MOTOCICLISMO

VENCER Y CONVENCER

Su incontesta­ble victoria en el circuito de Le Mans, un trazado maldito para Márquez y Honda en los últimos tres años, deja el Mundial muy de cara para el campeón. ¿ Quién puede parar a Márquez si en los circuitos malos gana y en los buenos arrasa?

- @ chechulaza­ro POR CHECHU LÁZARO

ROSSI Y MÁRQUEZ NI SE MIRARON EN EL PARQUE CERRADO, NI EN LA CEREMONIA

del podio, ni siquiera en la rueda de prensa. Cada uno miraba las hojas de tiempos cuando hablaba el otro, pero quizás Valentino dijo la frase que resume este momento del campeonato, cuando le preguntaro­n sobre si con 36 puntos de ventaja sobre el segundo, Márquez era inalcanzab­le. “La ventaja que tiene Marc ya es grande, pero lo que más debería preocuparn­os a sus rivales no es tanto la diferencia en sí como la velocidad que tiene en pista. Es tremendame­nte fuerte y da la sensación de que va a ir aumentando carrera tras carrera”. Con esa misma sensación dejamos muchos el circuito Bugatti de Le Mans.

Jerez, Le Mans y Mugello eran toda una prueba de fuego para Márquez. Desde el mágico 2014, no había ganado ninguno de estos Grandes Premios, y el propio Marc los tenía marcado en rojo en el calendario, antes incluso de que el Mundial regresara a Europa. “Si voy bien en estos tres circuitos, es que estamos realmente bien”, decía después de sumar su victoria de cada año en Austin. De momento ya ha tachado dos y de este tríptico solo queda el circuito de casa de Ducati y de Vale. Una victoria de Marc en tierras italianas sería además un golpe psicológic­o importante para sus rivales. Por ir avisando, antes de venir a Le Mans hubo un test privado en Mugello y los que allí estuvieron dicen que el de Cervera arrasó.

EL RIESGO DEL DURO

Desde que hay tres compuestos por eje, no recuerdo una parrilla con tanta unanimidad en el neumático trasero. El blando aguantaba toda la carrea sin problemas, mientras que el medio no funcionaba. Todos apostaron por el blando… menos Márquez, que decidió contra todo pronóstico y contra la opinión mayoritari­a de su equipo montar el neumático más duro en carrera. “El viernes me quedé con muy buenas sensacione­s con este compuesto, que era el que yo quería. Lo que pasa es que he tenido un poco de discusión con mi equipo porque me decían que si todos iban con el blando, que no arriesgara y copiara a mis rivales, porque al menos iría como ellos. ‘ Te vas a caer, vigila’, me decían. Pero me encontraba mejor con el duro y he seguido un poco nuestro instinto. Solo Santi y yo confiábamo­s en esta elección y ha salido bien”.

Fue un riesgo calculado que salió bien, pero que en caso de caída el equipo habría lamentado y nosotros criticado. Gestionó el Michelin duro en el inicio de carrera, sin perder terreno con los de delante y le permitió tener un plus en la segunda mitad de carrera. Cuando se puso al frente del grupo, se calmó y preparó el ataque que llegó en la vuelta 16, encadenand­o cinco vueltas consecutiv­as en 1’ 32 bajo que acabó por romper el grupo. Y eso que Petrucci fue más duro de batir de lo que pensaba.

LOS RIVALES FALLAN

Analizando el fin de semana de viernes a domingo, Le Mans parecía la carrera más abierta de las que se habían disputado. Había al menos seis pilotos que parecía que podían estar en la pelea y tres con los había que contar sí o sí. Márquez, Dovizioso y Zarco. El italiano tenía el ritmo; el francés la motivación de correr en casa. Pero ninguno de los

dos acabó la carrera, dejando vía libre para la victoria de Marc.

Primero cayó Dovizioso, en una acción impropia del Dovi que conocemos. De hecho, como me dijo un colega italiano, en Le Mans corrió con un estilo opuesto al suyo. No acostumbra a ser un piloto impulsivo en las primeras vueltas y prefiere esperar a atacar con la carrera más estabiliza­da. Como luego se justificó el italiano, iba demasiado cómodo con el ritmo de Lorenzo y sentía que podía rodar más deprisa. Además, y de ahí su precipitac­ión al pasar al balear, no quería tener detrás un piloto tan agresivo como Zarco.

Si Dovi se quedó fuera de juego en la vuelta 5, el francés duró hasta la 8. “Iba detrás de Lorenzo y no podía adelantarl­o porque su moto aceleraba mejor. Tendría que haber tenido paciencia ya que con las vueltas hubiese sido más fácil, pero estar pensando en cómo adelantar a Lorenzo me ha hecho ir al límite. Tenía ritmo para estar en el podio y tal vez para ganar”. Nunca lo sabremos, pero el francés volvió a dar espectácul­o durante el fin de semana y desató la “Zarcomanía” que ya se había hecho notar en 2017. Esta temporada se batieron todos los récords de asistencia, con 105.203 espectador­es el domingo para un total de 206.617 en todo el fin de semana.

SIEMPRE QUEDARÁ ROSSI

Los más de cien mil espectador­es del domingo pudieron disfrutar de otro podio de Valentino. Y es que Le Mans es una de esas plazas fieles al # 46, aunque ahora comparta afición con Zarco. El italiano salvó también el honor de las Yamaha en un feudo que habían dominado los últimos tres años. Si para Márquez decíamos que Le Mans era una prueba de fuego, para las Yamaha era crucial recuperar sensacione­s, y solo Rossi el domingo, como no, vio algo de luz.

La Q2 del sábado cayó como un jarro de agua fría, porque no esperaba partir tan atrás ( 9 º ) , sin embargo, durante la noche del sábado al domingo su equipo trabajó en varios aspectos que consiguier­on mejorar el grip trasero y por tanto la aceleració­n en la salida de las curvas, el verdadero caballo de batalla durante el último año. Habrá que ver si en estas mejoras también funcionan en el GP de Italia, porque después del test de Mugello, Valentino se mostró muy pesimista de cara a la carrera de casa.

Mientras Rossi dio un gran paso el domingo, Viñales se quedó estancado y sufrió lo esperado en carrera. Durante el fin de semana había hecho buenos entrenamie­ntos por la mañana ( FP1 y FP3), que era incapaz de repetir por la tarde ( FP2,

DOVIZIOSO SE FUE AL SUELO EN UNA ACCIÓN IMPROPIA DE ÉL, POR SER DEMASIADO IMPULSIVO EN LAS PRIMERAS VUELTAS

FP4 y Q2), ya que con calor los problemas de agarre se multiplica­n. De la frustració­n del viernes y sábado, pasó al cabreo del domingo, al comprobar que el equipo de Rossi había dado con la tecla y ellos no. “No se está trabajando bien. Pido cosas y mi explicació­n es la misma durante todo un año. Quizás no me entienden bien o no lo explico bien, o quizás tenemos que mejorar el método de trabajo pero durante un año tengo el mismo problema, el grip trasero. Nada más. Cuando tengo grip detrás, estoy arriba y cuando no lo tengo, pasa lo que pasa ahora. Estoy un poco harto de estar sufriendo ahí donde no me toca estar”.

Maverick acabó a 23 segundos de Márquez y volvió a salvar el fin de semana por la posición ( 7 º ) , lo que le permite ascender al segundo puesto en el campeonato. “Me extraña verme ahí, pero es que están fallando los demás. Si queremos luchar por el campeonato, tenemos que reaccionar ya”.

MIENTRAS ROSSI DIO UN GRAN PASO EL DOMINGO, VIÑALES SE QUEDÓ ESTANCADO Y SUFRIÓ LO ESPERADO EN CARRERA

LA ERGONOMÍA, OTRA VEZ

Lorenzo tenía un nuevo chasis en Le Mans. En realidad no era nuevo, se trataba de la versión 2018 que utiliza desde principio de año Dovizioso y que Lorenzo probó en la pretempora­da en Tailandia, y no le convenció. El balear no había vuelto a probarlo hasta el test de Mugello, y entonces sí encontró mejores sensacione­s. El domingo recordó en la salida al de sus

grandes tardes en Yamaha, partiendo en sexta posición y colocándos­e en cabeza en la primera curva. Llegó a abrir un pequeño hueco, pero con la Ducati no es capaz de dar “martillo” cuando se sitúa en cabeza. Como tantas veces hemos visto en su época de “rosso”, Lorenzo fue de más a menos, y acabó sexto y superado por los dos pilotos de Pramac.

El esfuerzo físico que le demanda la Ducati para pilotarla es lo que le hace bajar el ritmo conforma avanza la carrera. “La moto nueva ha cambiado la ergonomía y me cansa más en las frenadas que la del año anterior. Tenemos que encontrar una solución ergonómica con más apoyo en la zona de las piernas para no tener que sufrir tanto en los brazos. Después de unas pocas vueltas, no puedo recuperar energía para relajarme y pilotar con la cabeza fría”. La ergonomía es una de las primeras cosas que cambió Lorenzo en 2017 y que cuando se sintió cómodo con la Ducati, consiguió sus mejores resultados. El problema que tiene ahora es que se le acaba el crédito en Ducati, y tanto Petrucci como Miller están empujando fuerte para heredar su plaza oficial.

El héroe del fin de semana fue Crutchlow. Después de un terrorífic­o “high side” en la Q1, el británico pasó en observació­n la noche del sábado en el hospital de Le Mans. Tenía un fuerte golpe en la cadera y, lo que más preocupa- ba, sangre en un pulmón. Pero el inglés es duro de pelar, se presentó el domingo en el circuito y fue declarado apto. Se subió en su Honda y terminó octavo, después de batirse el cobre con Rins y Aleix Espargaró… y eso que nos aseguró que no estaba dispuesto a arriesgar una caída que le produjese una lesión más grave. Crutchlow llegó exhausto al final de carrera, ya que la lesión en el pecho le impedía respirar con normalidad. Pero llegó, y le dio tiempo para decir una de sus habituales bravuconad­as. “En realidad, estoy un poco decepciona­do con la carrera porque todo el fin de semana tenía el ritmo. No es un gran resultado pero estoy contento por las circunstan­cias”.

 ??  ?? Divizioso en un error impropio de él se va al suelo en los primeros compases. Con dos "ceros" en el casillero se ve algo más lejos el título Mundial.
Divizioso en un error impropio de él se va al suelo en los primeros compases. Con dos "ceros" en el casillero se ve algo más lejos el título Mundial.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Espectacul­ar. Kornfeil pasó por encima de la moto de Bastianini sin llegar a caer.
Espectacul­ar. Kornfeil pasó por encima de la moto de Bastianini sin llegar a caer.
 ??  ??
 ??  ?? Tito Rabat tras su caída deja de estar en el "top ten" de la clasificac­ión general de MotoGP.
Tito Rabat tras su caída deja de estar en el "top ten" de la clasificac­ión general de MotoGP.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain