HISTORIAS VERDES
Visita al motorista italiano Minarelli.
La mítica marca de motores fundada por don Vittorio Minarelli sigue activa. La hemos visitado en el país transalpino y no son pocos los secretos pasados, de producción y todos los planes de futuro que le esperan a la fábrica de motores de Bolonia. Minarelli mantiene sus líneas de producción muy vivas, más aún tras la venta de toda la propiedad por parte de Yamaha a un fondo italiano.
Muy cerca del aeropuerto de Bolonia se levanta una de las fábricas históricas del motor, y nunca mejor dicho. “Oda al motor”, se podría leer en su gran letrero verde que indica Motori Minarelli. En su hall de entrada, la protagonista es la Minarelli 125 de Loris Reggiani, subcampeona del mundo en 1981. Un año histórico, quizá, para el bueno de Vittorio Minarelli, fundador de la compañía en 1956. Pero en su planta noble, donde los nuevos directivos caminan de un lado a otro con sus estilosos trajes italianos, se encuentra la imagen para la historia: Ángel Nieto en mono de cuero sonriendo junto a don Vittorio seguramente tras proclamarse Campeón del Mundo en alguna de las dos ocasiones que llevó a la marca italiana al título (1979 y 1981).
MOTORES CON HISTORIA
Sobre el mapa, Vittorio Minarelli comenzó en el año 1951 como Fabbrica Bolognese Motocicli junto a su socio, ¡voilà! Franco Morini -otro apellido ilustre que dio nombre a la marca italiana Moto Morini-. La Gabbiano original (125cc) y la Vampir (200cc) se encuentran entre los primeros productos de la compañía: como motos completas. En el 54 se empezaron a fabricar motores de 48 cc para ciclomotores. En 1956, los dos socios se separan y Vittorio sigue con F.B. Minarelli (acrónimo de Fábrica Bolognese Minarelli) con una veintena de empleados, para producir hasta 70 motores al día. Se abandona la producción de motos completas y Minarelli concentra todas sus energías en la producción de motores 2T para ciclomotores y motos. En 1967, F.B. Minarelli cambia su nombre a Motori Minarelli e inaugura lo que sigue siendo la planta principal en Lippo di Calderara di Reno. La empresa sigue creciendo. En la década de 1970, se producían por año un promedio de 200.000 motores para motos y 50.000 para aplicaciones agrícolas. En esos años también hubo grandes satisfacciones competitivas: fue entre 1978 y 1981 cuando Minarelli ganó cuatro títulos de marca y dos títulos de pilotos en los mundiales de 125 cc de velocidad, los citados con Ángel Nieto.
Tras la muerte del señor Minarelli en el 81, su hijo Giorgio se hizo con las riendas de la marca que creció hasta convertirse, entre otros datos, en la mayor fábrica de motores de ciclomotor de dos tiempos en
todo el mundo. Eso sí, gracias a una gran jugada estratégica que supuso la entrada en la compañía del gigante Yamaha en 1990, hasta que la nipona adquirió el total de la empresa en 2002. Son años llenos de satisfacción. La empresa suministra sus motores a la mayoría de los fabricantes europeos. Este boom lleva la producción a 700.000 unidades en 1998 y la plantilla alcanza los 500 empleados. A finales de los 90, el motor scooter 125 4T se suma a la producción de los modelos de 2T. Motori Minarelli duplica el área cubierta al abrir el edificio 2, donde se llevan a cabo las actividades de montaje de motores. A principios de 2000, el mercado de los vehículos de dos ruedas sufrió un fuerte descenso debido a la saturación del segmento "cincuenta" y la difícil situación económica europea. La propiedad de Yamaha aumenta gradualmente y, como he señalado, alcanza el control corporativo a principios de 2002.
Luego, Motori Minarelli desarrolla motores de vanguardia de hasta 660 cc, en línea con las necesidades cambiantes del mercado. El equipamiento y los recursos humanos del departamento de Investigación y Desarrollo, en colaboración con los técnicos de Yamaha y su know-how, hacen que la empresa dé grandes pasos. En 2008, se alcanza el ambicioso hito del motor número 10 millones producido. La fuerza de los números es reemplazada por la fuerza de las ideas: Motori Minarelli da el salto cualitativo necesario para satisfacer las nuevas demandas de innovación y diseño.
Según recorro los pasillos de la fábrica, cuadros con bocetos de los motores indican el pasillo a modo de las camisetas de jugadores de un hall of
fame. Y es cuando le digo a Francesco Florian, director comercial de ¿Fantic? (Sí, espera un momento): “¿Sin Minarelli no podría explicar mis motos de juventud?”. Al menos tres scooter de mi adolescencia montaba el mítico Minarelli horizontal refrigerado por agua: el Yog, Aerox (la cual truqué hasta 70 cc. y ahora me pregunto si no había algo más macarra) y el Slider, que aún tengo en el garaje. Pero además y a pesar de la presencia de Yamaha durante las últimas décadas en la fábrica boloñesa, Minarelli ha motorizado otras muchas marcas como Aprilia - por ejemplo con el motor AM6 que según se rumorea en la fábrica su significado directo es “Aprilia – Minarelli” -Malaguti, Beta, Gilera, MBK… y nuestras Motor Hispania así como Rieju -la italiana sigue motorizando a la marca gerundense de la familia Riera-.
MINARELLI “REGRESA” A ITALIA
Se acabó la espera. Minarelli ha sido adquirida en su totalidad por Fantic. La visita a la fábrica de motores coincide con la presentación de la Fantic Caballero, que en su edición 2021, la 125 cc., monta mecánica Minarelli de inyección electrónica. Fantic es una de las marcas que más proyección está teniendo en los últimos años tras ser adquirida por un fondo de inversión totalmente italiano. Y todo tiene sentido si se mira la estrategia del grupo.
Fantic cuenta con motos de calle, campo, bicicletas eléctricas y según su CEO, Mariano Roman: “La adquisición de una empresa como Minarelli donde podamos tener todas las herramientas para desarrollar la tecnología, era la pieza que nos faltaba del puzzle”. Mariano obtuvo uno de sus primeros trabajos en Minarelli hace más de 30 años, por lo que el hecho de liderar el proyecto, le enorgullece.
En cuanto a los nuevos propietarios, VeNetWork, es un fondo de inversión con capital 100 % italiano que busca industrializar la región del Veneto, de ahí su nombre, y también la nueva fábrica de Fantic en Treviso. Entre las 220 compañías que poseen y los tres billones de euros en ventas, son propietarios, por ejemplo, de Hugo Boss. Un respaldo financiero que ha hecho aparecer a Fantic en escena y cumplimentar la estrategia del grupo Fantic (ya no hablo de marca) con la venta de varios modelos Yamaha de campo (cuyos motores fabrica Minarelli) y ser la compañía en exclusiva que homologa todos los modelos Yamaha que se venden en Europa. Puede que Minarelli no sea la “pieza que faltaba en el puzzle” sino la que “ponga el motor” (a modo de solvencia) al resto del grupo…
FUORISTRADA
Por su pasado en los grandes premios de velocidad, parece que Minarelli no tiene relación con el barro o la arena del desierto. ¡Nada más lejos de la realidad! Para los no tan mayores, seguro que apretabais las clavijas a esos Minarelli de 50 / 80 2T de las Rieju Marathon, por ejemplo, antes de pasar a la primera moto de campo “seria”. Tras esa época de chiquilladas y primeros amores, venía esa primera moto “grande”, como, por qué no, una Yamaha YZ 125 o una WR de enduro, ambas también con otra vínculo con el fabricante italiano. En los años 2000, Yamaha también confió en Minarelli la producción de los motores WR 250, un propulsor muy fiable en una de las motos que más podemos ver en las páginas de segunda mano, y que unido a la parte ciclo Yamaha, la convierten en una buena opción para todo tipo de rutas.
Pero en Lippo di Calderara di Reno donde se sitúa la fábrica desde 1967 no son expertos solo en motores pequeños. En 2002, con la adquisición del 100% de la compañía por parte de la marca de los diapasones, surge el nuevo bloque XT 660, el monocilíndrico de la Yamaha XT, que en España ha motorizado al SEPRONA, o el de la Ténéré anterior.
Con los nuevos propietarios, Fantic ahora cuenta con las XE de enduro y las XX de motocross. Sin ir más lejos, son las mismas monturas Yamaha bajo el nombre de Fantic. Es decir, la XE 125 es una YZ con homologación Euro5 preparada para enduro y la XEF 250 es la WR 250 F. Yamaha ahora solo comercializa la WR 450 F. En cuanto a
motocross, solo está disponible la XX 125, lo que equivale a la YZ 125.
Fantic siempre ha sido una marca off road, sobre todo de trial, con los tres títulos mundiales de Thierry Michaud. Su apuesta sigue siendo la competición con cuatro equipos de fábrica donde destacan las figuras del subcampeón del Mundo de Enduro 2020, Loïc Larrieu y la joven promesa Harry Edmondson, hijo del legendario Paul “Fast Eddy” Edmondson. A su vez, en el último triangular Internacional de Italia, a principios de 2021, se daban cita de nuevo grandes figuras de MXGP como preparación de la temporada y Osterhagen se llevaba la clase 125 para Fantic, cosa que también hizo, de forma histórica, Lapucci, que se metió en el bolsillo la categoría MX2 ¡con una Fantic 250 de dos tiempos! Eso sí, se trata de la YZ 250 que se comercializará también en su versión Fantic para finales de 2021 o principios de 2022.
De esta forma, Minarelli continuará su apuesta por el motociclismo de campo porque, entre otras cosas, las Fantic de enduro y motocross ya finalizan su producción en las instalaciones de Minarelli. Aquí llegan a su fin unas 700 Fantic al mes y ya están ofreciendo esta planta de montaje a otras marcas.
HERENCIA NIPONA
Tras el pasillo con su hall of fame de motores, unas puertas de fábrica setentera dan paso a todas las líneas de producción. El suelo luce nuevo en colores azules y verdes lo que parece un “pequeño regalo” de los nuevos inversores. Todo está dispuesto al detalle y nada puede fallar, claro.
Me fijo en los operarios y, curioso, ¡casi no hay hombres! Según caminamos en grupo, de visita, es cada vez más evidente. Por ese “miedo ideológico”, no preguntó el porqué, pero mi colega Frank, de un medio alemán, tiene menos prejuicios que yo, a Dios gracias: “¿Por qué el 99% de los operarios son mujeres?”. El grupo se ríe, como si entre todos hubiéramos soltado un lastre. A lo que el director de producción responde: “Es un hecho que siempre llama la atención cuando vienen visitantes. Es algo muy llamativo: Para los motores pequeños de 50 a 125 cc., cada operario necesita menos de un minuto para realizar su tarea y está científicamente demostrado que una mujer pierde menos la concentración en un periodo de tiempo tan corto y en un trabajo repetitivo que un hombre. Sin embargo, también está demostrado que a los hombres les resulta una tarea más sencilla cuando los tiempos de ensamblaje son largos”. ¡Guau! Nos pasea por varias líneas de producción y queda probado. Qué curioso.
Además, otro factor importante que llega de Japón es el método Toyota. Es posible, que sea uno de los mayores
“bienes” que Japón ha exportado al mundo. Kiichiro Toyoda, fundador de Toyota, basó la producción de bienes en la forma de trabajar de un supermercado tras una experiencia personal en Estados Unidos, o eso cuenta la leyenda. Entre otras muchas mejoras, está la de no tener los típicos problemas de producción como que un bien producido tenga que pasar por una fase de prueba o superación. Parece evidente pero no lo es. Por ello, en cada puesto de la línea de producción, el operario cuenta con una pantalla y una pistola a modo de caja de supermercado. Con la pistola, el ordenador le dice qué trabajo exacto tiene que hacer en cada fase y este aparece en formato de instrucciones numeradas. ¿Cuánto tiempo, dinero y quebraderos de cabeza pasan de esta forma a mejor vida? Tanto es así, que existe un solo departamento que investiga la mejora constante de este proceso de producción y cómo crear este proceso “Toyota” en los nuevos productos que se van a fabricar.
DE DON VITTORIO AL FUTURO
Minarelli no necesita crédito. Más de 10.000.000 de motores fabricados avalan su trabajo y con sus nuevos jefes, Yamaha seguirá confiando en ellos para la homologación de todos sus modelos en Europa. Ahora, ¿por qué no les ha interesado a los “japos” continuar en Bolonia? Según Roman: “el mercado de ciclomotores, motores pequeños o de dos tiempos son cosas que no interesan a un gigante como Yamaha. En cambio, para el grupo Fantic supone un nicho de mercado muy importante y que puede dar beneficios a la marca”. Suena lógico, pero si Yamaha deja de lado este mercado, con las diferentes normativas europeas que están por venir, con el ecologismo en forma de batería… ¿Cuántos años podrá Minarelli aprovechar ese mercado? Mariano Roman, el CEO del grupo da su opinión: “No creo que en los próximos diez años la moto eléctrica se posicione por encima de la de combustión, otra cosa puede ser en cuanto a movilidad urbana. Para eso, ya tenemos las ebikes Fantic y, te puedo decir, que Minarelli acaba de firmar un acuerdo de colaboración con la universidad de Padua para investigar sobre la fabricación de motores eléctricos. Pero es un proyecto que no ha hecho más que empezar, está en fase de investigación”. “Ósea, ¿que ya existe un departamento en la fábrica que está desarrollando un Minarelli eléctrico?”, pregunto según recorremos el largo pasillo. Mariano lanza una sonrisa picara: “Hay muchas cosas dentro de la fábrica que no podrás ver”.
En líneas generales, el posicionamiento está claro: proveer de motores de dos tiempos a marcas europeas que no cuentan con logística suficiente como para fabricar sus motorizaciones, desarrollar un motor de dos tiempos apto para la próxima Euro6 (ya cuentan con el único motor de 50 cc que supera la Euro5) y lanzar en los próximos años uno eléctrico. La visita llega a su fin pero por desgracia no podré pegarme el último atracón de pasta antes de montar en el avión. Con la pandemia, todos los establecimientos que no sean de primera necesidad están cerrados. Y la visita finaliza, como buenos “operarios” en la cantina de la fábrica. Comparto las últimas palabras con los miembros de Minarelli y brindamos por la vida con un prosecco cuyas viñas, también, poseen los nuevos propietarios italianos que han recuperado la marca para el país transalpino. ¡Auguri! MV