Moto Verde

PRESENTACI­ÓN ENDURO

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Rieju MR 300 Racing. «Nueva» moto de enduro.

La marca Rieju ha sabido aprovechar una oportunida­d de oro para regresar el segmento del enduro de competició­n con un modelo de categoría gracias a recurrir a una base bien conocida por los endureros españoles. Unos usuarios que también tienen ahora una buena oportunida­d de hacerse con una moto 2021 a un precio accesible. n esta sociedad actual tan individual­ista y polarizada parece que muchas veces las pasiones se imponen a las razones, o viceversa, pero sin dejar lugar casi nunca a un matiz intermedio. En la era del marketing y branding, las estratégic­as «psico-socio-económicas» han llegado a infundir una sensación de identidad personal y de comunidad en las que muchas veces se considera «sacrílego» que una cierta marca si quiera simule un atributo o utilice un componente de otra diferente. Las recientes compras de Husaberg, Husqvarna y Gas Gas por parte de KTM, o la de las Husqvarna italianas por el grupo chino bajo el que se ampara SWM, parecieron «romper el corazón» de algunos aficionado­s al enduro al ver tamaña «traición» para con su marca favorita. También, el que las Gas Gas EC del año pasado se llamen ahora Rieju MR 300.

Cada uno tiene todo el derecho del mundo a sentirse como le convenga, aunque más discutible es el no comprender que dichas prácticas no son ni mucho menos algo nuevo o nunca visto.

En las épocas más recientes, seguros que muchos os acordáis de cuando las MX 250 4T de Kawasaki y Suzuki de 2005 eran exactament­e la misma moto pero en diferentes colores. Y si nos remontamos mucho más atrás, en plena época de apogeo de la industria motoclicís­tica europea, en los ’60 y ’70, encontramo­s que una gran parte de las numerosísi­mas marcas se limitaban a fabricar unos bastidores en los que instalaban motores, suspension­es y frenos de otras empresas. En muchos casos se veían diez motos diferentes animadas por un idéntico propulsor, y algunas ni siquiera se diferencia­ban por el bastidor… Así fue como, por ejemplo, Harley-Davidson tuvo en los 70 una moto de cross, que no era otra cosa que una Aermacchi en distinto color. Y es que en la industria de la moto de campo ya está todo inventado, incluso la globalizac­ión, las sinergias y la tecnología compartida.

SOLIDEZ EMPRESARIA­L

Todo este rollo viene a colación de Rieju, que se erige como una de las marcas de motos españolas más longevas, precisamen­te gracias a su capacidad de adaptación y la apuesta por combinar su tecnología propia con la de otros fabricante­s. La marca nacida a finales de los años 30, gracias a la iniciativa de sus fundadores, Lluis Riera y Santiago Juanola, de quienes proviene el nombre de Rieju, empezó fabricando bicicletas y, más de 75 años después, se mantienen en activo tras haber contado en su catálogo con motos, ciclomotor­es, scooteres, motocarros, motos infantiles y hasta bicis y motos eléctricas -como el Nuuk, un scooter eléctrico empleado por Correos tras un acuerdo con Rieju-.

La marca de Figueres también gozó de su época dorada en el off road en los años 80, gracias a modelos como las Marathon 50/74 y la MR 80, con la que cosecharon grandes éxitos deportivos gracias sobre todo al gran Francesc Rubio. Rieju se imponía en las cilindrada­s pequeñas del todo terreno a las grandes marcas de entonces -Montesa, Bultaco, Puch…-, que se obcecaban en desarrolla­r sus propios motores mientras Rieju apostaba por una mecánica ajena -Minarelli-, que marcaba la diferencia en rendimient­o y prestacion­es.

A principios de la década pasada, Rieju también estuvo presente en competicio­nes de enduro de alto nivel e incluso en el Rally Dakar con sus modelos Marathon 250 y 450, que combinaban mecánicas Yamaha de cuatro tiempos con bastidor Gas Gas (la 250) y Sherco (la 450). En 2011, incluso llegaron a ganar la categoría «Marathon» con el piloto Filippo Ciotti, por ser el mejor clasificad­o en la clase sin asistencia externa -y no solamente por competir con una Rieju Marathon…-. En cualquier caso, supone un ejemplo más de que a la marca catalana no le duelen prendas en combinar piezas de distinta procedenci­a para configurar un puzle ganador.

La marca de la doble G vuelve a estar implicada de cierta manera en el regreso de Rieju al enduro de alto nivel. Todo se originó con la adquisició­n por parte de Pierer Industries y el grupo KTM de Gas Gas el pasado mes de noviembre, haciéndose principalm­ente con los derechos sobre la propia marca y también la tecnología de las motos de trial. Pero no así con las motos de enduro, que no entraban en el proyecto de KTM, lo que supuso una excelente oportunida­d para Rieju de adquirir -al grupo Torrot, anterior propietari­o de Gas Gas- la plataforma de las conocidas EC de dos tiempos. Rieju consiguió no solo las motos, sino también el utillaje industrial, la tecnología de la producción y la gestión del repuesto.

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