OJO DE BUEY
Lo llevan las bombas de freno para ver el nivel. A ésta se le había roto, lo que implicaba tirarla o tratar de repararla. Lo solucionamos con un trozo de lámina de silicona que cortamos usando un «sacabocados» del mismo diámetro. Metido a presión y bien fijado con el anillo metálico, que extrajimos cuidadosamente, que fijaba la pieza original. Hasta ahora el truco ha funcionado y la silicona aguanta el líquido de frenos.