TEST TRIAL
MOTO VERDE ha vivido en primera persona la cita anual de los Scottish Six Days Trial. En nuestro 40 aniversario queríamos sentir de forma especial los SSDT compitiendo en la prueba. Una carrera historia del motociclismo donde hemos compartido espacio con
Vivimos en primera persona los históricos Scottish Six Days Trial.
Queremos celebrar el 40 cumpleaños de MOTO VERDE con algunas acciones especiales. En el primer tercio del año ya lo hemos hecho, sobre todo con el lanzamiento de nuestro número de colección del 40 aniversario el mes pasado, pero seguimos activando momentos singulares. Aquí tenéis uno de ellos, como era el de competir en los Seis Días Internacionales de Escocia, la prueba de referencia entre los triales de larga duración.
PUESTA A PUNTO
Parte fundamental es la puesta a punto de la moto. Hemos usado una Montesa Cota 4RT, bien preparada para lo que exigen los Scottish. Ya antes, para usarla en la temporada, le había cambiado la horquilla de serie por una Tech de aluminio y el amortiguador por un Öhlins. Además, montamos un silencioso Termignoni. Pero eso es secundario en Escocia pues la prueba pide cosas de mayor calado para superarla con éxito. Hay que ganarle la batalla al barro y evitar que pueda bloquear las aspas del ventilador. Cuestiones como el guardabarros delantero elevado -con casquillos de la 4Ride-, ensanchado y prolongado con cinta americana para disminuir salpicaduras, al igual que en el trasero. Cinta americana en la tapa del acelerador, teflón de grifos bajo los soportes de las manetas, depósito de gasolina auxiliar en el portanúmeros -el reglamento prohíbe botes con gasolina en la mochila-.El radiador cubierto con malla perforada de jardinería -vital para retener el barro-, instalado para poder arrancarlo en cualquier momento que hay que limpiarlo en los «blackwaters». El rebosadero del radiador orientado hacia la viga superior del chasis, por si hierve, cosa que no sucedió, para percibirlo a golpe de vista. Este año, como novedad, que hemos puesto de moda, llevamos una bolsita Moose sobre el «asiento», fijada con las pestañas que lleva que pasan por el interior de la carrocería. En ella pusimos la herramienta que antes cargábamos en la mochila, además de los desmontables y la llave de ruedas que, antes llevábamos fijados en el chasis y el basculante, respectivamente. Además, te puedes sentar sobre ella y vas más alto.
Si la pasada edición se caracterizó por un tiempo atípico en los Highlands, sin un solo día de lluvia, este año, a consecuencia de las nevadas y el mal tiempo de las semanas previas, se vislumbraban unos auténticos y duros Scottish, como así han sido.
Se nos ocurrió romper con el tabú de que sólo hubiera una marca de neumáticos capaz de resistir y funcionar en el trial más duro del mundo y apostar por el novísimo Dunlop 803 GP. Este 803 GP, nada tiene que ver con el anterior 803 del que tanto se ha hablado. Ya habíamos probado los 803 GP durante casi un año y nuestra impresión había sido sobresaliente, tan buenos como los más laureados. Por un lado jugaba en nuestro favor que los técnicos japoneses hubieran conseguido unos compuestos que mantienen sus propiedades de elasticidad, absorción y agarre desde bajas temperaturas, ciertamente, a las que iban a ser sometidos. Por otro, nos daba respeto la brutal capacidad tractora de nuestra moto, una Cota 4RT 260 junto con la cantidad de millas que se realizan de interzona por pista y asfalto en el que el gas se lleva muy abierto.
En la llanta delantera acompañaba a nuestro Dunlop GP una cámara de enduro reforzada con un espesor de 3 mm. Un «must have» si no quieres
pellizcar en Escocia. Nuestra presión de aire, 400 gr, poca, 50 gr menos de lo que deberíamos llevar allí. Detrás, tubeless a tan solo ¡¡270 gr!!, para un peso del piloto de 75 kg, al que añadir la carga de la herramienta y una moto que no es ligera precisamente.
¿Por qué arriesgar a reventar o a destalonar si en los SSDT se recomienda llevar más presión? Primero porque el terreno ha estado con adherencia por debajo de nula; segundo porque contábamos con los medios y conocimientos para reparar; y tercero porque si se someten unos neumáticos a prueba, se torturan de verdad.
SEIS DÍAS
El lunes, primer día, recorrimos 71 millas (114 km) de un terreno que hasta que no se va a Escocia, no se ha montado en nada igual por mucho barro que podamos haber rodado. Rápidamente nos damos cuenta de que las presiones elegidas son perfectas tanto para encontrar la tracción como para tener retención en las bajadas. Una mala fortuna, con el soporte del manillar roto, nos coloca fuera de puntuación y de trofeo, pero no de carrera.
Martes, después del mal trago de saber que nuestro dorsal tendría una franja roja atravesada -«out of race»-, decidimos que nuestros objetivos de terminar unos Scottish tan duros y de realizar el test, siguen muy vivos y que de Fort William no nos vamos así tan rápido. Sometemos a los neumáticos a 76 millas más (122 km). Frío intenso, no para de llover, muchos «moors y blackwaters» -esos barrizales sin igual-.
Miércoles, tercer día, jornada de auténtico SSDT, demoledor, lloviendo sin piedad de principio a fin, por lo que esta edición se ha caracterizado por su dureza, con frío, lluvia, barro y zonas muy difíciles. El terreno estaba imposible, con barrizales infernales, subidas resbaladizas infinitas, destacando en especial lo que nuestro Embajador, Carlos Casas denomina «la pista americana infernal», una subida entre Meall Nan Tarbh y la parada de la comida, llena de barro negro donde todo el mundo ha tenido que esforzarse para llegar arriba, una situación digna de ser grabada... Aquí los 803 GP cumplieron con creces, si bien no es cierto que se mantengan limpios sin embozarse como un donuts, pero sí que se van limpiando perfectamente escupiendo el barro de inmediato. Hablamos de que la única forma de subir era en 4ª a punta de gas… Tras media hora de carretera finalizamos 77 (123 km) millas más.
Jueves, día de 91 millas (146 km) con muchísima interzona demoledora. Las fuerzas comienzan a flaquear. La previsión es de
cambiar el neumático trasero pero no da tiempo a trabajar en la moto. Directos a parque cerrado.
Viernes, con el día más largo por delante, nada más salir verificamos presiones. Es el día que denominamos «dar la vuelta a la península». Hay muchísima carretera y se retorna en Ferry. Nuestro pensamiento se desvía durante la larga carretera hacia las posibles consecuencias de un reventón en el asfalto. Recordemos que seguimos con nuestros 270 gramos de presión y dando zapatilla por la carretera… Entramos hacia la zona de Doire Damh, un durísimo valle donde por nuestra cabeza pasa cuánto habrá aumentado la presión en el tramo de carretera o lo bien que iríamos estrenando el segundo juego de neumáticos… Aun así disponemos de motricidad y avanzamos correctamente. ¡96 millas más! (154 km. extra).
Sábado, últimas 56 millas (90 km). Si ayer no cambiamos el Dunlop trasero, para un día que queda, lo dejamos y así finalizaremos los seis días con un solo juego de neumáticos. Las temperaturas han subido mucho y el rendimiento de los neumáticos sigue siendo bueno tanto en barro como en piedra mojada. Nuestros Dunlop 803 GP atraviesan el arco de llegada.
Hemos cumplido nuestro objetivo. Acabamos los Scottish, recorriendo un total de 467 millas, casi 752 km, sin jugar constantemente con el manómetro. Simplemente verificando diariamente la presión escogida. Los Dunlop 803 GP nos han enamorado. Quizá el neumático más avanzado y con mejores prestaciones del momento. Unos neumáticos con tracción y retención en cualquier tipo de superficie, con una resistencia a los cortes, al desgaste y a no destalonar ejemplar. Han finalizado unos Scottish y esta mañana ¡nos han seguido llevando de excursión!. MV