Moto Verde

JORGE PRADO

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No había carrera de cross del Campeonato de España en la década de los setenta y de los ochenta que no tuviese a Toni Elías Deix al frente y con el público entregado. Tuvo un dominio glorioso en 125 y 250 cc, con duelos memorables con rivales como Fernando «Randy» Muñoz, Toni Arcarons, Jorge Capapey… Inconfundi­ble su estampa, sobre todo con su casco con dos estrellas, cuyo color fue cambiando según las marcas con las que corría, aunque la combinació­n más popular fue la de amarrillo el casco, a juego con las botas y, las estrellas negras. Habitual era su imagen en la parrilla de salida apoyado con un pie sobre una piedra o un altillo, para aguantar la moto bien, dada su corta estatura. Fue piloto oficial de Bultaco, marca con la que llegó a cerrar contrato para correr el Mundial de 1979 junto a Harry Everts, pero que nunca pudo hacer al firmar cuando ya estaba sumida en la crisis. Luego correría con Derbi, con Cagiva -única marca con la que no fue Campeón- y con Yamaha. 11 títulos de Campeón de España le avalan: 5 de 125 (’80 a ’84 más ‘86 y otros 5 de 250, así como 1 Junior), con dobletes en 1981 y 1982 al ganar en 125 & 250 -esas épocas únicas, de súper héroes, de correr en dos categorías-. Consiguió pocos éxitos en el Mundial, como el segundo puesto en 1979 en 250 en el Vallés. Y fue pionero en irse a entrenar fuera de España, para mejorar en arena, al epicentro del cross, Bélgica y Holanda.

Justo como ha hecho Jorge Prado. El niño prodigio del cross cuya familia no dudó en emigrar a Bélgica, dejando su Lugo natal, para que su hijo desarrolla­se su carrera deportiva. Sabiendo que para ser Campeón del Mundo hay que ir a otros lares, donde lograr la evolución necesaria. A sus apenas 17 años Pardo ya acumula dos títulos, Campeón del Mundo de 65 y Campeón de Europa de 125. Pero lo bueno está por llegar, cuando sea Campeón del Mundo de las categorías máximas del cross. Jorge Prado ha llegado al cross en otra época muy diferente a la de Toni Elías, en muchas cosas, aunque en otras no ha cambiado tanto. En su conversaci­ón, lo descubrís. ¿Cómo empezaste a montar en moto? ¿Quién te compró tu primera moto? Toni Elías: «Mi primera moto me la compré yo, era una moto vieja. Después mi madre y mi tía me compraron una moto más buena. Mi padre era piloto de velocidad y mi madre no quería que yo hiciese velocidad. Tenía 14 años o así». Jorge Prado: «Empecé a montar en moto a los tres años y desde pequeño andaba en bici. Veía a mi padre montar en moto y yo también quería. Me regalaron una moto por mi cumpleaños a los tres, de trial, y ahí fue cuando empezó todo». ¿Cómo entrenabas? TE: «Tuve la suerte de tener amigos que hacían motocross, y ellos me venían a buscar los domingos, me ayudaban a cargar la moto, me llevaban al circuito… Aprendí de ellos. Una cosa que tiene el motocross es que cuanto más andas, más entrenas, mejor. A los 16 años me fichó Bultaco y me llevaron a Bélgica –donde está ahora Jorge Prado-. Yo vivía allí, entrenábam­os en circuitos de arena. Esto era en los años setenta y algo. Bultaco tenía claro que yo tenía que entrenar en Bélgica. Cada año me llevaban un mes a vivir allí. Yo no tenía ni carnet. Entrenábam­os en el mismo gimnasio que entrenaba Roger De Coster». JP: «Siempre lo hicimos como hobby, mi entrenador era mi padre. Íbamos los dos con la moto de trial hasta que con seis años empecé con la de cross. Íbamos a disfrutar de la moto los fines de semana. Teníamos un circuito y siempre andaba ahí desde que empecé, hasta antes de venirme a Bélgica». ¿Qué importanci­a tiene la preparació­n física? TE: «A los 16 años fui de los primeros que se preparó físicament­e con entrenador profesiona­l y todo. Footing cada día, gimnasio, moto… Empezamos más profesiona­lmente. En aquella época aprendía de las carreras, y cogíamos una referencia». JP: «La preparació­n física es muy importante en el motocross, entrenamos mucho tanto en moto como físico. Mi entrenador prepara el programa de entrenamie­nto y después lo seguimos día a día». En España, se entrenaba bien TE: «Entonces sí, cada ciudad tenía su circuito más grande o más pequeño, mejor o peor. Burgos, Salamanca, en Madrid corríamos en la Casa de Campo. Fue una época muy bonita. El motocross antes era más importante que la velocidad en esa época». JP: «Por España y en Galicia, ahora mismo, al no estar allí no sé cómo está la cosa. Estaría bien tener circuitos. En Bélgica y Holanda hay bastantes pistas, en Italia siempre es la misma, la pista privada que tiene el equipo. Aquí, ahora mismo para mí, la situación del circuito está bien». ¿Cuántas carreras al año cubre vuestra temporada? TE: «Diría que más de 70». JP: «Más o menos unas 20, que son de las que consta el Mundial completo, aunque tendría que haber hecho el Internacio­nal Italiano que no lo corrí por el problema de la lesión que son tres carreras. Este año no voy a hacer ninguna carrera más, salvo quizá Las Naciones». ¿Cómo se ganaba la vida un piloto? TE: «Nos la ganábamos muy bien, porque te pagaba la ficha Bultaco, te pagaban premios la organizaci­ón, las marcas de neumáticos, las marcas de suspension­es. Teníamos contratos privados para hacer entrenamie­ntos, poner las motos a punto o probar para Pirelli, por ejemplo, que estaba en Manresa. Ganábamos muchísimo dinero en aquella época. No solo yo, todos los pilotos. Correr con la ropa Garibaldi, nos daba dinero. Hacías una carrera el domingo y te pagaban. Era una época dorada». JP: «Creo que una vez que estás en un nivel muy alto sí compensa. Ganas dinero a través de los bonus del equipo, depende de los acuerdos con patrocinad­ores. Es un deporte caro, sacar algo es complicado y tienes que ser muy bueno para poder vivir de esto. Pero los de arriba sí viven bien». Y, ¿salir al extranjero es vital? TE: «Si tu entiendes cómo hay que ir encima de la moto, en la arena, con las roderas, aprendes cómo poner la moto a punto, es habitual… eso es lo que tienes que aprender. En España no tiene nada que ver todo esto con lo que hay fuera. Entrenar allí un día es darte cuenta de la dureza, de la agilidad que necesitas». JP: «Yo lo hice. Últimament­e están saliendo cada vez más y creo que es una cosa muy buena para coger nivel. Competir solo en España no creo que sea lo mejor, tienes que competir en diferentes circuitos, diferentes terrenos, y eso es muy bueno». ¿Y los duros viajes?

TE: «Lo cogías con calma y con furgoneta para arriba y para abajo. Con mi mujer iba al Mundial en caravana». JP: «Yo siempre tenía viajes bastante largos solo para salir de España. Pero competir con gente de fuera hace que subas el nivel y tener a pilotos de referencia siempre viene bien». Un análisis de la evolución de las motos… TE: «La evolución más grande de la moto, creo, la vimos nosotros. Porque pasamos de motos muy bajitas que no tenían nada de recorrido a motos ya altas, con láminas, válvulas, escapes por arriba… Quien entiende el motocross ahora ve pequeñas evolucione­s, antes eran más grandes, más fuera de serie. De pasar de dos amortiguad­ores a uno… Yo veo cosas que se están sacando ahora que las vi ya en Bultaco». JP: «Como he pasado de categoría cada poco, tampoco pude notar mucho la evolución pero sí que hay diferencia­s de la moto de un año a otro. No me quiero imaginar cómo eran las 65 de antes y las de ahora, seguro que hay una diferencia bestial». ¿Tienes una moto favorita? TE: «Las dos que tuve oficiales fueron una pasada. Primero en la época de Bultaco que hubo esa evolución. Eran motos que no rompían, que corrían. El único problema es que con la crisis hicieron motos nuevas pero más pesadas, unos 20 kilos más que la Husqvarna. Era ahí donde nos ganaban, y aún les plantábamo­s cara. Luego con Derbi fuimos al Mundial en Holanda y allí hice quinto en la primera manga, en arena. Era una gran moto. De cuarenta y cinco corriendo, a acabar quinto no está mal». JP: «Sin duda la moto de este año, la KTM 250 SXF. Por rendimient­o, potencia…» ¿Has probado alguna moto moderna? TE: «Sí. Creo que ahora mismo KTM está por encima de todas las demás. He trabajado haciendo motos de velocidad y el año pasado estuve con motores de KTM y realmente me quedé asustado por el avance que habían hecho. Cigüeñales, válvulas, motor… Han hecho tal avance que para mí están a años luz. El arranque eléctrico es una pasada. Yo sigo haciendo motocross algún día y las he probado». ¿Qué es lo que más ha mejorado? TE: «Realmente la tracción. KTM tiene una fuera de lo normal, van a un ritmo más rápido. Este año he estado en Los Ángeles viendo Supercross, y realmente vi que lo que es más importante es el ritmo que cogen. Me quedé asustado. Son pilotos altos, ágiles. Ya no se trata solo de estar fuerte. Ves a Cairoli y no darías un duro por él, y tiene una habilidad y unas manos para llevar la moto, de oro. Herlings ves que va a otro ritmo, a otra velocidad». ¿Sabes de mantenimie­nto de las motos? TE: «En Bultaco tenía dos mecánicos y en Derbi tenía ¡cuatro! Nos hacíamos todo nosotros. En cada carrera estrenaba moto». JP: «No, yo solo tengo que encargarme de subir a la moto y ya está. Se encargan los mecánicos». El equipamien­to, ¿hay grandes cambios, más proteccion­es? TE: «Hay cosas que sí están bien, y otras que no puedo ni ponerme de lo poco que te puedes mover. Por ejemplo, la protección del cuello está muy bien, pero en las rodillas hay que hacer una evolución más buena. Creo que estorba más de lo que ayuda. Las botas,

muy bien. El casco muy ligero, quizás demasiado, que cuando te caes estás aturdido. Más acolchado es mejor. Las gafas también, que ya eran buenas antes. Todo está muy bien. Creo que hay que crear circuitos más sinuosos, pero que no sean rápidos. Motocross no es velocidad. Cuando se caen, se hacen daño por la velocidad. Creo que este es el problema». JP: «Lo que es traje no sé si más seguro, pero sí mucho más ligero y más fresco que es muy importante. En proteccion­es -rodilleras, coderas, casco- sí ha mejorado mucho y también es muy bueno en el motocross». Hablamos de lesiones… TE: «Tuve la suerte de correr 20 años y no romperme un hueso. Sería el único. Mi hermano por ejemplo que corrió en Brasil muchas carreras tuvo más de 40 roturas. Yo era pequeño, me doblaba bien. La constituci­ón de los huesos es muy importante. Sí que hay que tomar, en aquella época lo hacíamos, era comer bien, dormir mucho, tomar vitaminas. Tienes que ser un bailarín encima de la moto, ser muy hábil y cuidarte mucho, para ir al 100%. Hacer buenos entrenos, relajar, una buena crono, una buena manga para salir por donde tienes que salir…». ¿Eran más seguras las 2T? TE: «No, no. Las lesiones vienen porque los pilotos van a más de lo que pueden ir. Eso no tiene que ver. El problema es que no entrenan suficiente­mente bien ni en el sitio donde tienen que hacerlo». En los circuitos, ¿hay diferencia­s? TE: «Los veo muy bien, antes también. Hubo una época muy peligrosa por los saltos. Ahora no los veo así. Antes se hacían daño al saltar, ahora solo por darse con otra moto o cosas así. Ahora están más hechos para marcar ritmos». JP: «Creo que ahora los circuitos son, por lo menos en el Mundial de MX, un poquito artificial­es a veces. Ponen muchos saltos, obstáculos, hacen el circuito más lento. Las subidas, las bajadas, ahora mismo se construyen sobre circuitos de base más plana. Solo algunos del Mundial son de la “vieja escuela” que son los que me gustan, como por ejemplo, Trentino». Y, ¿las técnicas de pilotaje? TE: «Creo que ha cambiado porque la técnica avanza también. Por ejemplo Herlings ha cambiado la técnica de Cairoli. Ellos dos juntan la técnica con la moto. La forma de conducir, las fuerzas que se hacen con las piernas, la manera de trabajar la moto, entrar en los virajes… Es técnica que se va viendo a lo largo de los entrenamie­ntos. Por ejemplo en trial ha súper avanzado, pues en motocross igual». JP: «Cambia mucho, depende de cómo esté la pista, si hay mucha rodera, los baches… Según como esté tienes que conducir de una forma u otra». Hablamos de comunicaci­ón, redes sociales… TE: «Antes solo había revistas Motociclis­mo, MOTO VERDE, Solo Moto y el periódico del pueblo. Todo con lo que la gente sepa lo que estás haciendo es importante. En aquella época la gente se desplazaba para verte por toda España, a Salamanca de Barcelona y más. El motocross estaba muy fuerte, venían extranjero­s a correr carreras internacio­nales. Luego bajó con la crisis de las motos, que cerraron fábricas, se fue todo al garete. Ahora con Prado y Butrón se está haciendo una labor importante». JP: «Para mí ha sido muy fácil, por ejemplo, si volvemos al tema de los circuitos tienen páginas web en las que ver las condicione­s y demás, eso es mucho más fácil. En las RR.SS cuentas un poco lo que haces día a día, das informació­n. A mí no me afectan porque me las tomo como un pasatiempo». ¿Aprendiste con escuelas de pilotaje? TE: «Tuve la suerte de tener buenos maestros, escuchaba y aprendía mucho de lo que me decía Narcís Casas. Era un hombre con el que me pasaba horas y horas hablando. Aprendías solo de escucharle. Supongo que todos han tenido algún maestro, solo no se aprende». JP: «Yo nunca estuve metido en una escuela, nunca utilizamos ese sistema de entrenamie­ntos. Pero sí veo que hay bastantes pilotos que hacen este tipo de escuelas». ¿Es más profesiona­l ahora? TE: «Creo que sí, eso es importante. Sirve para avanzar. Es bueno cambiar de escuela y cambiar de profesor, porque cada uno tiene unas cualidades. Insisto en que la gente se tiene que ir fuera, a Bélgica a Holanda. Allí cogerás más ritmo. Así como en velocidad vienes a España, en motocross, es al revés». ¿Cómo ves el nivel de los campeonato­s y las diferencia­s? TE: «En el Campeonato del Mundo sí veo que hay mucha gente, pero en el de España no. Falta un poco de ambiente, como en el de Velocidad. Falta quizás que Jorge Prado, por ejemplo, haga carreras aquí para que el público vea a esos pilotos también. No basta solo con ver motocross, si no que la gente quiere ver también a pilotos de nivel». JP: «El Mundial tiene más medios. Sale más en la televisión. Hubo un momento bueno, luego bajaron, y ahora están intentando conseguir espectador­es y la gente se está empezando a aficionar un poco más. La organizaci­ón es muy buena. Cada vez es mejor. A veces el fin de semana es largo pero a mí me gusta este sistema, creo que se puede trabajar un poco más en los circuitos. Por ejemplo en Portugal lo hicieron muy bien porque por la mañana el domingo estaba lleno de barro y luego quedó genial». Y ¿el nivel de los pilotos? JP: «Ahora mismo que el nivel en Europa es bastante más alto que en EE.UU. Sobre todo en MX1. En MX2 es complicado saberlo porque en Europa solo se puede competir hasta los 23 años, y en Estados Unidos son mayores. Aquí estamos igualados, si ves los tiempos no estamos nada lejos». ¿Por qué crees esto? JP: A mí el formato del Europeo no me gusta mucho, solo puedes entrar en pista tres veces. Creo que es malo. Quizás es porque los pilotos de EE.UU se centran más en Supercross y es por eso que el nivel del Campeonato de Europa es más alto. Ahora mismo Tony y Jeffrey Herlings están compitiend­o en otro planeta, son dos pilotos en el que el nivel es muy muy alto». ¿Tu piloto favorito? TE: «Había dos pilotos muy buenos. Uno era Roger de Coster, me lo pasaba muy bien viéndole correr. Era más bonito verle que correr con él. Era mi ídolo, de principio a final. Y Harry Everts. Eran pilotos fuera de serie. Bueno en otras épocas, Vico. Empecé ayudándole. Y luego Butrón parecía que arrancaba muy bien, pero quizás no lleve el ritmo de Prado». JP: «Ricky Carmichael. Bueno, no tenía solo uno. Yo iba cambiando. Luego conocí a Ken Roczen, Tony Cairoli, y son de admirar…». MV

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