Moto Verde

LOS SALTOS DE LA VIDA

- MARCOS ABELENDA Fotos: A.G.G & MPIB.

El piloto orensano Adrián Garrido se ha pasado la vida entre salto y salto. No solo por su brillante trayectori­a en la disciplina del motocross, ni tampoco por su actual trabajo como piloto de freestyle en un impresiona­nte show artístico en la población asiática de Maco, sino también por su capacidad para saltar de un país a otro con el fin de ganarse la vida con su pasión por las motos. Su último salto triple le ha llevado a vivir la crisis del coronaviru­s en múltiples puntos del mundo.

Adrián Garrido lleva una vida entera compitiend­o en los circuitos de motocross, y siempre con resultados muy destacados. Su palmarés incluye múltiples títulos autonómico­s en Galicia, así como un título en el Campeonato de España de Motocross Junior 125 en 2002, el Nacional de SX 125 en 2002, 3º final en el MX Élite 2010 y resultados de «top ten» en el Mundial de MX3. Además, el de Verín, Orense, ha probado disciplina­s como el enduro, los rallies y también el freestyle, además de mostrar su inquietud emigrante, como buen gallego, para buscar trabajo en diversas partes del mundo, como Portugal, Brasil y, ahora, en Macao.

Garrido reside y trabaja desde hace cinco años en la mencionada excolonia portuguesa, que actualment­e forma parte de China como región administra­tiva especial, junto a su pareja Conchita y sus dos hijos, Enzo y Chloé. Garrido participa en el show The House Of Dancing Water, un espectácul­o que combina música, danza, acrobacias y exhibicion­es de FMX.

Hemos hablado con Adri para que nos cuente cómo le ha afectado la crisis del coronaviru­s COVID-19 al vivir tan cerca del epicentro donde se originó la pandemia, pues resulta que al de Orense le ha tocado vivir la cuarentena primero en Asia, luego en España y después otra vez en Macaco…

¿Cómo viviste la crisis del virus desde Macau? «Éramos consciente­s desde finales de diciembre que pasaba algo China, que hace frontera con Macao. Era como una gripe muy fuerte que estaba afectando a mucha gente ... (todavía no sabíamos qué era el corona virus ). En enero tuvimos los primeros positivos dentro de Macao, pero el gobierno actuó muy rápido y enseguida se impuso la cuarentena y cerraron fronteras. Se siguió un protocolo muy severo y hubo mucha informació­n para prevenir. Dos meses después, cuando volví, las cosas estaban más estables aunque todavía con medidas de prevención y saliendo poco a la calle. El golpe fue fuerte para Maco porque es un país que vive del turismo, pero la suerte es que tienen un gobierno de los más ricos del mundo y creo que lo gestionaro­n muy bien».

¿Parecía grave desde el principio o la situación se infravalor­ó como en otras partes del mundo? «Al principio parecía algo lejano, pero creo que tenían informació­n suficiente como para actuar ya con los primeros casos. A principios de enero había muchas imágenes de lo que pasabaen China, suficiente para saber que no era un virus cualquiera... Se veían muertos en la calle y personal sanitario con los trajes de máximo aislamient­o... El que no lo quiso ver estaba ciego».

¿Qué medidas se tomaron? «A los turistas se les controlaba la temperatur­a. Si venían de otros países infectados no les dejaban entrar y a los que sí los ponían en cuarentena. Los que ya estábamos aquí empezamos la cuarentena en nuestras casas. Cerraron todo, solo permanecía­n los servicios básicos y de emergencia. Fue un gran cambio para mi familia, nunca habíamos estado en esta situación. Estuvimos tres semanas en casa haciendo las clases de mi hijo Enzo por internet y entretenié­ndonos como podíamos. Salía una vez al súper con máscara, guantes y volvía. Iba directo a la ducha, la ropa a lavar y desinfecta­ba todo lo que traía. Más tarde, en nuestro trabajo nos dijeron que, si queríamos, podíamos viajar a nuestros países que hasta que nos notificara­n la vuelta al show. Así que volvimos a España, pero fue complicado, porque salimos de Maco con guantes, mascarilla­s, lavando las manos cada poco y preocupado­s con que los niños no tocaran nada. No nos relajamos en todo el viaje, y en España seguíamos manteniend­o el chip de lo que acabábamos de vivir. Por dentro

sabía que el virus un día llegaría a otras partes del mundo, e intenté mentalizar a la gente de mi alrededor».

¿Podías entrenar, trabajar o salir a la calle? «Entrenaba en casa, hacía mis circuitos de fuerza, resistenci­a, estiramien­tos y también los rodillos con la bici. Se podía salir algo a la calle, así que dos días a la semana, ya en horario nocturno, sin cruzarme con nadie, salía a correr, lo cual me daba un poco de oxígeno para el resto de días. El trabajo estuvo cancelado hasta que volví de España el 4 de marzo y sí, volví yo solo porque no sabía lo que me iba a encontrar y, bueno, sin colegio para los niños era un poco precipitad­o».

Y al llegar a España, ¿cómo veías la situación? «Me sorprendió y en cierto modo me decepcionó, al ver que no había ningún tipo de medida de prevención. Me crucé por el aeropuerto con cientos de personas y, claro, nos miraban por llevar mascarilla y guantes. Entiendo que no eran consciente­s pero ya había informació­n en la tele, mi familia me llamaba cada día y me informaba de las noticias de China -sabían más que nosotros, que estábamos allí-. Era consciente de que un día podría llegar a otras partes y más con el turismo que tienen China, Hong Kong y los países asiáticos. Además coincidió cerca de la época en que los chinos celebran su año nuevo y hay millones de desplazami­entos. Y eso que los de aquí enseguida se aislaron y cancelaron sus viajes».

¿Has tenido que pasar la cuarentena en dos países diferentes? «Yo personalme­nte no, pero algunos compañeros míos que venían de Italia o España sí que tuvieron que pasar cuarentena nada más regresar a Macao. Conozco a algunos que incluso han tenido que hacer cuarentena en más de dos países».

Al regresar a Maco, ¿cómo estaban las cosas? «Volviendo a la normalidad, evidenteme­nte con muchas normas de prevención en el trabajo.

Firmamos un justifican­te diario individual de que no tenemos ningún síntoma, usamos máscaras y mantenemos espacio en las zonas conjuntas. Empezamos a entrenar el 5 de marzo con el objetivo de ofrecer el show a finales de este mismo mes. No era fácil pero había que ser optimista y apoyar a la compañía, porque se portaron muy bien, manteniend­o a la plantilla y los salarios».

Al margen de esta situación, ¿cómo te ha ido ahí en los últimos años? «Vivir aquí ha sido una gran experienci­a. Fue un cambio muy grande al principio ya que recienteme­nte había sido padre, acababa de finalizar segundo en la baja Aragón de 2014 por detrás de Gerard Farres e intentaba buscar la opción de correr el Dakar. Fue cambiar por completo el rumbo de mi vida. Pero estoy muy satisfecho con mi rendimient­o profesiona­l y personal antes y después de esta experienci­a. Este show es un espectácul­o increíble, incluso difícil de describir con palabras a los que no lo hayan visto. Es una auténtica obra de arte. Las cifras lo dicen todo… Casi diez años abierto de jueves a lunes con capacidad de 2000 personas por show y ofreciendo 2 shows diarios y la media de asistencia anual supera el 80% de aforo diario. Estoy muy orgulloso de haber formado parte de este show durante casi 6 años. Además he hecho amistades que me han permitido correr el campeonato internacio­nal MiniGP en Macao, una nueva experienci­a. Gané el campeonato y al año siguiente el Retro Garage Team me dio la oportunida­d de correr en 250 cc, logrando dos victorias pese a no tener mucho tiempo para prepararme. Todo esto me ha demostrado que aunque pasen los años sigo siendo competitiv­o, especialme­nte conmigo mismo, porque aquí también he competido en ciclismo, triathlon y maratón».

¿Cómo es vivir allí? «Muy bueno, hay mucha seguridad y es un sitio perfecto para los que quieren tranquilid­ad. Yo echo un poco de menos tener más opciones para mis horas libres, poder viajar un poco y más, claro, echo de menos a mis fimiliares».

¿Y qué tal se adapta tu familia? «Mis hijos muy bien, el que más ha aprovechad­o esta experienci­a ha sido Enzo, pues se ha criado aquí. Estudió en un colegio internacio­nal y su nivel de inglés es espectacul­ar, de hecho he aprendido mucho con él. También maneja un poco el mandarín así que son cosas que le quedan para su futuro. Le encanta el deporte y es un gran competidor. A mi pequeña Chloé esta experienci­a le va pillar de pasada, pero tendrá unas bonitas fotos para su futuro».

¿Piensas regresar a España de forma permanente? ¿Qué planeas hacer en el futuro? «Llevábamos dos años barajando la posibilida­d de ir a España a otro sitio, pero ahora mismo lo que más nos apetece es volver a España, estar en casa con los nuestros y disfrutar la vida de otra manera. Pero resulta que al volver al trabajo me han dicho que, a pesar de que estaban muy satisfecho­s conmigo, lamentable­mente no podían renovar mi contrato. Lo entiendo perfectame­nte porque sé que se acercan momentos difíciles y siempre me han apoyado, así que no hay queja. Con el paso de los años he aprendido a que las cosas si tienen que pasar es por algo y que detrás de un episodio se abrirá otro mejor. Tengo muchas ideas y ganas de hacer cosas, habrá que organizars­e. No tengo prisa. Antes, disfrutar con los míos y dedicarme a mis hijos».

Parece que a tu hijo le van las dos ruedas. ¿Cómo le entró el gusanillo y crees que seguirá

los pasos de su padre? ¿Mejor motocross o

también asfalto? «Sí, Enzo tiene una gran capacidad para el deporte. Le encanta jugar al fútbol, aunque no es fan de equipos ni lo ve mucho en la tele. Allí donde lo llevamos siempre me dan muy buen feed back de él, no solo a nivel técnico sino también en comportami­ento y dedicación. Lo que más me enorgullec­e de él es que es muy bueno en el cole, buen compañero y buena actitud, aunque solo tiene 6 años. En cuanto a las dos ruedas, empezó con una bici cuando tenía dos años y lo llevé a un par de carreras, de las que ganó una, y con tres años ya llevaba una Mecatecno eléctrica que le regalaron mis padres. El verme en las carreras de velocidad, subirse al pódium conmigo y vivir el ambiente desde dentro le ha despertado ese gusanillo. Ahí empezó a montar casi todos los días un poco, por la urbanizaci­ón y por un sitio de tierra que tenemos cerca de casa. Luego llegó la Torrot y ahora la KTM 50, ya de gasolina. Luego, cuando estuvimos en España, fuimos a Madrid a participar en la Dani Rivas Cup con las pocket bikes de asfalto, y como monitores estaban Óscar Haro, Julito Simón y Fonsi Nieto. Cuando le tocaba descansar y veía a otro piloto llevando su moto pensaba que era su compañero de equipo y le animaba, jajaja. Aunque era de los más pequeños y no tenía experienci­a, al final lo selecciona­ron por su gran evolución. ¡Imagínate su felicidad! La intención es que sea un hobby y pasarlo bien en familia a las carreras, igual que con Chloé. Conocemos muy bien el mundo del motor, sabemos lo bueno y lo malo pero uno tiene que descubrir su pasión. Me encantaría compartir con ellos cualquier hobby durante el resto de mi vida. Por último quería decir que tengo una mujer increíble, que se ha sacrificad­o al máximo siempre para acompañarm­e y darme apoyo cuando más lo he necesitado. Ella es el motor de nuestra familia». MV

«TENÍA CLARO QUE EN ALGÚN MOMENTO EL VIRUS LLEGARÍA A TODO EL MUNDO. EL QUE NO LO QUISO VER ESTABA CIEGO»

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Garrido reside en Macao desde hace cinco años, donde trabaja en un show artístico que incluye saltos de freestyle. También ha tenido ocasión de competir en motos de velocidad.
Garrido reside en Macao desde hace cinco años, donde trabaja en un show artístico que incluye saltos de freestyle. También ha tenido ocasión de competir en motos de velocidad.
 ??  ??
 ??  ?? Adrián con su hijo Enzo Garrido, que ha heredado de su padre la pasión por el deporte y las motos.
Adrián con su hijo Enzo Garrido, que ha heredado de su padre la pasión por el deporte y las motos.
 ??  ?? Sesión de fotos noctura durante la prueba de la Honda CRF 450 2012 de Adrián Garrido para MOTO VERDE.
Sesión de fotos noctura durante la prueba de la Honda CRF 450 2012 de Adrián Garrido para MOTO VERDE.
 ??  ?? Antes de trasladars­e a Macao, Adrián Garrido también se fue a Brasil a competir en motocross y en rallies.
Antes de trasladars­e a Macao, Adrián Garrido también se fue a Brasil a competir en motocross y en rallies.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain