EL CAMBIO DE BANCO

El primer banco de potencia que se usaba era un modelo Bosch, que ni si quiera estaba en la redacción, por lo que cada vez que queríamos usarlo teníamos que desplazarnos hasta él con la moto en cuestión. A finales de los 80, fue cuando el Bosch y el Centro Técnico empezaron a compartir espacio físico con la redacción, en nuestras actuales instalaciones en Madrid. Pero el uso del mismo seguía sin ser un juego de niños: al principio, los datos se pasaban al papel a través de un plotter; mientras que, tras una actualización posterior, los datos se imprimían en un «ticket» interminable con los valores de potencia y par cada 250 rpm, que posteriormente se trascribían en una tabla de Excel uno a uno. Eso, sin olvidar la necesidad de cambiar el neumático de tacos por una lisa, para evitar que la rueda rebote en el rodillo y la obligación de tener que estar dos personas subidas en la moto para impedir que la rueda deslizase. En el año 2005, el banco de potencia Bosch -válido para coches y motos- se sustituye por el actual Dynojet M200i, específico para motos, y también se renuevan las básculas -disponemos de dos, una para las motos y otra para artículos más ligeros, como escapes, cascos, botas…-. Un momento importante, pues el Dynojet «mide» la potencia de las motos de forma diferente, por lo que se pierden las referencias del anterior Bosch. Por ejemplo: una KTM 300 EXC ’05 rendía en el Bosch 55,6 caballos, mientras que el modelo 2006, sin apenas cambios, se quedaba en el Dynojet en 49,7 caballos. El «Dyno» cuenta con un sistema informático más rápido, preciso y práctico a la hora de reflejar y traspasar los datos.