JORGE PRADO
¡Hola amigos! Antes del GP de Lommel, pasé las semanas previas en mi casa de Bélgica. La verdad es que disfruté mucho esas semanas, que se me pasaron muy rápido, porque pude pasar tiempo con mi hermana y mi madre, y siempre me gusta cuando estamos todos en familia. Sabíamos que era un buen lugar para sacar puntos a Jonass, porque la arena se me da bien y el año pasado había ganado allí, por lo que iba con la mentalidad de intentar ganar las dos mangas, y finalmente pude conseguirlo. En Lommel era la primera vez que llevaba la placa roja, y puedo decir que no me supuso una mayor presión, porque cuando estás en la moto no piensas en la placa. Soy consciente de que el campeonato no está ganado, así que yo me centro en hacerlo lo mejor posible en cada manga.
En Bélgica sin embargo tenía un poquito más de presión por el hecho de que allí estaban muchos patrocinadores del equipo y también algunos míos personales. Uno de ellos es Van Den Boer, quienes se encargaron de organizar una zona VIP para ver las carreras desde el mejor punto del circuito, y además hicieron unas camisetas con mi nombre para dársela a todos los que iban a la zona VIP y a los aficionados que vinieron a la firma de camisetas. Es muy agradable cuando los sponsors te cuidan así.
Después de Lommel tuvimos dos semanas sin carreras, así que volvimos a Roma para entrenar en terreno duro. Lo mejor de todo es que mi madre tenía vacaciones así se vinieron ella y mi hermana con nosotros a Italia. Pudimos disfrutar de nuevo juntos y, cuando yo terminaba de entrenar, aprovechamos para ir a la playa. También acudimos con Cairoli y el resto del equipo a una isla que me gusta, porque el agua es cristalina y preparan buen pescado, que a mí me encanta.
La carrera de Suiza también me traía buenos recuerdos del año pasado, porque es un circuito técnico, con roderas y es muy importante la concentración y no cometer fallos. Logramos una nueva victoria y conseguimos mantener la distancia en la tabla.
Ya se empieza a hablar de Motocross de las Naciones. Todavía no se ha confirmado el equipo de España, pero yo creo que estaremos allí. Es una carrera que me gusta mucho, sobre todo para despedir el año, porque no hay la presión de un campeonato regular, sino que es una carrera para disfrutar. También por el ambiente, porque la sensación de rodar en un circuito rodeado de tanta gente es espectacular. El circuito de este año tiene buena pinta, porque parece un terreno intermedio, ni muy duro ni arenoso. También siento curiosidad por enfrentarme a Plessinger, que ahora está muy fuerte, y será una buena experiencia medirme a él y ver cómo está el nivel de 250 allí. En cualquier caso, ahora toca centrarse en el final del Mundial de MX2. ¡Hasta el mes que viene!