Por Roberto Ruiz
Son las motos con las que habríamos soñado cuando cumplimos 16 años y rápidamente nos sacamos el carnet A1, tanto yo como el resto de compañeros de mi instituto. Lo bueno es que además a estas Kawasaki no solo les echarán el ojo los más jóvenes, sino también algunos más mayorcitos con ganas de convalidar su carnet de coche para entrar en el mundo de las dos ruedas. Diseños que entran por los ojos, un motor muy aprovechable y un ciclo que cumple con las exigencias del día a día. Con ellas Kawasaki hace una apuesta por la cantera, justo donde más necesario es despertar el interés por el sector. Y tanto Ninja 125 como Z125, dos motos llenas de sensaciones, están perfectamente hechas para cumplir con ese objetivo.