QUE ES MEJOR
En estos días en los que hemos tenido que dejar de usar la moto durante un prolongado plazo de tiempo, y hemos tenido momentos de pensamiento y meditación, a muchos nos ha podido asaltar una duda, ¿Qué es mejor, apoyarla en el caballete o en la pata de cabra? Quizás la mejor opción no sea ninguna de ellas.
Ver la moto parada durante días y días sin la posibilidad de usarla es otra de las razones por las que este confinamiento se hacía cada día más largo. Sin embargo, con tiempo para pensar seguro que a alguno le ha asaltado una duda. ¿Está mejor la moto apoyada en la pata, o en el triángulo en las de cross, como cada día, o la subo al caballete? En muchos casos la pregunta puede parecer obvia, porque de unos años a esta parte, los caballetes centrales han desaparecido de la mayoría de las motos, y ahora se sirven como opción incluso en motos como las trail.
En su momento el caballete era la opción que la moto traía de serie, incluso en los modelos más deportivos de enduro. La necesidad de ganar altura al suelo conforme aumentaron las prestaciones y los neumáticos empezaron a permitir más y más, al igual que las suspensiones provocó que ese elemento molestaba, estaba llamado, de no estar bien sujeto a ser un incordio y, además, era peso extra. Por no decir que en las trail, la rodar por carretera la pieza que rozaba antes en el suelo al tumbar en curvas era el caballete. Se sustituyó por un soporte lateral que hasta los 80 no era común que estuviese instalado de serie, la pata de cabra. El arte de no caerse Y no fue sencilla la vida de la pata de cabra al principio. Se podía optar por dos alternativas en su diseño, el que se plegase automáticamente con un muelle o que se mantuviese extendida. La primera opción podía provocar caídas en parado porque no se hubiese apoyado correctamente o porque al subirte a la moto se plegase antes de tener suficiente apoyo en la pierna izquierda. La segunda, más segura en principio, facilitaba salir con la pata extendida y en la primera curva a la izquierda tener un susto cuando rozase en el suelo.
Con la electrónica todavía en pañales, los caballetes laterales empezaron a tener sistemas de autoplegado en caso de salir extendidos en marcha. El más común fue instalar tiras de goma en su extremo, que tocaban antes en el suelo y la plegaban si la inclinación era lo suficientemente progresiva. No obstante, el cortacorrientes fue el que se impuso, en las motos trail, con la pata desplegada la moto no arrancaba.
LA PATA GANA LA BATALLA
El problema entonces era que no se podía arrancar la moto sin levantarla, la tenías que calentar subido encima y hacer cualquier tarea de mantenimiento que requiriese arrancarla era un sufrimiento, Pero fue este sistema el que se ha acabado desarrollando. En la actualidad la electrónica ha avanzado, aunque tampoco es que haga falta un ordenador para gestionar una pata de cabra. Por norma de homologación, para evitar arrancar con la pata extendida, hay que dotarla de un sistema de plegado automáticos por muelle –lo habitual en las enduro y trial-. O bien que tenga un cortacorrientes que actúa cuando engranamos marcha, calando el motor. Si está extendida el propulsor sólo funciona si el cambio está en punto muerto, y habitualmente además es necesario apretar el embrague como medida de seguridad secundaria. Lo malo de ese sensor es que en las motos trail off road que lo montan, es una pieza expuesta a golpes y, si se rompe, nos podemos ver obligados a tener que abandonar la ruta al no poder arrancar el motor. Porque lo de puntear el cable, truco de «clásicos populares», con la electrónica actual no siempre
funciona y hablo por experiencia pues una vez me pasó quedarme fuera de juego, en una pista de tierra, con una trail monocilíndrica moderna, y no hace mucho tiempo. Por mucho que soltamos de todo, empalmamos cables y demás, la centralita registraba error y naranjas de la china –tras sacarla de la pista remolcando hasta el pueblo cercano, tuvo que venir la grúa-. Por cierto, en bastantes enduros, sobre todo en las japonesas, no hay ese cortacorrientes en la pata y en su lugar sí lo hay en el embrague resultando obligado presionarlo para que el botón de arranque accione el motor de puesta en marcha.
Con este desarrollo de la seguridad, la pata de cabra se ha impuesto. Resulta más barata, requiere de unos anclajes más sencillos en el chasis y es mucho más fácil de operar con ella que con un caballete central. Ahora resulta complicado ver una moto apoyada en un caballete, en parte por esta mayor comodidad, en parte porque los fabricantes los han desechado. Aunque casi todas los fabricantes lo ofrecen como accesorio para sus motos trail, e incluso ya lo vuelven a montar de serie en bastantes modelos, incluidos los que son de orientación más off road. Sin embargo, un caballete central es mucho más práctico para ciertas operaciones, algunas tan frecuentes como engrasar la cadena, y mantienen la moto más estable salvo excepciones si la moto está en terreno inclinado o agreste.
LA SOLUCIÓN
Pero bueno, vamos al tema que nos ocupa. ¿Dónde es mejor apoyar la moto? Veamos pros y contras. Vamos a partir de la base que está en un lugar plano y liso, normalmente no dejamos la moto en mitad de una calle en cuesta durante un mes. Si la moto está apoyada en la pata, está inclinada y el peso se reparte en tres puntos de apoyo de manera bastante homogénea, lo que descarga peso de los neumáticos. Aun así estos están apoyados en la zona lateral, no en el centro. Con la moto inclinada todos los fluidos están desplazados hacia la izquierda, lubricante en el cárter, líquido de la batería, y la moto ocupa más espacio, porque tienes que seguir dejando espacio a la derecha para ponerla vertical.
Si tu moto es una trail y eliges el caballete central, que salvo excepciones es bastante más pesado de manejar, tanto para subir la moto como para bajarla, la moto estará algo más estable, sobre todo en cuesta, y vas a poder trabajar sobre ella con facilidad si aprovechas para darla un repaso. Sin embargo el reparto de peso puede variar mucho dependiendo de su diseño. Con un caballete bien diseñado, la moto estará prácticamente apoyada en el caballete y la rueda que esté apoyada tendrá poco peso, lo que es una ventaja definitiva para largos periodos de inactividad. Algunos caballetes se bloquean, lo que es una medida de seguridad añadida.
DEFORMACIÓN DE LOS NEUMÁTICOS
Los neumáticos son elásticos, pero si los dejas apoyados siempre sobre el mismo sitio, pueden acabar deformándose, sobre todo en motos muy pesadas, como las maxitrail, y si han perdido presión con mucha mayor intensidad –para largos tiempos mejor dejarlas con presión extra-. Si una
moto va a estar mucho tiempo apoyada en sus neumáticos es conveniente girarlos de ver en cuando para cambiar el punto de apoyo, no lo olvidéis. En este sentido siempre será mejor que estén apoyados rectos que inclinados por la propia estructura de la carcasa, que es simétrica, otro punto a favor del caballete.
Pero hay una solución que es todavía mejor que las dos anteriores, y es que los neumáticos, los principales damnificados de esta situación de largo tiempo sin moverse, no tengan que estar apoyados, lo que se consigue con un caballete específico. Cuando las motos de enduro y trail empezaron a carecer de caballetes centrales, empezaron a popularizarse los de carreras, unas estructuras tubulares que permitían mantener la moto estable al apoyarse sobre el basculante, bien directamente sobre ellos con apoyos elásticos, o bien sobre unos diábolos previamente instalados en la moto. Y por supuesto también no podemos olvidarnos de todos los tipos de caballetes centrales externos que hay para nuestras motos de campo, metálicos o plásticos, con pedal de elevación o sin partes móviles, con ruedas o sin ellas, plegables o rígidos, incluso con motor eléctrico, con mecanismo hidráulico, de mayor o menos altura de elevación… Múltiples opciones para dejar nuestra moto bien apoyada sobre ellos en la zona de la cuna motor -en todas las off road menos en algunas trail- y que los neumáticos no sufran el soportar el peso durante tiempo prolongado, y además apoyados en el suelo sobre un mismo punto.
Los hay de más o menos plataforma, para soportar mayor o menor cantidad de kilos de peso, según la moto sea trial o hasta una trail, pero siempre con esa intención de buscar tener las ruedas elevadas del suelo si va a estar parada mucho tiempo.
MÁS POSIBILIDADES
Los caballetes traseros se complementan con otros para la parte delantera, que se podían anclar en el taladro de la columna de dirección, o más frecuentemente en la parte inferior de la horquilla delantera. Con este sistema la moto quedaba perfectamente estable, sin apoyarse en absoluto en el suelo, y hasta con la posibilidad de desplazarse porque disponían de ruedas. Este accesorios se ha popularizado, y se ha vuelto cada vez más necesario una vez que no sólo las motos no disponen de caballetes centrales, sino que la colocación de los catalizadores bajo el motor y el empleo de sistemas de escape más voluminosos con marmitas centrales en muchas trail, hacen muy complicada su instalación en las nuevas motos.
Por tanto, la respuesta a la pregunta al enigma verde sobre pata de cabra o caballete central, sería que en caso de que la moto esté mucho tiempo parada, ninguno de los dos. La mejor solución es un buen caballete central para motos de cross, enduro, trial o trail ligera, o bien juego de caballetes, delantero y trasero, si es para una trail, de más peso, que deje la moto en el aire, y además son para toda la vida. El principal problema es guardarlos si no tienes un garaje privado. De las otras dos alternativas, la mayoría sólo va a poder optar por una, porque no tiene caballete central, pero si lo tienes, úsalo, los neumáticos te lo agradecerán. MV PEPE BURGALETA. FOTOS: MPIB