CÓMO TRATAR LAS AMPOLLAS
• Lo primero es lavar la zona con jabón y aclarar con abundante agua. Según Víctor Alfaro, director general de Podoactiva y podólogo del Real Madrid y la Federación Española de Atletismo, “es importante drenar el líquido lo antes posible, ya que, en caso contrario, coagulará generando un problema durante mucho más tiempo. Lo ideal sería acudir a una clínica podológica donde, mediante una pequeña incisión, se evacuará el líquido.
De no ser posible, hay que pinchar la ampolla con una aguja desinfectada”.
• No es recomendable colocar encima de la zona dañada un apósito que contenga adhesivo, ya que al despegarlo puedes dañar más esa parte. Es mejor cubrirla con “una gasa antiadherente para evitar que se pegue y cubrirla con esparadrapo de papel, que tiene mejor transpiración”.
• Además de una buena hidratación o el uso de calcetines técnicos sin costuras, las ampollas pueden evitarse con el uso de plantillas personalizadas “cuando los pies son o excesivamente cavos (con el arco elevado) o excesivamente aplanados (valgos o pronados)”.