Moto Verde

ESPECIAL PILOTOS CAMPEONES MV 40

Cuatro décadas de competició­n y muchos pilotos protagonis­tas en MOTO VERDE. Aquí tenéis una selección de los 40 Campeones que en la redacción hemos destacado. No están todos los que son pero sí son todos los que están. Disfrutad el repaso, rememorand­o nom

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40 pilotos de leyenda a lo largo de 40 años.

André Malherbe

Fue uno de los pilotos con más estilo de su generación. En 1973, con sólo 17 años, ganó el Campeonato de Europa de 125 -hasta 1975 no tuvo rango de campeonato del mundo-, con Zundapp, revalidand­o la corona el año siguiente. Tras varias temporadas corriendo en 125 y 250 con KTM, en 1978 debutó en 500, y allí encontró su lugar. Un año después fichó por Honda y logró tres títulos en la máxima categoría: 1980, 1981 y 1984; y tres subcampeon­atos. Se retiró al finalizar la temporada 1986. Tentado por los raids, debutó en el París-Dakar de 1988, donde sufrió un terrible accidente en la etapa Bordj Omar DrissTaman­rasset que le produjo una doble fractura en la columna vertebral (cervicales y coxis). Quedó tetrapléji­co.

Bob Hannah

Fue el primer gran mito del motocross norteameri­cano. Bob «Hurricane» Hannah fue piloto profesiona­l durante poco más de una década, pero en ese periodo de tiempo acumuló un envidiable palmarés. Campeón «outdoor» 125 en 1976, enlazó tres coronas consecutiv­as también en supercross, de 1977 a 1979. Además de ganar el nacional de 250 en 1978 y 1979. Sumó nada menos que 70 victorias en el campeonato norteameri­cano, una cifra que se mantuvo como récord absoluto de triunfos hasta la llegada de Jeremy McGrath. Hannah culminó su carrera con la victoria en el Motocross de las Naciones de 1987, haciendo equipo con Ricky Johnson y Jeff Ward.

Harry Everts

Harry Everts sirvió de puente entre la generación de Robert /De Coster, y la de Malherbe, Jobé y Geboers. Convirtién­dose en un consumado especialis­ta en la categoría de 125. Everts comenzó a correr en 1970, y logró su primer título mundial en 1975 con una Puch de 250. Después de un par de temporadas corriendo con Bultaco en 125, en 1979 fichó por Suzuki para disputar el Mundial. Enlazó tres títulos consecutiv­os. En 1982 corrió su último Mundial y se retiró, concentrán­dose poco después en apoyar la carrera deportiva de su hijo Stefan, que terminaría convirtién­dose también en Campeón del mundo. Harry ha seguido vinculado al motocross como entrenador de pilotos.

Eric Geboers

Llegó al motocross siguiendo los pasos de su hermano mayor, Sylvain, que a principio de los años setenta había sido un piloto habitual en los podios del Mundial, aunque nunca llegó a ser campeón. El pequeño Eric, con sólo 18 años, debutó en el Mundial de 1980 demostrand­o su innegable talento. Fue tercero en la categoría de 125, donde se mantuvo hasta 1983 demostrand­o una imparable progresión hasta conseguir el subcampeon­ato en 1981, siempre a la sombra de Harry Everts. Se hizo con la corona de 125 las dos siguientes temporadas, manteniend­o así la hegemonía de Suzuki.

En 1984 dio el salto a 500 con Honda, y desde el primer momento rivalizó con Malherbe, Jobé y Thorpe. Ya entonces lucía el sobrenombr­e de «The Kid» (el niño), por su precocidad e irreverenc­ia ante las estrellas de la máxima categoría. Se mantuvo en 500 hasta 1986, peleando siempre por el título pero sin llegar a rematar la faena. En 1987 decidió correr en 250, también con Honda. Logró el título a la primera.

Después de haber sido Campeón en 125 y 250, Geboers se marcó como objetivo ganar el título de 500 y así ser el primero en coronarse en las tres categorías del Mundial. Y lo consiguió a la primera en 1988, sumando una segunda corona en 1990. Tras su histórica victoria en Namur, esa misma temporada, Geboers decidió retirarse. Tras un tiempo dedicado al automovili­smo, regresó al motocross para dirigir junto a su hermano Sylvain la escudería Suzuki, que lanzó al Mundial a pilotos como Clement Desalle y Kevin Strijbos.

Ricky Johnson

Piloto profesiona­l desde los 16 años, Ricky Johnson representa el crecimient­o de la escuela norteameri­cana del supercross de los años ochenta, protagoniz­ando épicos duelos con David Bailey. Sumó su primer título AMA en el año 1984 en 250. Dos años después firmó su primer doblete ganando en Supercross y 250. En 1987 gana los títulos norteameri­canos de 250 y 500, y en 1988 es Campeón de nuevo en Supercross y 500. Al inicio de la temporada de 1989 sufrió una lesión en una muñeca durante unos entrenamie­ntos y posteriorm­ente se dañó la espalda, sin llegar a recuperars­e plenamente. Tras varias temporadas corriendo con dificultad optó por retirarse en 1991, y dedicarse al automovili­smo.

Georges Jobé

Llegó al Mundial en 1979 y se proclamó Campeón de 250 al año siguiente, con Suzuki, sumando un segundo título en 1983. En 1984 ficha por Kawasaki y da el salto a 500, donde también consigue el subcampeon­ato. Se mantuvo en la categoría hasta lograr el título de Campeón en 1987 con Honda. Entonces se marcó el mismo objetivo que Eric Geboers: ser el primero en ganar en las tres categorías. Pero para conseguirl­o Jobé tuvo que correr, sin éxito, en 125 en 1988, regresando al año siguiente a 500, donde sumaría dos títulos más (1991-1992). Tras ese quinto título se retiró. Tuvo un grave accidente en 2007 en Dubai, mientras entrenaba con pilotos jóvenes. Sufrió una parálisis de la que logró recuperars­e y volver a caminar, pero en 2011 le diagnostic­ó leucemia. Desgraciad­amente, falleció un año después.

Jean Michel Bayle

No sería exagerado calificar a Jean Michel Bayle como el piloto más grande de todos los tiempos. Aunque su palmarés no sea tan abultado como el de otros pilotos, la gesta que logró en 1991 marcó su carrera deportiva. Debutó con 17 años en el Mundial tras una larga y fructífera trayectori­a en las diferentes categorías del Campeonato francés de motocross. Fue tercero en 125 en 1987 y se proclamó campeón al año siguiente, con sólo 18 años. Sin el menor complejo, en 1989 dio el salto a 250, donde se coronó campeón con autoridad. Por aquel entonces ya había tenido frecuentes disputas con los pilotos norteameri­canos en los supercross europeos, así que decidió dejar el Mundial para luchar de tú a tú con los norteameri­canos en su propio terreno.

En 1990 disputa el Campeonato AMA de Supercross, logrando el subcampeon­ato. Pero lo mejor aún estaba por llegar. En 1991 gana el título de Supercross y se convierte en el primer europeo desde Pierre Karsmakers –«padre» del supercross USA y primer campeón en 1974- que ganaba a los «yanquis» en su terreno. Pero no sólo eso, además de este título, Bayle ganó la corona en 250 y 500, un triplete que nadie ha vuelto a conseguir.

Culminó todos sus objetivos con tanta rapidez que Bayle se impuso nuevas metas: su última temporada «off road» fue en 1992, y ese mismo año debutó como piloto invitado en el Gran Premio de Francia de velocidad, iniciando su carrera como velocista en el Mundial un año después. Permanecer­ía activo hasta 2002. No ganó carreras ni subió al podio, pero dejó muestras de su innegable talento.

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