Nº 449 - DICIEMBRE 2015
Como a todo buen endurero, crossero o trialero, nosotros también disfrutamos de esa singular atendencia a meternos en los charcos en cuanto vemos uno... La atracción por el líquido esencial de la vida también suele tener reflejo en imágenes espectaculares, con esa estela de gotas de agua que forman un llamativo mosaico natural. Más aun, cuando el oleaje está generado por un caballito de los buenos a cargo de un piloto de los grandes como lo es Alfredo Gómez.