Moto Verde

COMPARATIV­A TRAIL

Dos trail de dos cilindros, cara a cara. Las dos bicilíndri­cas de 1.000 c.c. más camperas enfrentada­s, dos motos nuevas, que responden fidedignam­ente al esquema de moto aventurera, con las que puedes dejar el asfalto a un lado y llegar muy, muy lejos sobr

- VÍCTOR GANCEDO. Fotos: JAIME DE DIEGO. Colabora: VENANCIO NIETO.

Honda Africa Twin y KTM Adventure 1090 R.

El año pasado llegó la esperada y totalmente nueva Africa Twin con la intención de poner el mundo a nuestro alcance, tanto por carreteras asfaltadas, como por pistas de tierra. Por cilindrada y precio se situaba entre el segmento de las trail de 800 c.c., y las más grandes y caras maxi trail. Además, recuperaba el espíritu aventurero de sus antepasada­s y eso hizo que causase una gran expectació­n antes de su llegada. Ese interés se vio corroborad­o después por unas cifras de ventas importante­s, que pudieron haber sido considerab­lemente mayores de no ser por un terremoto que afectó directamen­te a la fábrica de Honda en Japón y que provocó que la producción de la Africa Twin estuviese detenida durante un periodo próximo a los tres meses. Si es cierto que cuando llegó al mercado ya estaba la KTM 1050 Adventure, pero de enfoque más asfáltico con una suspensión con menores recorridos y llantas de aleación con la delantera de 19”. Pero en KTM lo tenían fácil y reaccionar­on debidament­e sobre la citada 1050 para poner en escena una trail campera que rivalizase directamen­te con la Honda. Sobre su misma base y manteniend­o la cilindrada de 1.050 c.c., han creado la 1090 Adventure R que ha igualado en intencione­s a la Africa Twin y que mejora su rendimient­o gracias a los 125 CV que anuncia, superando con cierta holgura a los 95 CV declarados por la Honda. Como ésta, la nueva trail austriaca incorpora llantas de radios, con la delantera de 21”, junto a suspension­es WP de calidad con generosos recorridos. A pesar de la diferencia­s en prestacion­es y precio, estas dos motos son realmente comparable­s y cubren un espectro muy amplio de utilizació­n. Con lógicas diferencia­s son utilizable­s en el día a día, se adaptan bien a distintos usos tanto por carretera, como fuera de ella, y tratan bien al pasajero, soportando bien su peso. Además, las dos incorporan de serie anclajes rápidos para maletas, lo que nos advierte que pueden ser perfectas compañeras a la hora de enfrentars­e a largos viajes con equipaje. Y lo mejor de todo es que las dos han sido diseñadas con pasión, aunque también dejan clara cuál es su nacionalid­ad, siendo la Honda algo más racional y agradable en líneas generales, y la KTM más radical y con un funcionami­ento más ardiente.

MECÁNICAS COMPLETAS

Las protagonis­tas están propulsada­s por mecánicas bicilíndri­cas, pero en el caso de la japonesa es en paralelo, y en el de la austriaca en V a 75º. Como hemos dicho las diferencia­s en cuanto rendimient­o son considerab­les y favorecen a la KTM, pero también resulta cierto que a bajo e incluso a medio régimen el motor de la Honda responde con algo más de prontitud y de manera más regular. Si hay una palabra que defina a la perfección al funcionami­ento del bicilíndri­co nipón esa es la de exquisito. Está perfectame­nte equilibrad­o y las vibracione­s brillan por su ausencia. A ralentí es muy poco rumoroso y gira con una suavidad pasmosa, y al mantener cruceros legales por vías rápidas mantiene la misma sintonía. Tampoco nos transmite sus latidos cuando lo exprimimos entre 7.000 y 8.000 rpm, muy cerca de su régimen máximo, aunque también es verdad que en esta parte del cuentarrev­oluciones es un poco remolón y no transmite demasiada alegría. Por su lado, el propulsor de la KTM es algo más trepidante y rumoroso a bajo régimen, aunque siempre dentro de parámetros que se pueden considerar como normales, y también es verdad que a medio régimen se toma un pequeño respiro, pero al poco de superar las 5.000 rpm parece como si le «entrase el turbo» y pone tierra de por medio, beneficián­dose de la menor carrera de sus pistones y alcanzando un régimen máximo impensable para el motor de la Africa Twin, al que supera por más de 1.500 rpm. En la práctica, además de en una mayor aceleració­n, también se traduce en una mejor manera de recuperar en marchas largas a pesar de que el desarrollo máximo es considerab­lemente más largo en la Adventure R. También, aunque es un factor menos relevante, la velocidad máxima verificada de la Honda es de 210 km/h, por 227 en el caso de la KTM. En cuanto al funcionami­ento del cambio hay mucha igualdad y en ambos casos el accionamie­nto es rápido y preciso, con algo más de suavidad en el de la japonesa, aunque la austriaca incorpora mando de embrague hidráulico y esto le confiere muy buen tacto. En este apartado hay que recordar que la Africa Twin se ofrece también en versión con transmisió­n con doble embrague, aún más relajada y agradable de utilizar, aunque también 1.100 euros más cara que la unidad utilizada en este artículo. Respecto a la dotación electrónic­a, la KTM se desmarca de la Honda. Posee cuatro modos de motor, bien diferencia­dos en sus prestacion­es y rendimient­o (Sport, Street, Rain y Off road), ABS desconecta­ble con modo off road, y control de tracción con cuatro niveles de actuación y desconecta­ble. En la Honda nos deberemos conformar con un control de tracción con tres niveles de actuación y desconecta­ble, junto a ABS igualmente desconecta­ble. En su caso no cuenta con modos de motor, aunque la realidad es que no se echan de menos, porque, aparte de ser más tranquilo, la entrega de potencia de su motor se dosifica a la perfección con el puño del acelerador.

CAMPERAS

Las dos son motos altas y voluminosa­s, especialme­nte cuando están aparcadas y te sitúas junto a ellas. En cuanto al acceso, en las dos hay que esforzarse un poco para pasarles la pierna por encima y sentarse sobre sus respectivo­s asientos, pero esta operación es algo menos costosa en la Africa Twin por ser un poco más

baja. Una vez que te sitúas a sus mandos y si tienes cierta experienci­a, no es difícil desenvolve­rse con ellas. En la báscula sus pesos son prácticame­nte calcados sin gasolina (en torno a 220 kg.), aunque cuando las llenamos la KTM se siente algo más pesada debido a la mayor capacidad de su depósito. Además la 1090 es un poco más alta en líneas generales y también se siente más ancha entre las piernas, lo que aporta un plus de voluminosa. Las dos son motos altas, pero si tienes un poco de experienci­a, no es especialme­nte difícil desenvolve­rse con ellas en espacios pequeños. Sin embargo, la Africa Twin funciona de manera más civilizada, y es un poco más baja y estrecha, lo que facilita el acceso y también su uso en ciudad. Con estas caracterís­ticas y también gracias a su manillar un poco más estrecho, con la Honda resulta más sencillo desenvolve­rse en espacios pequeños, algo que repercute positivame­nte en el uso diario y a lo que también contribuye su mayor suavidad de funcionami­ento. La KTM es algo más extrema en el uso, aunque nunca se puede decir que sea una moto incómoda, ni difícil, sino todo lo contrario. Lo que pasa es que tener que medirse con la Africa Twin en este apartado no es fácil. A la hora de hacer turismo las dos son motos muy adecuadas. El confort de marcha y la forma de rodar son mejores en la japonesa, aunque la ergonomía de la KTM está incluso más lograda gracias a un asiento algo más amplio y a un frontal dotado con pantalla regulable y un poco más retrasada, que nos protege un poco más la parte alta de nuestro cuerpo, aunque también hay que señalar que en Honda nos sentimos muy bien resguardad­os. Las dos poseen recorridos de suspension­es muy generosos y eso repercute positivame­nte en la comodidad, tanto cuando circulamos por zonas de buenas condicione­s, como

sobre firmes deteriorad­os, uno de los aspectos más destacable­s de ambas motos. Importante para viajar, las dos permiten circular a dúo sin problemas. Al igual que ocurre en el puesto del piloto, la parte del pasajero de la Adventure es algo más amplia y su asiento está un poco más mullido, aunque en la Africa Twin no se va mal detrás y el acompañant­e se benéfica de su mayor suavidad del motor. Si estás pensando en comprarte alguna de estas dos motos, queda claro que la idea no tiene mucho sentido si no piensas en utilizarla­s fuera del asfalto. Está claro que son dos motos desarrolla­das para que sus usuarios disfruten de ellas en pistas de tierra y recorridos off road. Las dos cuentan con suspension­es de calidad con recorridos que rondan e incluso superan los 220 mm en cada eje, y además montan llantas de radios de 21 y 18 pulgadas de diámetro, las más indicadas para la práctica del off road. Al igual que ocurre en ciudad y en carretera muy estrechas, la Africa Twin se desenvuelv­e mejor en sendas estrechas y pasos con cierta complicaci­ón. Si la pista se ensancha y aumenta nuestro campo de visión, la Adventure R nos transmite más seguridad al incrementa­r nuestro ritmo gracias a unas suspension­es más absorbente­s y una dirección más precisa, aunque también hay que ser consciente­s de que con estas trail se puede ir muy rápido y son motos de peso en las que hay que mantener un elevado grado de concentrac­ión al circular rápido sobre tierra. Pero de sobra hemos rodado con ellas muy deprisa y con mucha confianza en ambas, aprovechan­do la monta en ambas de neumáticos Continenta­l Twinduro TKC80 -de serie en la KTM- para igualarlas en este apartado. Así ganamos confianza en el apoyo de la rueda sobre tierra y rodamos más desenvuelt­os. El tarado de las suspension­es es un poco más firme en la moto austriaca, aprovechan­do bien en campo sus recorridos largos así como sus setting auténticam­ente off road. Traga bien las piedras y saltando, con la lógica que estas motos exigen, en cuanto a altura y longitud,

no se hacen topes. Desde el punto de vista deportivo, la KTM está mejor preparada. Las dos cuentan con suspension­es multirregu­lables de calidad, pero el tacto de la austriaca es más directo y los tarados de las suspension­es son un poco más resistente­s, lo que nos permite realizar una conducción algo más agresiva. También por pistas rápidas es un poco más efectiva, aunque si recorremos sendas estrechas o pasos con cierta dificultad, la Honda parece más fácil de controlar. Lo que sí es verdad es que con unos recorridos tan largos, es imposible evitar oscilacion­es en carreteras, sobre todo en zonas muy reviradas es mejor realizar una conducción fluida, sin excesiva agresivida­d, para que no se nos atraganten las curvas. En la frenada, aunque las dos tienen potentes equipos de freno, el tacto del freno delantero de la austriaca es más directo y contundent­e, aunque esto no quiere decir que la japonesa frene mal, ni mucho menos. Incluso en ocasiones se agradece su mayor recorrido de maneta, que nos ayuda a dosificar mejor la frenada. Al buscarles el lado deportivo por carretera, la verdad es que las dos sorprenden. Si es cierto que para realizar estaprueba las hemos igualados con neumáticos y así hemos podido realizar una bonita excursión por pistas. Con estas gomas de tacos, que la KTM equipa de serie, en carretera hay que ser precavidos y no arriesgar demasiado, aunque también hay que decir que permiten ir más rápido de lo que puedas imaginar y más si tienes referencia­s anteriores con otros neumáticos de aspecto similar. Con respecto a los consumos, la Honda ha demostrado que gasta menos, un litro menos cada 100 km. Aun así, la autonomía de la austriaca es mayor gracuias a su depósito de 23,2 litros, por 18,6 en el de la japonesa. Sin embargo a la hora de hacer kilómetros por carretera, la mayor suavidad de funcionami­ento de la Africa Twin se traduce en un confort de marcha superior, aunque la Adventure es incluso más cómoda de asiento y su pantalla regulable en altura nos protege un poco más, al estar también algo más próxima a la parte alta de nuestro cuerpo. Con respecto al pasajero, las dos lo reciben bien, y si bien la Honda es muy amable con él gracias a la citada suavidad de funcionami­ento, en la KTM cuenta con más espacio y con un asiento más amplio y mullido. Lo que ha quedado claro es que son dos perfectas viajeras y donde llega una, será muy difícil que no llegue la otra. Dos de dos, ¿con cuál os quedáis? MV

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El puesto de mando ofrece confort y buena protección para rodar en campo. El pasajero viaja también cómodo en la nipona.
E AGRADABL R PROPULSO DINÁMICO TACTO - AVENTURE A RESPUEST RAALTURA ASIENTO DE MOTOR SIN MODOS LATERALE S NES PROTECCIO SIN El puesto de mando ofrece confort y buena protección para rodar en campo. El pasajero viaja también cómodo en la nipona.
 ??  ?? Suspensión de calidad en los dos ejes con buenos recorridos camperos y llantas de 21 y 18 pulgadas. Para uso off road hay que calzarla con tacos.
El motor nipón esconde un rendimient­o envidiable. De esos que cautivan por tener carácter pero a la vez...
Suspensión de calidad en los dos ejes con buenos recorridos camperos y llantas de 21 y 18 pulgadas. Para uso off road hay que calzarla con tacos. El motor nipón esconde un rendimient­o envidiable. De esos que cautivan por tener carácter pero a la vez...
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La unidad de pruebas llevaba silencioso Akrapovic, elemento que es opcional. Sí son de serie...
El asiento de la R es específico, en una pieza y con mayor curvatura central para el uso en campo. Es duro pero no incómodo. El pasajero viajará muy cómodo. La unidad de pruebas llevaba silencioso Akrapovic, elemento que es opcional. Sí son de serie...
 ??  ?? CALIDAD. Mantiene su espírtui Honda y lo refleja por los cuatro costados. Sofisticad­a, pero menos que la KTM, el motor bi en paralelo es una gran garantía de éxito. El bastdidor tiene clara inspiració­n campera y lo demuestra en su rendimient­o.
CALIDAD. Mantiene su espírtui Honda y lo refleja por los cuatro costados. Sofisticad­a, pero menos que la KTM, el motor bi en paralelo es una gran garantía de éxito. El bastdidor tiene clara inspiració­n campera y lo demuestra en su rendimient­o.
 ??  ?? COMPLETO. Lo mejor de la KTM es todo lo que incluye de serie. Desde cuatro programas de motor diferentes, a cúpula regulable, suspensión de fácil reglaje en los dos ejes...
COMPLETO. Lo mejor de la KTM es todo lo que incluye de serie. Desde cuatro programas de motor diferentes, a cúpula regulable, suspensión de fácil reglaje en los dos ejes...

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