PRUEBA RACING CROSS
Kawasaki KX 250 de Gabriela Seisdedos.
Esa cualidad de mesura, salud mental equilibrada y pensamiento abierto es el que se tacha de ser el menos común de los sentidos. Especialmente, en esta época tan volátil e incierta que nos ha tocado vivir últimamente. No obstante, el sentido común está muy presente en la piloto Gabriela Seisdedos y se refleja claramente en la preparación de su KX 250 de carreras.
Reconocemos nuestro interés en poder probar la moto de carreras con la que Gabriela Seisdedos está compitiendo esta temporada en el Nacional y el Mundial de Motocross. Pura inquietud periodística, ya que por una parte conocemos los gustos de la piloto madrileña gracias a haber probado muchas de sus anteriores Kawasaki, y también por conocer su interpretación de lo que puede ser la nueva KX 250 en configuración de carreras.
MÁS BAJOS
Conviene recordar que la marca de Akashi aplicó una importante renovación a su MX2 de cara a 2020. No solo por el estreno de un chasis con diferente rigidez y nuevo material de suspensiones Kayaba -anteriormente, Showa-, sino sobre todo por la llegada de un nuevo motor. Éste apuesta por unas cotas más «súper cuadradas», con mayor diámetro y menor carrera que antes -en 2020, 78 x 52,5 mm.; y en 2019, 77 x 53,6 mm.-, con el fin aumentar la capacidad de régimen máximo y la potencia en altos.
Una intención que se cumple claramente en la KX 250 original, aunque a costa de una entrega en bajos menos efectiva que la versión anterior, que destacaba precisamente por su genial eficacia en bajos y medios frente a sus rivales de clase.
Así lo señalamos en esta revista en diferentes pruebas y comparativas con la KX 250 ’21, y también lo corrobora Gabriela con sus impresiones: «el nuevo motor corre claramente más arriba, aunque también ha perdido abajo. A mí me gustaba eso del antiguo motor, pero el nuevo también tiene una potencia final más competitiva. No se puede tener todo» . La claridad de ideas de la madrileña se ha trasladado también a la preparación del motor, confiada un año más al especialista JCR. Para buscar una mejora del empuje en bajos, el técnico catalán ha recurrido a una centralita de inyección Vortex, con mapa personalizado, así como a una mayor entrada de aire de admisión -portanúmeros derecho perforado- y retoques en la culata.
Por su parte, la preparación de las suspensiones también ha recaído sobre JCR, donde han instalado unos muelles más blandos que de origen y se ha aplicado un «setting» hidráulico más firme al final del recorrido, porque, tal y como nos dice Joan Cros: «Gabri pesa poco, pero va muy rápido y salta de verdad». La instalación de un manillar Renthal Twinwall 999 completa la lista diferencias de la KX «79» con respecto a la moto de las tiendas.
LO JUSTO Y NECESARIO
El corte sencillo de la preparación de la Kawasaki de Gabriela tiene en este caso varios condicionantes, como nos explica la propia madrileña: «este año con el lio de la cuarentena y los cambios de calendario la verdad es que no hemos tenido tiempo ni capacidad de actuación. También es cierto que si tuviéramos algo más de presupuesto podríamos haber hecho más cosas, quizá instalar un escape o algo. Pero, mira, en realidad estoy satisfecha con mi moto. Las suspensiones van genial y me siento cómoda con la KX, porque el chasis es el de siempre y lo conozco bien. Además, en motocross lo que más importa es el piloto, y creo que con esta moto lo puedo hacer bien» . Es difícil no creer en las palabras de Seisdedos, cuando uno mira los resultados de las carreras y comprende que, con esta moto, la 79 marcha 2ª provisional en la Kawasaki Team Green Cup MX2, tras ganar una de las tres carreras disputadas, y 1ª en Nacional de MXFemenino tras un holgado doblete en la primera y única prueba celebrada por ahora este año.
Los buenos resultados en la Kawasaki Team Green Cup han llegado después del «confinamiento» global, que Gabriela ha superado dedicando buenas horas de entrenamiento físico, como ella misma nos explica: «Ha sido duro, la verdad, porque era una situación extraña. Llegaba el final del día y no estaba cansada, me sentía rara. Así que durante el confinamiento añadí una sesión