MotoGP descubre Montjuic
En las jornadas previas al Gran Premio de Cataluña, Dorna organizó un evento en el parque de Montjuïc en el que reunió a siete de los pilotos españoles de MotoGP y sus motos con Salvador Cañellas y la Bultaco TSS 125, ganadora cincuenta años atrás. Para muchos de los pilotos aquello supuso su primer encuentro con Montjuïc, y se vieron sorprendidos por el entorno en el que se disputó el Mundial entre 1951 y 1976. “Pero si hay árboles y farolas, ¿ aquí corríais, Salvador?”, le preguntaban sorprendidos. Y Cañellas, con sus 73 años llevados impecablemente bien – se enfundó el mismo mono de cuero que utilizaba entonces-, no podía evitar sonreírse. El parque fue, a decir de muchos, uno de los circuitos más bellos que ha conocido el Mundial. Pero terminó viéndose superado por el paso del tiempo, como no podía ser de otra manera. Los pilotos se sorprendían del contraste, y Márquez reconoció que en circuitos como los de antes resultaría impensable una forma de correr como la suya, siempre al límite, con tanto riesgo. La pequeña Bultaco, que durante todo el fin de semana estuvo ex pues- ta en el “paddock” del Circuit, al pie de la torre de control, llamó la atención frente a las poderosas MotoGP contemporáneas. Su sobriedad, esa decoración, rojo y plata, desprovista de logotipos y marcas, contrastaba con las coloridas motos modernas, y resaltaba la belleza de aquellos maravillosos años. Con la Ciudad Condal a sus pies, las imágenes de Cañellas y los pilotos, subidos todos en sus motos, nos ha permitido disfrutar de una imagen inolvidable, una manera excelente de recordar la hazaña conseguida por Cañellas hace cincuenta años. La celebración del aniversario prosiguió en el Circuit, donde el evento organizado por MOTOCICLISMO permitió extender el homenaje una jornada más.