Involución
Yamaha no acaba de dar con la solución a los problemas de agarre que tiene en el neumático trasero, y que arrancaron en 2017. Hemos conocido versiones de todos los colores, desde la electrónica, al motor, pasando por los neumáticos y, como no, el chasis. En este último punto es en el que más se ha trabajado en Iwata durante el último año y medio. Aunque el problema empezó antes. Ya en los test de 2016 Valentino Rossi localizó un problema en la entonces nueva M1, que no le convencía. El piloto italiano, el que mejor conoce las entrañas de esta moto, nunca había sufrido tanto en una pretemporada como en la del año pasado, pero al lado del box tenía a su nuevo compañero de equipo, Maverick Viñales, que dominaba cada test con su misma moto. Así arrancó la temporada pasada, con Viñales arrasando y Rossi sufriendo, pero todo cambió hace justo un año. Después de la cita de Mugello, la mayoría de los pilotos en la Safety Commission acordaron cambiar el neumático delantero hacía una carcasa más rígida. Y Viñales se apagó. En la carrera de Silverstone, se estrenó una modifi cación del chasis a petición de Valentino ( y a partir de ahí, cada lado del box siguió su propia vía de desarrollo), pero ambos compartían los problemas de base de la moto de 2017. Entonces llegó uno de los momentos más singulares vividos en el box ofi cial del Movistar Yamaha. Después de unos entrenamientos decepcionantes en el GP de Valencia, los dos pilotos decidieron salir el domingo a la carrera con sendos chasis 2016. En Yamaha entendieron que habían perdido un año y que había que retomar ese concepto de chasis, pero evolucionado. Así que 2016 fue el camino a seguir por la fábrica de Iwata, que para esta temporada desarrolló un chasis evolucionado del de hace dos años… Aunque los resultados no acaban de llegar. La situación es más dolorosa para el equipo ofi cial cuando ve como el satélite Johann Zarco, con una moto hecha a retales ( motor 2016, chasis 2017 y aerodinámica 2018), les saca los colores una carrera sí y otra también. El piloto francés, por cierto, se planteó correr este año con el chasis 2017 después de unos buenos test en Valencia, pero sus malas sensaciones en Malasia acabaron por quitarle esa idea de la cabeza. Viendo los resultados de unos y otros, está claro que evolución a veces es también involución.