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El auge de las cuatro tiempos provocó la llegada al enduro de propuestas absolutamente singulares. Como la Vertemanti 492: pedal de arranque a la derecha y hacia adelante, distribución por cascada de engranajes, cambio extraíble, subchasis de multipiezas atornillado, cadena de transmisión por la derecha... A veces, incluso, ¡funcionaba!