TM EN 300 2012
Pasional y singular como pocas, la marca TM también transmitió su filosofía a la cilindrada que tan de moda se puso en el enduro hace unos pocos años, las 300 2T.
Cuando la categoría de 300 se popularizó en el enduro, hace ya más de una década, TM no dudo en lanzar el modelo EN 300, cuyas versiones de 2009 a 2013 analizamos en este artículo. La campaña de 2009 marcó la llegada del CDI con doble curva de encendido, así como otras pequeñas revisiones en el chasis -más rígido-, el faro y la funda de asiento. Los discos de freno «wave» y las estriberas rediseñadas fueron novedad en 2010, un año antes de sufrir, en 2011, una renovación mayor, con nuevo grupo térmico -cilindro, pistón y culata- que buscaba una mejor respuesta. También llegó entonces la bomba de embrague Brembo -antes, AJP-, nuevo basculante y reglajes de suspensiones. Los cambios en 2012 se reducían al CDI y el guardabarros delantero, además de incluirse como opción un amortiguador trasero fabricado por TM. En 2013 se revisaron los «settings» de suspensión y la decoración.
CARÁCTER
Los modelos previos a 2011 destacaban por un motor lleno y directo en bajos, pero que continuaba con una imprecisa patada en la transición a medios y una estirada algo breve. La situación se corrió en la EN 300 ' 11, que ofrecía una chispa más alegre y enérgica desde pocas vueltas, seguida de una mayor linealidad y una elasticidad más aprovechable. El embrague ganó claramente en tacto y resistencia a la fatiga, con la bomba Brembo, mientras que el cambio ofrecía un accionamiento preciso, ante su característica caja de cinco velocidades, con las cuatro primeras bien escalonadas, pero una quinta con excesivo salto. Otro signo de identidad de la EN 300, en desventaja con la competencia, era la ausencia de arranque eléctrico, algo que se mantiene actualmente. Sí se situaba entre las modernas por su doble curva de encendido con mando en el manillar.
La estabilidad es sin duda el rasgo fundamental de la TM 300, con un chasis aplomado y seguro como pocos, a cambio de una entrada en curva más caprichosa, pese a figurar como una de las más ligeras de su clase -por debajo de los 103 kilos en vacío, verificados-.
Las suspensiones destacaban por su material de calidad, pero siempre con unos tarados firmes más propicios para un uso deportivo. Los frenos Nissin/Brembo, con disco delantero de 270, no estaban faltos de potencia, aunque el tacto del delantero era muy directo. El puesto de mandos plantea una acertada configuración, salvo por la particular altura de las estriberas.
A la hora de pensar en una unidad usada, sabed que el veterano motor y el robusto chasis han demostrado buena resistencia y fiabilidad, aunque no tanto el cableado eléctrico. También, tened presente el localizar un servicio técnico cercano para localizar recambio y la limitada oferta de componentes de la industria auxiliar para las italianas. MV