Moto Verde

ENTREVISTA ENDURO MV 40

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Carlos Mas y Josep García. Dos auténticos «todo terreno».

Hablar en España de enduro, o de todo terreno para ser correcto si nos referimos a tiempo pretéritos, es identifica­rnos con una modalidad de larga tradición, de muchos aficionado­s en su práctica por el monte, de muchas marcas españolas produciend­o modelos, y de muchos pilotos compitiend­o, a nivel pro y aficionado. Carreras de enduro hemos tenido y tenemos por toda nuestra geografía, con pruebas de referencia, escenarios únicos y organizaci­ones ejemplares. Con el público siempre próximo a sus ídolos y volcado con en las cronos, las trialeras y, últimament­e, en las extremas. Dos de ellos ocupan estas páginas de MOTO VERDE, aumentando su presencia en su revista en la que los dos han tenido multitud de páginas e incluso han sido hasta portada. En el inicio de MOTO VERDE, en 1978, comenzaba su andadura deportiva Carlos Mas. Rápidament­e ganó reputación en el enduro y entre 1979 y 1986 conseguía siete títulos de Campeón de España. Ha corrido con Montesa, KTM, Yamaha… Mas fue de los pioneros en descubrir el Dakar donde acumularía grandes resultados en sus numerosas participac­iones, siendo 2º en 1990, con Yamaha, aquellas con publicidad de Camper, primer español en lograrlo. Incluso el de Barcelona correría un Dakar en coche como copiloto de Miguel Prieto. Y supo reorientar su vida tras las carreras vinculado a la organizaci­ón de eventos como enduros indoor.

Su llegado llega hasta el último niño prodigio de nuestro enduro, la máquina de ganar, haciendo lo difícil, fácil: Josep García. Primer Campeón del Mundo de la categoría de Enduro 2, cuando el año pasado solo había dos clases, lo cual le da más mérito a su éxito pues eran más pilotos luchando por un mismo título que cuando había muchas más clases. El talento está en su persona, tiene don, y ahora empieza nueva andadura, dentro de la modalidad de las extremas. A sus 21 años el de Suria, Barcelona, tiene mucho que dar.

¿Cuándo empezaste a montar en moto?

Carlos Mas: «A los 16 años, que lo típico, los amigos más mayores tenían sus motos, yo siempre iba de paquete y hacíamos el cabra. Había hecho otros deportes, como vela y natación y me entró el motor. En aquella época nos cogía a todos. Me fui aficionand­o, comprando Motociclis­mo, Moto Verde… me fui metiendo en el mundillo. Donde veraneaba había el típico campo para dar saltos por allí. Josep García: «a los 4 años, y ya me venía de familia de mi madre, mi padre, mi tío. La primera moto la compró mi padre, una Montesa Cota 25 y la restauró, la reparó con mi hermano y cuando fui más grande ya monté yo. ¿Te compraste moto? CM: «Empecé a los 16 pero no tenía moto, me la dejaban los amigos. A los 17 mi padre se compró una Ossa enduro para moverse por la playa. Yo la cogí un par de veces, que luego se convirtier­on en muchas. Empecé a correr a los 18, cuando me saqué el carnet. Teníamos relación con una persona de Ossa y me compraron una Desert. Y empecé hacer carreras todo terreno». JG: «De pequeño mis primeras motos me las compraron mis padres. Tuve la ayuda de Motos Bordoy que me ponían el material tanto en 50 como en 75. En 85 me ayudaron los de Kawasaki y luego ya Husqvarna y KTM España». ¿Cómo entrenabas? CM: «Cuando corría en Junior solo los fines de semana. Cuando me metí en las carreras, entrenaba donde los hacían los pilotos de Montesa. Ahí había un “descubrido­r de talentos” y entonces me llamaron. En el 78 entré en Montesa y me dejaron una moto, y ya empecé a ir al gimnasio. En esa época ficharon a Ton Marsinyach y fue mi primer maestro, él era el piloto oficial y yo el de Senior. Con el coincidí todo un año pateándome el enduro a nivel profesiona­l. Cogí buenas notas y tuve la suerte de que ya en el 79 gané el Campeonato de España. Montesa redujo el plantel de pilotos, Marsi quedó fuera, y apostaron por mi recién subido». JG: «De pequeño bastante en casa. Mi padre tenía un taller y justo cruzando la carretera y había un camping donde ponían la tierra que quitaban. Ahí me montaba yo mis historias, mis saltos e iba muchas veces. Cuando se paraba la moto, mi padre salía del taller, le levantaba el pulgar y gas otra vez. De pequeño solo entrenaba los fines de semana que podía, y podían mis padres. Por las tardes algún día me escapaba y tenía un poco de follón con mi madre (jaja). Pero bueno». Y, ¿la preparació­n física? CM: «Antes de entrar en Montesa no hacía nada. Ya en Montesa tenían contratado un preparador físico, que luego se convirtió en mi preparador durante toda mi carrera, y me metieron en la Blume, en centro de alto rendimient­o. Era fácil porque yo era muy joven, me gustaba porque me gusta el deporte». JG: «Ahora entreno en entre semana, los fines de semana los uso para descansar. Entreno tres o cuatro veces a la semana en moto y luego lo voy alternando con la bici, el gimnasio. Bueno, un poco de todo. Al gimnasio no voy a diario, me gusta ir una o dos veces por semana que yo necesito aire libre. Tengo preparador y yo voy haciendo de dietista, más o menos. Como me gusta comer de todo, voy yo comiendo en casa y muy sano. Cuido las horas de sueño, más se descansa pues más rindes. Irse a dormir temprano es importante». ¿Dominas la mecánica? CM: «Siempre he hecho cosas. A mí me gustaba la mecánica. Yo me arreglaba mi moto en las primeras etapas. Luego ya, en Montesa cuando llegué a Senior tenía un mecánico que me hacía la moto para correr. La

de entrenos casi siempre me la he hecho yo. Me gusta y divierte. Además, antes era obligado saber porque en carrera te lo tenías que hacer todo, no te podían ayudar, al contrario de ahora». JG: «En las carreras siempre he tenido mecánico, pero en casa hasta este año siempre lo hacía yo todo. Ahora, KTM se ha portado muy bien, me han apoyado con un mecánico y me ayuda mucho porque gano muchas horas de entreno, de descanso y estoy súper contento. A parte es amigo mío, Iván Puello». ¿Cuántas carreras corrías al año? CM: «Vi claramente que tenía que hacer motocross y lo alternaba con el enduro. Hacía unas 36-40 carreras al año, entre Campeonato­s de España de cross y enduro, el Campeonato de Europa de enduro… Siempre motocross lo que había. Recuerdo hacer tres carreras distintas en un mismo fin de semana. Por entreno y porque había premios». JG: «Entre 6 a 8 en el Nacional, 8 del Mundial... Si sumo todas, entre 18 y 25 añadiendo algunas carreritas que uso para entrenar. He corrido este año en el Campeonato de España de motocross, como entreno, y me ha encantado». ¿Es el enduro una forma de ganarse la vida? CM: «Antaño teníamos ayudas. Los concesiona­rios, las marcas… iban aportando un poco de ayuda. Era difícil pero tampoco tanto. Era un mercado muy emergente y sí había algo. Viví una época que empezó el patrocinio. Eran pequeñas cositas. Para enduro eran de ropa, de aceite… que teníamos la imagen que encajaba con el producto y te apoyaban. No se presentaba­n grandes dosieres ni nada de eso, no existía Los sponsors grandes eran difíciles de encontrar sobre todo para el Dakar. Era cuestión de estar en el sitio adecuado. Poco a poco nos fuimos profesiona­lizando, aprendiend­o de la gente de velocidad, que también lo hacía. En motocross y enduro se hacía poco patrocinio, lo que más era el Dakar. Ahora el piloto de enduro está tan diversific­ado que puede buscar más vías de trabajo. Puede ser piloto de enduro, extremas, indoor y Dakar. Tienes la opción de llegar hacer cuatro especialid­ades dentro de la rama, y hay pilotos que lo pueden hacer porque la se lo pide, aunque no puedes ser bueno en todas». JG: «Al final trabajas de lo que te gusta, y no hay nada mejor. Si de pequeño me hubiesen dicho que iba a trabajar de pilotar, ir en moto… Hubiera firmado hace años. Ahora mismo estoy bien, no me hace falta nada. Trabajar de lo que te gusta no tiene precio. En el enduro tampoco es un deporte como MotoGP que te conocen mucho pero poco a poco si vamos viendo que la gente, cuando estás en el mundo, ves que te va conociendo, les gusta lo que haces y como lo haces. Te recompensa y te motiva». ¿Cómo ha sido la evolución de tus motos? CM: «En enduro, la evolución de las marcas españolas estaban muy ligadas a los medios que teníamos. Yo la evoluciona­ba, e íbamos muy al límite con la Montesa, porque era muy obsoleta. Hubo un año que también tuvimos malos rollos porque yo necesitaba una moto mejor y no la tenía. De hecho me compre una Honda para correr el campeonato de España de Motocross. Luego llegué a un acuerdo con Honda. En el 85 fui con KTM y cuando entré en Yamaha, ya mi segundo año en Dakar, tenía muy buenas motos. Las motos que llevábamos en el Dakar eran unos muertos de 260 kg. con 50 kg. de gasolina. Ahora llevan motos con 30 l. de gasolina, más ligeras, que hacen grandes saltos de cross. Han mejorado las suspension­es. No es que tengan una potencia mucho más exagerada que las nuestras, es que antes los caballos estaban mal distribuid­os. Lo que te hace correr más en el Dakar es el peso, el centro de gravedad más real, como una moto de montaña, y las suspension­es. Eso justifica que puedan hacer lo que hacen ahora». JG: «Llevo poco tiempo de enduro, tengo 21 años. Solo cuatro años del Campeonato de España. Desde que empecé hasta ahora ha cambiado poco, prácticame­nte no mucho las motos. Me encanta la 250 EXCF pero ahora también la KTM 300 TPI. Es la que usaremos en las extremas, y yo que no había montado nunca una 300 ha salido lo de la inyección y la verdad es que estamos mejorando mucho la moto. No he probado motos clásicas, ahora estoy restaurand­o la KTM 125 que tenían mis padres del ´90. Cuando la tenga lista la usaré. Creo que una evolución increíble de las motos, sobre todo KTM. Ellos siempre tienen lo mejor y quiere innovar a algo mejor. Piensas «qué será lo próximo» y te sacan algo que dices “madre mía”». Y, ¿la técnica de pilotaje? CM: «Lo que han cambiado mucho, mucho, mucho son las motos y eso hace que la técnica de pilotaje cambie. No tiene nada que ver, la conducción ha evoluciona­do en base a lo que evoluciona­ba la moto. Antes había motos con bajos y estabas con el embrague dándole como un desesperad­o al coger las curvas. Ahora ya salen solas de abajo, tienen medios, altos... En el Dakar, por ejemplo, en los ochenta, a única moto que en aquella época era una bomba era la Honda 750 bicilíndri­ca, la primera que consiguió tener un par motor brutal con una aceleració­n de la leche. No pesaba lo que pesaban las otras. Allí empezó a cambiar el concepto de la conducción. Cuando ibas a entrar a la pista, cortabas gas y volvías a dar gas y tenías que esperar a que el motor cogiese potencia. En la Honda no pasaba, era una bala. Era como una dos tiempos. Nosotros lo que teníamos era un tractor». JG: «La mía si, sobre todo a nivel de técnica de las partes extremas. Siempre he tenido mucha velocidad en las cronos porque practico mucho cross, que hago desde pequeño. Y me empecé más en las extremas a entrenar, y es verdad que ahora es un punto fuerte en el enduro. Las cosas difíciles, a no ser que se me atraganten, suelo hacerlas bien». Hablemos de las redes sociales, comunicaci­ón… CM: «No lo puedo analizar. Lo que fue, fue como fue, y nos las teníamos. Creo que lo que hay ahora es una cantidad de informació­n brutal. Está bien que existan las redes para que los pilotos expliquen sus cosas, sus metas, sus entrenos… En mi época era lenta la informació­n, las imágenes llegaban tarde, la prensa salía cada quince días, los periódicos pasaban las notas a los dos días... Y la gente no se moría por no tenerlo. Pero es verdad que todo es muy beneficios­o, sobre todo en Dakar, que se empezaron a enviar imágenes por satélite que se veían en el mismo día. El “post” era como era». JG: «Son muy beneficios­as e importante­s. Eso sí, yo soy natural con las redes, no me como la cabeza en plan “quiero seguidores”. Me gusta subir cosas que me gusten a mí y que le gusten a la gente. Quien disfruten de mis videos, pues perfecto. La verdad es que estoy muy agradecido de la gente que me sigue porque me apoyan muchísimo. Activo tienes que estar, al final cuando sigues a gente y están un semana sin subir nada

pues quieres que ver actividad si te gusta lo que hacen. Lo mantengo bastante vivo, cada día intento subir un video en moto. Lo hago yo pero tampoco me quita mucho tiempo». ¿Cómo lleváis lo de competir fuera? ¿Y viajar? CM: «Era muy difícil, sobre todo los terrenos muy distintos a los españoles. Más complicado­s con el barro, la lluvia…. Las motos estaban muy poco evoluciona­das, se intentaron hacer motores nuevos y Montesa ya no tenía capacidad técnica, ni dinero para competir con ese nivel de las marcas. Eso para mí fue muy difícil y traumático porque técnicamen­te no tenía la moto idónea. Viajar era diferente, por supuesto, al momento actual, pero lo llevaba bien, aunque eran palizas de carretera para ir fuera de España. También la vida era a otro ritmo, sin tanta prisa». JG: «Lo llevo bien y me encanta. Me adapto a todo lo que no hay en España como la nieve, el barro, la hierba… Se me da bien. Me cuesta cuando es un viaje largo en coche. Si voy en avión me da pereza ir al aeropuerto, aparcar, esperar… Pero si no tienes que conducir, se agradece que en unas horitas estés al otro lado del charco y puedas dormir, descansar». ¿Y los idiomas? CM: «Como todos los de mi época, hemos ido aprendiend­o sobre la marcha y según con quien te relacionab­as. La necesidad obligaba y había que comunicars­e. Idiomas aprendí en el Europeo pues chapurreab­a de todo. Aprendí inglés y con el Dakar, muy bien el francés. Y el italiano, lo mismo, porque es una lengua vital en el enduro, los raids… Antes no era tan importante como ahora el tema de los idiomas». JG: «Bien, siempre he estudiado inglés, pero llegó un punto que necesité hablarlo. Aunque tienes la base, y lo escribes muy bien si no lo practicas es diferente. Desde que empecé a salir al Mundial y, comencé a coincidir con amigos extranjero­s, he ido mejorando. Lo que me gusta mucho es que desde que estoy con KTM, en un equipo italiano, el italiano, no perfecto, también lo puedo hablar». Tema lesiones, cada vez hay más y más graves… CM: «Con mejores motos se corre más, se caen más deprisa, golpes más fuertes y se lesionan más. Y eso que van más protegidos. Nosotros no llevábamos esas proteccion­es que llevan ahora. Ni en el cuello, ni en las rodillas, nada… Con nuestras motos ibas muy limitados, los cárter tocaban la arena, no entraban igual en la curva... JG: «A medida que vas creciendo llevas más velocidad. Pienso que en las lesiones influye todo un poco, son rachas y sobre todo tienes que estar muy bien psicológic­amente con la gente de tu alrededor y motivado, fuerte, bien de la carrera, tampoco te lesionas tanto o no lo haces. Llevo unas rodilleras Donjoy que estoy muy contento con ellas porque te protegen de los cruzados, y la verdad es que con las velocidade­s que giramos, si el pie se te engancha en una piedra, te salvan de muchas. No eres consciente de su utilidad hasta que te pasa algo. En cuanto a cervicales, el peto y demás, todo ayuda». ¿Cómo ves el Mundial y el Nacional actual? CM: «Esto es otra historia. Ahora con las carreras son extremas. Antes eran de todo terreno. Eso sí, los nuevos campeonato­s de extremas, carreras indoor, ha dado una vida muy importante a esta clase. El enduro estaba muy obsoleto. Hay mucha evolución y muchos pilotos de trial se ha puesto hacer enduro y ha dado mucha vida. Ves las cosas que hacen con las motos de enduro y flipas. Si hubiésemos podido hacer nosotros lo que hacen hoy los Gómez, Blazusiak, Tarrés… Todos ex -

«SIEMPRE HE TENIDO MUCHA VELOCIDAD EN LAS CRONOS PORQUE PRACTICO MUCHO CROSS, QUE HAGO DESDE PEQUEÑO»

CARLOS MAS

trialeros. Eso sí, tenemos a Josep García que no viene del trial y está ahí delante. JG: «En el Nacional hay nivel, bueno, siempre hubo nivel. Hay muy buenas carreras y las hacen divertidas, muy chulas. Vamos por buen camino. Hay mucha gente que practica enduro, cada vez. Creo que si hubiese más sitios para practicar iría muy bien también porque estaría todo más organizado. Estaría chulo organizar zonas. Yo siempre me muevo más o menos en los mismos sitios que están habilitado­s. En cuanto al Mundial, está espectacul­ar. Pero ahora el extremo se ha puesto de moda, hay mucha gente que lo practica y va a ver carreras. Este año vamos a probar a ver cómo sale. Estoy entrenando fuerte y motivado para el WESS». Los indoor son una buena opción de trabajo… CM: «Si, yo tuve mucha suerte. Cuando aparcas una vida laboral para dedicarte a un deporte que no sabes nunca lo que va a pasar, te quedas fuera a nivel laboral de todo. Empezar de nuevo tras 20 años dedicándot­e a la moto no fue fácil. Tuve un concesiona­rio Yamaha que con la crisis de los 90 tuve que cerrarlo. Me dieron la oportunida­d en RPM de meterme en el tema de eventos, e hicimos un proyecto en el Dakar con pilotos amateur, que llevamos diez, todos con Honda XR. Les gustó la manera que tenía de hacer las cosas y ya pues me quedé con ellos hacer eventos. Estuve 16 años, hasta hace tres que ya acabó todo. Hice recorridos de Dakar, cuando pasaba por España las especiales, enduro indoor, carreras de coches...». Están aumentando las escuelas de pilotaje, y se ha convertido en algo más profesiona­l, ¿te gustaría dedicarte a eso? CM: «Tuve escuela de pilotaje hace pocos años. Cuando se inauguró Parcmotor, en Castellolí, Barcelona, estuve enseñando off road, durante cuatro o cinco años. Venía a correr algunos pilotos de enduro, como Kirian Mirabet. Teníamos un buen sitio para hacerlo, y la idea fue hacer una escuela fija pero todo se fue a la “mierda”, solo interesaba el circuito. Lo estuve haciendo cuatro o cinco años. Me parecen vitales las escuelas, ahora mismo». JG: «Yo iba a las escuelas de verano porque mi tío Rafa ya daba gas y él me enseño muchísimo. Luego iba con los Puigdemont, y allí aprendí muchísimo también. Cuando me hice más grande empecé a ir con Iván Cervantes, Loren Santolino… Te vas moviendo con la gente que está arriba. Me gusta, alguna vez ya lo he hecho, me lo paso bien y me gusta ver cómo evoluciona­n te sientes bien, estas contento. Ves que las cosas que les dices a los chavales les funcionan y mejoran. Creo que ahora si encuentro un hueco, lo hago, por qué no. De futuro, si quiero montar algo. ¿Cuáles eran tus pilotos de referencia o ídolos? CM: «Los típicos que están delante de ti, que preguntaba­s que neumático llevaban, como lo hacían… Desde los alemanes hasta los italianos, Brissoni, Gritti… De los de ahora, ahí está Marc Márquez haciendo cross (jajaa). Y me encanta Josep García que lo está haciendo espectacul­ar. Ha sabido adaptarse perfectame­nte, a cada momento. Yo lo vi correr en la Bassella Race cuando era alevín y ya daba la talla, es un crack. Hablando del Dakar, Marc Coma ha sido impresiona­nte. Conociendo cómo es el Dakar y viendo lo que llegaba hacer, y el nivel que había delante, era increíble. Cosa que ahora no existe. Los pilotos de ahora no tienen ese nivel que marcaron aquellas luchas de Coma con Cyril Després. Eso era brutal». JG: «Cuando era pequeño me gustaba mucho Iván Cervantes en enduro, siempre ha sido mi ídolo. Y en motocross me gustaba mucho Cairoli y los americanos: Stewart, Carmichael,… Y ahora el que me guste mucho, mucho, es Ken Roczen. Por su técnica y su fuerza como piloto». MV

«AHORA EL PILOTO DE ENDURO ESTÁ MÁS DIVERSIFIC­ADO. PUEDE SER PILOTO DE ENDURO, EXTREMAS, INDOOR Y DAKAR»

JOSEP GARCÍA

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Carlos Mas representa la evolución perfecta e ideal del piloto de enduro. El de Barcelona fue Pluricampe­ón de España de Enduro y, superada esa etapa, encontró hueco en el Dakar. Allí consiguió apoyo de marcas y patrocinio de firmas externas al motor....
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Josep García plasma como nadie la técnica actual del enduro. Rapidez en las cronos, derivada del motocross, junto a técnica en las extremas, derivada del trial. Ahora se corre mucho más rápido que antes y la velocidad de paso por curva y los obstáculos...

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