JORGE PRADO

¡Hola amigos! En las tres últimas carreras del Mundial ha ocurrido un poco de todo. Empezó con la cita disputada en Jacksonville, Estados Unidos, que me gustó mucho por sus grandes saltos. Tuve buen ritmo los dos días, pero el resultado no fue positivo. En la salida recibí un golpe de mi compañero Pauls Jonass, tras ser empujado previamente por otro piloto, por lo que me vi en las últimas posiciones y con la obligación de remontar. Lo estaba haciendo bien, pero entonces me ocurrió lo mismo que en Ottobiano, que con el calor he tenido que abandonar y luego los médicos no me han dejado salir en la segunda manga. Una decisión dura pero necesaria, por seguridad.

Siete días más tarde pude resarcirme del mal trago en la carrera de Assen, en Holanda, sobre una pista bastante arenosa, como a mí me gustan, y que me traía grandes recuerdos por haber debutado allí hacía un año, tras aquella bonita pelea con Herlings en la que terminé en el cajón. Esta vez la cosa fue todavía mejor, porque puede hacerme con una nueva victoria. Fue muy especial porque suponía mi tercer triunfo, y además he ganado las dos carreras en arena, en Lommel y en Assen, los cual para mí es importante, sobre todo sabiendo que esta es mi primera temporada en el Mundial y es un año de aprendizaje. En Assen también celebramos la consecución del noveno título de mi compañero y amigo Tony Cairoli, por lo que fue un día muy positivo para el equipo KTM Factory. Lo único malo fue que alguien me robó mi bicicleta Specialized, una gran pena, porque era mi herramienta para entrenar.

La última carrera fue en Francia, donde llovió un montón y el circuito era un infierno, embarrado y resbaladizo. En la primera, sufrí varias caídas y también tuve que entrar a boxes a cambiar las gafas, pero en la segunda puede rodar más a gusto y terminé en séptima posición, por lo que hemos concluido el Mundial con un positivo sabor de boca. ¡Un saludo a todos!

«Ganar las dos carrera de arena, en Assen y en Lommel, ha sido muy especial para mí en mi primer año»