Clásicas: Bultaco Pursang MK8 «Dual Link» 1974.
HISTORIA AMERICANA
El ingenio ha sido desde siempre una de la bases para la evolución de la tecnología. Pero no todos los intentos acaban en éxito. El sistema Dual Link es una muestra de ello.
Las conexiones de Bultaco con los Estados Unidos son múltiples y variadas. El gran «boom» del motociclismo, entendido como actividad de ocio surgido en los ’70 en Norteamérica, hizo que aquel mercado se convirtiera en el más importante para la marca española. Incluso disponía en su catálogo de una oferta de modelos que encajaban a la perfección con las necesidades surgidas de aquella bonanza económica al otro lado del Atlántico. Se adaptaron modelos para adecuarlos al gusto americano (Montadero, El Bandido…) y se llegó a desarrollar alguno directamente en aquel país. Como es el caso de la Astro de Short Track, que aunque se fabricaba en las instalaciones catalanas, se había desarrollado prácticamente de forma íntegra en la filial americana, dirigida por John Grace. Un ex piloto de la marca, de origen gibraltareño, cuyo auténtico nombre era Juan Gracia, pero que convirtió al inglés para así cobrar primas de salida como extranjero en las carreras españolas, que eran prácticamente las únicas que corría. Pero anécdotas aparte, su dominio nativo del idioma británico le sirvió para, tras su retirada como piloto, ejercer primero como jefe de exportación y más tarde pasar a dirigir la filial americana, Cemoto East.
SINERGIA
El modelo que nos ocupa es otro ejemplo de las sinergias de Bultaco entre los EEUU y España. En 1973, unos inventores americanos, Fred W. Smith, Robert E. Jarman y Russell L. Shreve desarrollan un dispositivo para eliminar los problemas de las diferencias de tensión que sufre la cadena de transmisión en función del movimiento de la suspensión trasera, acentuados en las motocicletas de campo, por el mayor recorrido de ésta. Se trataba de un doble sistema: por un lado una primera cadena de transmisión entre el piñón de salida del motor y el eje del basculante, acompañado de una segunda cadena entre éste y la corona trasera. Por otro, un basculante formado por un paralelogramo deformable que hacía que la tensión fuese idéntica durante todo el recorrido de la suspensión, permitiendo así que el contacto de la rueda con el suelo fuera constante. Ello se traducía en más tracción y en consecuencia, un mayor aprovechamiento de la potencia del motor. El proyecto interesó a Bultaco y su patente fue adquirida a través de la filial americana, que colaboró en el desarrollo fabricando y poniendo a prueba dos prototipos con base Pursang MK8, uno de los cuales es el que ilustra este reportaje.
El invento, como todos, tenía sus ventajas y sus inconvenientes, entre estos últimos un exceso de peso y especialmente de tracción, que acababa destruyendo los radios de la rueda trasera además de provocar una falta completa de armonía con el funcionamiento de la horquilla delantera. Además de los dos prototipos MK8 citados anteriormente, con posterioridad, Bultaco construyó uno propio en España que adaptó a una Pursang MK9 y que fue probado por Ignacio Bultó en el Campeonato de España en 1975, para ser abandonado al poco tiempo por los problemas antes citados. MV