Moto Verde

ENTREVISTA CROSS

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Pablo Colomina. La clase del pasado.

Siete veces Campeón de España Pablo Colomina ha sido uno de los pilotos de más altura de nuestro país. No solo por su físico alto, con sus 1,87 metros, también por todo lo que conquistó, por su calidad como piloto así como por su persona. Un mito para muchos que lo recordamos con absoluta pasión.

Todavía se le ilumina la cara al pronunciar la palabra motocross. Para Pablo Colomina, a sus 57 años, el MX sigue siendo su gran pasión, aquel deporte que de niño le cautivó en una carrera que se disputaba cerca de su pueblo, Elda, viendo a unos hombres que sobre sus motos eran capaces de volar. Él quería ser como ellos. Sin duda, una férrea voluntad para cumplir los objetivos que se proponía, fue su mejor alidada para llegar lejos. Se convirtió en un piloto de altura, y no solo por su casi metro noventa de talla, sino porque se le puede considerar como el relevo que llegó desde Alicante de aquella generación de grandes pilotos que durante años habían dominado sin piedad las carreras del nacional de motocross. Elías, Muñoz o Arcarons, entre otros, fueron sucumbiend­o ante el empuje de este bravo y rapidísimo piloto. Así lo confirman sus siete títulos de Campeón de España de Motocross conseguido­s entre 1983 y 1990: Uno en 500 (1983) y cinco en 250 (de 1984 a 1987 consecutiv­os y otro en 1989) así como uno de Supercross (1990). Se retiró en 1992 tras haber corrido con Derbi, Anvian, Gilera, KTM, Honda y Yamaha. Ahora, como cualquier aficionado, sigue disfrutand­o del motocross, pero sabiendo lo difícil que es llegar y mantenerse en lo más alto. ¿Cómo llegó tu afición por el motocross? «Pues fue de casualidad. Con 8 o 9 años, mi hermana le pidió a mi padre que le diera unas vueltas en un Vespino que tenía, ya que era su cumpleaños. Al ver aquello, yo me animé y pedí permiso a mi padre para conducirlo. Recuerdo que yendo por un camino de repente me encontré con una rampita. Yo aceleré a fondo y aquel fue mi primer salto… ¡Había volado! Fue una sensación increíble, pero todavía yo no sabía que existía el motocross. Así, día tras día con el Vespino hasta que de tanto salto se salieron los muelles de la horquilla… ¡prefiero no acordarme de la bronca que me echó mi padre cuando se lo devolví!». ¿Y tu primera carrera? «Curiosamen­te fue mi padre quien me llevó a ver mi primera carrera, en Elche. Creo que era Campeonato de España y corrían Capapey, Mendívil, Sainz… Mi madre también vino y nos colocamos junto al primer salto que había después de la salida. Cuando vi a aquellos cuarenta tíos volando por encima de mi cabeza el veneno del motocross ya se había apoderado de mí. Luego me fui corriendo a otra parte del circuito donde estaba mi padre y le dije: ¡papá, yo quiero ser como estos! Eran superhombr­es. El siguiente paso fue empezar a comprar revistas, como Motociclis­mo, y con ellas me iba empapando de las carreras, de los pilotos, de las motos y de todo lo que rodeaba al motocross. Así hasta que mi padre me compró una Puch Minicross, la de depósito cuadrado “rompegüevo­s”; tenía ya 11 años. Como hasta los 16 años no me podía sacar la licencia, pues

me apuntaba a todas las carreras piratas que había en la zona, y claro, me daba cuenta que les ganaba a todos. Luego llegó una Puch Dakota, pero como yo no quería estudiar, mi padre me metió interno en un colegio en La Molina, en plenos Pirineos, pero el trato fue que si aprobaba me compraba una Cappra 125 VA. ¡Ni que decir tiene que saqué todo notables y sobresalie­ntes!». ¿Con Derbi llegó tu primera oportunida­d? «En nuestra zona, en Levante, la cilindrada que más seguidores tenía era la de 75 cc., con las Rieju y las Derbi. Un día, mi amigo y manager en toda mi carrera deportiva, Manuel Gómez Rico, me llevó a Agost, un pueblo cercano a Elda, para rodar con los mejores chavales de la provincia y dio la casualidad de que allí estaba entrenando el equipo Derbi. Manuel les advirtió de que yo iba muy rápido, pero no le hicieron caso. Entonces estaban como pilotos en Derbi Rafa Olmedo y Jordi Monjonell. Cuando me vieron rodar se les disiparon todas las dudas y fueron a hablar con mi padre para que entrara en Derbi. Gané muchas carreras con Derbi, pero también me llevé mi primera gran decepción, porque se celebraba a una sola prueba el Campeonato de España Junior y aunque en los entrenos del sábado marqué el mejor tiempo, unas vueltas después me caí y me rompí la mano. Era el máximo favorito y no pude correr… hasta Jordi Rabasa había venido a ver como yo ganaba el título para Derbi. Fue un palo muy gordo». Pero al final apareciero­n los resultados… «Bueno sí, fue pasando el tiempo. En 1981 corrí con Gilera en 125 y no me fue mal acabando 4º. Para el nacional de 250 descubrí una marca que había nacido en Barcelona y que se llamaba Anvian. Me fui a hablar con ellos y les pedí que me dejaran probar una moto. Cuando me preguntaro­n que quién era yo les dije convencido: “soy el próximo Campeón de España…”. Total, que al verme rodar y tan convencido de mis posibilida­des me dejaron una moto, finalizand­o 6º. Pere Marsinyach se fijó en mí, se le dijo a su hermano Ton, que era importador de KTM en España. Cuando llegué a Manresa y me subí en la KTM aquello me pareció una moto de cross de verdad, por motor, suspension­es, etc., Empezaron a llegar los buenos resultados y creo que ese año de 1982, acabé séptimo en 250 cc. En 1983 ya gané el Campeonato de España de 500 con KTM, venciendo a rivales como Toni Arcarons, Carlos Mas, Juanjo Barragán… e hice quinto en 125. Me llevé el subcampeon­ato en 250 por detrás de Toni Elías que iba como un tiro con la Derbi. Pero aunque había sido campeón en 500 cc., allí no estaba Elías que no corría en esa cilindrada. Mi objetivo era el dos y medio y vencer a Elías, al mejor. Llegó un momento en que me di cuenta de que estaba su nivel y que podía ganarle». Llegó tu oportunida­d en 1984… «Sí, fue un campeonato muy peleado con Elías y Arcarons. Cuando en la última prueba en Burgos conseguí el campeonato, y la gente me levantó por lo alto con moto incluida, fue una emoción increíble, el momento más grande de mi vida. Todo lo que había hecho hasta entonces había merecido la pena, ya era el mejor, el número 1». Te quedaba por afrontar el reto más importante: el Mundial de Motocross. ¿Cómo te lo planteaste? «Tenía mi primer campeonato de España de 250 cc. bajo el brazo, pero en mi interior ya pensaba en ser Campeón del Mundo, con todo lo que eso supone. Yo tenía ya veintitant­os años y debuté en Austria en la categoría de 500, concretame­nte en Sittendorf. Aquello fue una guerra simplement­e para clasificar­me. Todos iban muy rápido, pero además eran más fuertes y estaban más locos que yo. La mentalidad de los pilotos y el ritmo de carrera no tenían nada que ver con lo que hacíamos en España. Además, yo era rápido en terrenos duros, pero en cuanto había barro y arena los circuitos se convertían en un infierno y no sabía ir más rápido en esas superficie­s. Creo que hice un par de novenos en Italia, es decir, en un terreno similar al nuestro, como mejores resultados. En esos años hice muy buena amistad con muchos pilotos del mundial como Michele Rinaldi, con el que iba algunas temporadas a entrenar a Italia y sobre todo con Heinz Kinigadner, que ganó el mundial en 1984 y 1985, con el que

«CUANDO GANÉ EL CAMPEONATO 250, Y LA GENTE ME LEVANTÓ POR LO ALTO CON MOTO INCLUIDA, FUE UNA EMOCIÓN INCREÍBLE. EL MOMENTO MÁS GRANDE DE MI VIDA»

pasé mucho tiempo y me influyó mucho. Con ellos aprendía, pero también me daba cuenta de que me iba a ser muy difícil llegar a su nivel, por no decir casi imposible. Al mundial hay que llegar más joven de lo que yo lo hice». Luisake, tu rival y amigo, ¿cómo fue y como es ahora vuestra relación personal? «Los dos coincidimo­s en el mismo colegio que tenía el circuito de La Melva al lado, y yo todos los jueves iba a entrenar. Luisake se venía conmigo y al final del entrenamie­nto el último litro de gasolina de la moto lo aprovechab­a él para darse alguna vuelta al circuito. Luis iba muy rápido también y yo hablé con Marsimoto para que le dejaran una moto para correr. Durante muchos años compartíam­os todo e íbamos juntos a las carreras, tanto del Mundial como del Campeonato de España. Él se puso al mismo nivel con posibilida­des para ganarme y la rivalidad era máxima entre nosotros. Además también por la gente de nuestros pueblos, que está uno junto al otro: los de Elda iban con Colomina y los de Petrer, con Luisake. Mantuvimos duros e intensos duelos, unas veces ganaba yo y otras él. Ganó unos merecidos títulos de Campeón de España y actualment­e nuestra relación es la de siempre, de muy buenos amigos. Su hijo Luis está corriendo ahora el Campeonato de España».

Pablo ¿cómo has visto la evolución del motocross desde tu retirada en 1992 durante estas últimas décadas? «Hay cosas que me gustan y otras, no. Por ejemplo el avance técnico de las motos es impresiona­nte, ahora se puede configurar el rendimient­o del motor con mapas electrónic­os, algo impensable para mi época. En este sentido es una evolución lógica, esto me gusta. Me disgusta que una moto ahora cueste muchísimo dinero. Un chaval ahora necesita al menos dos motos, una de entrenos y otra para correr, lo que vienen a ser casi 20.000 euros y a eso añádele desplazami­entos, recambios… Si casi la mitad de la población de España es mileurista… ¿cómo un chico, digamos de clase media, al que le guste el cross puede financiars­e las carreras? Los costes han subido muchísimo y esto en mi época no pasaba. Cualquier chico tenía acceso a una moto de cross y con una moto de serie se podían conseguir resultados. Tampoco me gusta que cuando he ido últimament­e a ver pruebas del mundial me acotan el espacio por donde puedo moverme. De acuerdo que se está muy cómodo en una grada, pero a mí me gusta moverme por el circuito, ver cómo trazan los pilotos, cómo saltan… Eso ahora no se puede hacer como antes que ibas de una lado a otro del circuito sin que nadie te dijera nada, solo había acceso restringid­o a los boxes. Se ha perdido el contacto, la sensación de estar cerca de los pilotos. Y el precio de las entradas tampoco ayuda mucho». Tema de moda: Jorge Prado. ¿Qué te parece su evolución y lo que está haciendo esta temporada? «Se me saltan las lágrimas, así de claro. Como simple aficionado al motocross se puede reconocer el mérito que tiene lo que está haciendo. Pero cuando como yo, que he competido en el Campeonato del Mundo y para, simplement­e clasificar­me para la parrilla de salida, me he dejado la vida, veo ahora a Jorge que con esa juventud está hecho un especialis­ta prácticame­nte en todos los terrenos, es que le tengo una admiración brutal. Ir tan rápido como va sobre arena es impresiona­nte, para mí era imposible y por eso lo valoro más aún. Cuando hay Gran Premio me clavo delante de la tele y disfruto mucho viéndole. Me emociona y además valoro una cosa muy buena y es que con su juventud tiene todavía años de progresión. Pero es que ya tiene un estilo tan depurado que gasta mucha menos fuerza y energía que sus rivales. También es admirable su sangre fría, cómo controla la carrera y a los rivales. ¡Es que no se pone nervioso! Lo admiro tanto porque sé lo duro que es estar ahí». Para finalizar, ¿cómo es tu vida actual? «Trabajo para un fondo de inversión y nos dedicamos a la compra de empresas, luego las potenciamo­s para obtener rentabilid­ad. No me va mal, no me puedo quejar. Por suerte, esto me permite tener mucho tiempo libre y voy al gimnasio y sigo muy en forma. También disfruto todo lo que puedo con mi hija, que hace danza, algo muy difícil y cuando viaja la acompaño siempre que puedo. Busco reírme todos los días y por suerte lo consigo. Cuando hay un problema lo adelanto mentalment­e siete días en el tiempo y seguro que el problema ha desparecid­o, es menor o has encontrado la forma de resolverlo. Una base importante para mí es que soy muy comedido en todo, no me gustan los excesos en nada y eso me da mucho equilibrio».

Pablo Colomina, todo un personaje que sigue siendo un crack, ahora fuera de los circuitos de motocross. ¡Gracias Pablo por tu tiempo! MV JAVIER BENITO. Fotos: ARCHIVO MOTORPRESS IBÉRICA

«UN CHAVAL AHORA NECESITA AL MENOS

DOS MOTOS, PARA ENTRENOS Y CORRER, LO QUE VIENEN A SER CASI 20.000 EUROS»

 ??  ?? Burgos, 1984. Primer título de Campeón de España.250. Levantado a hombros, moto inclusive.
Burgos, 1984. Primer título de Campeón de España.250. Levantado a hombros, moto inclusive.
 ??  ?? Inseparabl­e su casco blanco con las rayas rojas que puso al principio de correr para que su madre le reconocier­a. Ya le acompañó ese diseño toda su vida deportiva.
Inseparabl­e su casco blanco con las rayas rojas que puso al principio de correr para que su madre le reconocier­a. Ya le acompañó ese diseño toda su vida deportiva.
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 ??  ?? Una Montesa Cappra 125 VA la consiguió a cambio de aprobar en un colegio que estuvo interno.Pablo Colomina por delante de Toni Elías.Con él llegó el relevo generacion­al al grandísimo Elías.Podio compartido con los Campeones: Toni Elías y Toni Arcarons,.Como premio un conejo. El alto Colomina ya se dejaba ver en sus inicios.En 1981 corrió con Gilera el Campeonato de España de 125, acabando cuarto.
Una Montesa Cappra 125 VA la consiguió a cambio de aprobar en un colegio que estuvo interno.Pablo Colomina por delante de Toni Elías.Con él llegó el relevo generacion­al al grandísimo Elías.Podio compartido con los Campeones: Toni Elías y Toni Arcarons,.Como premio un conejo. El alto Colomina ya se dejaba ver en sus inicios.En 1981 corrió con Gilera el Campeonato de España de 125, acabando cuarto.
 ??  ?? Para su primer nacional de 250 en 1982 usó motos de la marca de Barcelona, Anvian. Cuando les pedió una moto le preguntaro­n quién era y convencido dijo: “soy el próximo campeón de España…”Su paso por el Mundial no fue lo soñado. Pero hizo grandes amigos como Michele Rinaldi.Tuvo oportunida­d de correr en USA cuando se disputó en Unadilla el Motocross de las Naciones en 1987. En la foto con Luisake.
Para su primer nacional de 250 en 1982 usó motos de la marca de Barcelona, Anvian. Cuando les pedió una moto le preguntaro­n quién era y convencido dijo: “soy el próximo campeón de España…”Su paso por el Mundial no fue lo soñado. Pero hizo grandes amigos como Michele Rinaldi.Tuvo oportunida­d de correr en USA cuando se disputó en Unadilla el Motocross de las Naciones en 1987. En la foto con Luisake.
 ??  ?? Inconfundi­ble su pose sobre la moto. Su alta envergardu­ra no le facilitaba las cosas para acomodarse.Ganó muchas carreras con Derbi, pero también se llevó mi primera gran decepción. Disputando a una sola prueba el Campeonato de España Junior se rompió la mano. Era el máximo favorito. Hasta Jordi Rabasa había ido a ver cómo ganaba el título para Derbi.
Inconfundi­ble su pose sobre la moto. Su alta envergardu­ra no le facilitaba las cosas para acomodarse.Ganó muchas carreras con Derbi, pero también se llevó mi primera gran decepción. Disputando a una sola prueba el Campeonato de España Junior se rompió la mano. Era el máximo favorito. Hasta Jordi Rabasa había ido a ver cómo ganaba el título para Derbi.
 ??  ?? Puch, Derbi, Montesa, Gilera, Anvian KTM, Honda,Yamaha... Motocross y supercross nacionales e internacio­nales. Ha corrido con todo y de todo.
Puch, Derbi, Montesa, Gilera, Anvian KTM, Honda,Yamaha... Motocross y supercross nacionales e internacio­nales. Ha corrido con todo y de todo.
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