ahora circular) cuando un producto llega al final de su vida útil y es capaz de recuperar los recursos en ellos contenidos para seguir creando valor. Conceptos que ahora se nos antojan novedosos como ahorros en el consumo de recursos, el ecodiseño, o el reciclaje y la recuperación de materiales usados tan valiosos como los metales para la producción de nuevos productos forman parte desde siembre del ADN de nuestro sector. En un escenario de escasez y fluctuación de precios de las materias primas, la economía Circular contribuye a garantizar la seguridad de suministro y la reducción de costes. Una economía más eficiente en el uso de los recursos, nos abre un escenario de mayor innovación y competitividad, de menor producción de residuos, que limita el consumo de la energía y que contribuye a evitar impactos ambientales no deseados. Por todo ello, la industria debe ahora redoblar esfuerzos para avanzar hacia una Economía si cabe más Circular que permita profundizar en la implementación de modos de organización de la producción caracterizados por una mejor gestión de stocks y flujos de materiales, energía y servicios. Desde la administración española el MAPAMA ha recogido recientemente el guante del Plan de Acción sobre Economía Circular de la Comisión Europea y prepara en la actualidad el desarrollo de la Estrategia Española de Economía Circular que pronto verá la luz. Por el momento son sólo algunos los detalles que han trascendido de la misma. Entre ellos sabemos que será una estrategia en dos fases, que tendrá un horizonte a largo plazo (España 2030) y un Plan de Acción a corto plazo (Plan 2018-2020). Sabemos asimismo que habrá iniciativas orientada a ámbitos clave de la economía circular como son: • Producción: promover la reparabilidad, durabilidad y reciclabilidad; desarrollo normativa de ecodiseño; fomento de las etiquetas ecológicas; fomento de los Sistema de Gestión Ambiental (EMAS), etc.
• Consumo: Contratación Pública Ecológica; estrategia de Desperdicio Alimentario; campañas de sensibilización; etc.
• Gestión de Residuos: actualización de la normativa de residuos; incrementar la trazabilidad de los residuos; incrementar la inspección; estudios de fiscalidad ambiental,...
• Materias Primas Secundarias: subproductos, fin de la condición de residuos,...
• Reutilización de aguas: ajuste normativa de reutilización de aguas residuales generadas (Revisión del Real Decreto 1620/2007), etc.
• Sensibilización y participación: campañas de sensibilización para un consumo responsable; pacto por una economía circular,...
• Investigación, innovación y competitividad: financiación de proyectos de I+D+i, coordinación con instituciones de innovación,...
• Empleo y formación: identificación de nuevas oportunidades de empleo; desarrollo de módulos formativos para nuevos empleos; difusión de buenas prácticas relacionadas con Responsabilidad Social Corporativa, etc.
Desde el sector del metal sabemos que la economía circular es una herramienta para favorecer el crecimiento, la innovación, la competitividad y el empleo, y lograr la recuperación económica sostenible en Europa. Apoyamos el concepto de Economía Circular y confiamos en un diálogo e interlocución permanente con la administración española en la construcción de la Estrategia Española de Economía Circular que nos permita avanzar en la consecución de objetivos comunes. Ahora bien, debemos insistir una vez más en la necesidad de identificar y eliminar las barreras técnicas y legales debidas a fallos en la legislación o en su implementación. A este respecto existen muchos ejemplos a nivel nacional en los que la diversidad de interpretaciones entre Comunidades Autónomas respecto a la legislación de residuos ha producido impactos negativos en lograr el aprovechamiento de los residuos, eje que entendemos fundamental en el desempeño mismo de la economía circular.