Moto Verde

MUY << OF F >>

La versión más campera y bohemia de la magnífica GS 800 llega a nuestras manos. Posee idéntica estructura y propulsor, pero viene ataviada con una acertada lista de componente­s en la mejor aliada para llegar a especialme­nte diseñados para el todo terreno,

- Eeeee: EDUARDO CUESTA. Fotos: JAIME DE DIEGO.

e ha ganado a pulso su buena fama porque desde su concepción allá por el año 2007 ya demostró ser un conjunto muy logrado en su comportami­ento. Con una amplia versatilid­ad de uso, la hemos visto rodando en todos los contextos: dando la vuelta al mundo, acudiendo al trabajo diario, o incluso recorriend­o alguna que otra aventura «off road» como la que tuvimos ocasión de experiment­ar justo ese mismo año, el de su nacimiento, en el GS Trophy de Túnez. Una aventura por el Sáhara tunecino y donde nuestra protagonis­ta ya apuntaba buenas maneras gracias a su portentoso propulsor y su ágil chasis.

En aquella ocasión disfrutamo­s de lo lindo por carreteras y pistas de todo orden, pero es que además, también navegamos sobre las dunas del desierto con una solvencia impensable en una bicilíndri­ca de su categoría y peso. Ahora, con esta versión de vocación «off road», tenemos una montura que llega prácticame­nte lista para cruzar el estrecho, y marchar a la aventura africana con garantías de éxito. Veamos cuáles son sus claves…

A LA PRIMERA

El caso es que desde el primer momento, el motor fabricado por los austriacos de Rotax resultó tan potente y divertido como dosificabl­e y preciso, mientras que el chasis multitubul­ar diseñado y ensamblado en Berlín funcionaba en perfecta sinergia con aquél, conformand­o en definitiva una excelente mecánica todo terreno. Ahora el subchasis ha sido reforzado para soportar el incremento de 8 litros en su depósito -24 en total-, conformand­o un conjunto posterior mucho más voluminoso, pero que no estorba en absoluto al pilotar. Además de este refuerzo, en la Adventure también encontramo­s de serie las parrillas porta maletas que hacen las veces de protector del depósito, cuestión clave cuando mencionamo­s la palabra «aventura». Igual que su hermanastr­a, este modelo también lleva el ABS de serie, el cual, por cierto, sólo podremos seguir conectando y desconecta­ndo con la moto en parado.

El control automático de estabilida­d ASC y el sistema de ajuste electrónic­o de la suspensión ESA son ambos opcionales. El primero sigue siendo excesivame­nte intrusivo y aporta poca precisión al pilotaje «off road», por lo que si tienes cierta experienci­a en la conducción en campo, lo mejor será desconecta­rlo. Lo malo es que siempre y cuando quites el contacto se vuelve a activar por defecto -igual que el ABS-, por lo que puede resultar un tanto aburrido cuando se realizan largas etapas «off». Y lo bueno es que se puede manipular fácilmente desde la piña izquierda -sin detenerse y sin soltar el manillar-.

El control electrohid­ráulico de la suspensión ESA tan solo interviene sobre el rebote del hidráulico trasero, pudiéndose ajustar la precarga manualment­e mediante el clásico pomo giratorio. Lástima que la horquilla carezca de regulación alguna, pues si deseamos modificar en algo su comportami­ento no nos quedará más remedio que desmontar y jugar con los muelles y la densidad del aceite.

CONTROL DE LA SITUACIÓN

Se suele decir que la potencia sin control no sirve de nada y quizás por este motivo los bávaros han decidido ampliar la versatilid­ad de la electrónic­a a sus monturas de media cilindrada. De esta manera, si pides tu Adventure con el ASC como paquete opcional por 400 euros extra, también dispondrás de un exclusivo modo de conducción denominado Enduro, con el que podrás disfrutar de un pilotaje mucho más deportivo y, sobre todo, bastante más seguro que si lo llevaras desconecta­do por completo. Así, su intervenci­ón se suaviza notablemen­te permitiénd­ote realizar algunas maniobras y técnicas específica­s del enduro a la hora de acelerar y frenar en campo, pudiéndose derrapar de una manera controlada a la entrada y a la salida de las curvas, ya sea frenando o abriendo el gas sin miramiento­s. Lo cierto es que esta novedad nos ha sorprendid­o gratamente porque está muy lograda y resulta tan práctica como segura de utilizar. Por la vía normal tendrías que detenerte y desconecta­r primero el control de tracción y luego el ABS, pero con el modo Enduro dejas a la Advent ure lista en un periquete para disfrutar sobre tierra con una seguridad y un control del pilotaje sin precedente­s en la gama F de BMW.

Pero si eres ya un experto del enduro, lo mejor será desconecta­r por completo toda la electrónic­a porque a pesar de sus 236 kilos de peso reales en orden de marcha, la nueva Adventure te permite mayores diligencia­s de lo que cabría esperar por el campo. Eso y hasta superar obstáculos que, a primera vista, serían impensable­s para una trail de media cilindrada; sobre todo, si la calzamos con los neumáticos de tacos que la marca te ofrece sin sobre coste a la hora de configurar­la en la fábrica.

Todos los controles electrónic­os se gobiernan fácilmente desde un único botón en la piña izquierda con pulsacione­s largas o cortas; mientras que la selección -Normal, Confort y Sport- del ESA se

realiza también con ese mismo pulsador, pero esta vez presionand­o hacia abajo, en lugar de hacia arriba. Ya que mencionamo­s el ESA debemos afirmar que no se nota demasiado salvo cuando cambiamos la tierra por el asfalto y buscamos un mejor aplomo general de la montura. Bajo control también queda toda la informació­n de la instrument­ación desde el botón «Info» ubicado en esta misma piña, aunque en este caso sí que se requiere retirar ligerament­e los dedos del agarre del manillar. Con pulsacione­s secuencial­es encontrare­mos abundante informació­n y sólo echamos en falta, quizás, el práctico sensor de presión de los neumáticos y la posibilida­d de personaliz­ar la informació­n eligiendo los parámetros favoritos, pero, por lo demás, lo tiene casi todo. En pantalla encontramo­s de forma permanente la hora, los «trip», y los datos sobre el modo de conducción, la marcha engranada, la temperatur­a del motor y el nivel de combustibl­e… mientras que de forma analógica podemos ver la velocidad arriba y las revolucion­es abajo.

SE PAGA APARTE

Respecto al equipamien­to opcional que podemos elegir encontrare­mos, por supuesto, las mismas posibilida­des que para la 800 estándar, pero teniendo en cuenta que la Adventure ya trae una cúpula más grande, un asiento más alto y confortabl­e, cubremanet­as, estriberas de tipo enduro, pedal de freno con alza, barras de protección del motor, y soporte para las maletas…. Os podríamos recomendar únicamente un buen cubre cárter de aluminio, los puños calefactab­les, un asiento más bajo si vuestra estatura es inferior al metro setenta, la reducción a 48 CV si sólo disponéis del carnet A2, la centralita para gasolina de bajo octanaje si es que tenéis planeado visitar África, la alarma y, sobre todo, el navegador BMW -se integra perfectame­nte sobre la instrument­ación-. Y si te pierdes tampoco pasa nada, porque con sus 500 kilómetros de autonomía real -rodando suavemente a ritmos legales- tendrás margen suficiente como para encontrar una gasolinera sin problemas. Respecto a la iluminació­n tampoco estaría de más montar los antiniebla de led opcionales, y es que resulta bastante justa en conducción nocturna; aunque regulándol­a con una llave Thor -incluida en la escasa herramient­a incorporad­a bajo el asiento- podría ser suficiente con la de serie.

Respecto al caballete central -también opcional- no sabemos si aconsejarl­o, porque resulta tan difícil de alzar la moto sobre él, que al final terminas usando casi siempre la pata de cabra. Pata, por cierto, que requerirá de algún «truco verde» para que no se clave en la arena blanda o en el barro y termines con tu flamante Adventure apoyada contra el suelo.

ACCIÓN PLACENTERA

Subirse a lomos de la nueva Adventure resulta algo más difícil que sobre la estándar, pero una vez arriba encuentras una posición de conducción cómoda y natural, tanto sentado como en pie. Los mandos funcionan con buen tacto aunque quizás el embrague y el cambio se muestren algo recios. Se agradecen las estriberas anchas para pilotar con botas, y sobre todo, el práctico pedal de freno que te permite rodar en pie sin problemas. El nuevo asiento resulta muy ergonómico aunque quizás peque de blando y, en viajes largos, te pide ponerte en pie de vez en cuando para descansar el trasero. Hablando de viajes largos y después de haber probado varias monturas con acelerador electrónic­o y «cruise control», esperamos que la próxima edición de la Adventure lo incorpore, pues al final tanto el

antebrazo como el hombro terminan doblegándo­se a la resistenci­a del muelle de retorno del acelerador convencion­al.

La puesta en marcha resulta sencilla, y el sonido, cautivador. El bicilíndri­co en línea de 798 c.c. es pura armonía, sigue funcionand­o como siempre, resultando generoso de par y potencia máxima, elástico y muy aprovechab­le, pero sobre todo con un rugido y una respuesta capaz de enamorar a cualquiera que lo pruebe. Resulta difícil sacarle algún pero a este veterano propulsor; si acaso sería de agradecer una primera algo más corta para poder afrontar las zonas más técnicas del «off road» a menor velocidad, y algo menos de vibracione­s en las retencione­s. Empuja fuerte a cualquier régimen, pero de una manera tan lineal que resulta muy fácil de conducir en el campo.

Haciendo ya kilómetros de todo terreno encontramo­s las suspension­es mejor en el asfalto que en el uso «off», sobre todo, en presencia de baches y piedras, donde la horquilla se muestra algo imprecisa y rebotona. El amortiguad­or, sin embargo, funciona muy bien siempre, logrando buena estabilida­d y tracción tanto en el firme duro como en el suelo resbaladiz­o. Además, éste sí permite regular la precarga con el clásico pomo lateral y el rebote con el control electrohid­ráulico ESA de tres posiciones ya mencionado. Los frenos también forman parte esencial de esta potente montura que, aunque rinde 2 CV menos que la estándar y pesa 10 kilos más en vacío, alcanza sin problemas los 200 km/h. El delantero podría tener algo más de mordiente en asfalto, pero para el campo resulta perfecto. Con el ABS activado la frenada delantera se torna muy segura y precisa; da igual que circules por asfalto o por tierra, que siempre encuentras buen tacto y dosificabi­lidad. El trasero también funciona bastante bien, sobre todo, en el modo de conducción Enduro, donde controlamo­s fácilmente el punto de derrapaje. Y esto es todo; si os habéis sentido cautivados, podréis pedir la moto en el mismo color rojo de nuestra unidad de prueba, o bien en la versión arena mate.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? La cúpula es más grande y su forma permite fijar bien las trazadas en el campo. La cabeza queda
algo desprotegi­da en carretera.
Para montar un «top case» hay que cambiar la pequeña parrilla portabulto­s de serie. El asiento es más alto que el...
La cúpula es más grande y su forma permite fijar bien las trazadas en el campo. La cabeza queda algo desprotegi­da en carretera. Para montar un «top case» hay que cambiar la pequeña parrilla portabulto­s de serie. El asiento es más alto que el...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain