La Superprueba del mes
TRAS LA RENOVACIÓN DE SU GAMA TRAIL DE CILINDRADA MEDIA, BMW HA HECHO LO PROPIO CON SUS MODELOS DE CARRETERA, CREANDO DE PASO UNA NUEVA F 900 XR QUE SE ACERCA ESTÉTICAMENTE A SU HERMANA MAYOR DE UN LITRO, PERO DE LA QUE LA SEPARA SU CARÁCTER MUCHO MÁS DÓC
La nueva generación de bicilíndricas medias de BMW ha llegado acompañada de una gran expectación. La serie anterior, que disponía de un motor derivado de las primeras F 800 aparecidas hace más de una década, nos ha acompañado con todo tipo de versiones, desde roadster hasta trail con diversos modelos y orientaciones. Incluso su motor fue la base del empleado por las Husqvarna Nuda en la aventura fallida de BMW con la marca de origen sueco.
BMW ha hecho casi tabla rasa en su nuevo diseño, estrenado con la gama trail hace un par de años. Las nuevas F 750 GS y F 850 GS compartían un mismo motor de nuevo diseño en el que más que la arquitectura general, se cambiaban algunos de sus conceptos. En los anteriores, que tenían cigüeñales calados a 360°, y por tanto una sucesión de combustiones de frecuencia totalmente regular, el sistema para reducir las vibraciones estaba formado por una tercera biela anclada entre las otras dos. El nuevo propulsor ha abandonado estás particularidades y se ha sumado a la moda actual en los bicilíndricos paralelos, calar el cigüeñal a 270° y emplear ejes contrarrotantes para eliminar las vibraciones.
HAY MUCHOS CAMINOS
La nueva BMW F 900 XR, al igual que su hermana naked, de la que tan solo la separan detalles, equipa un propulsor basado en el de las nuevas trail. De hecho, aunque ha sido aumentado de cilindrada hasta los 895 cc con un diámetro de los cilindros 2 mm mayor, y la potencia ha aumentado desde los 95 CV a 105 CV, su carácter sigue manteniendo la docilidad del de las trail. Para algunos esta personalidad será una bendición, porque este propulsor funciona sin vibraciones y con una suavidad sorprendente, y para otros acusará una cierta falta de carácter. Ser bondadoso no está reñido con ser efectivo, pero sí con la generación de emociones mientras se conduce.
Las semejanzas con las GS no se restringen al motor, porque la estructura general es la misma. Toda la nueva serie F se fabrica en Oriente y BMW lleva haciendo de la economía de escala un dictado de toda la vida, de manera que todos los modelos de la serie comparten la mayoría de sus elementos. Una consecuencia de esta política es que la F 900 XR tiene un precio base de 11.950 €, que está al nivel, e incluso por debajo de su competencia más directa, algo poco habitual en la fi rma alemana. Sin embargo, esta sensación puede resultar un tanto engañosa, porque como es tradicional en BMW, la versión estándar llega bastante pelada, y pocos o ninguno se resisten a añadir varios de los paquetes de accesorios originales. La unidad que probamos, con varios de ellos, se iba de precio hasta los 14.414 €, por poner un ejemplo. Es complicado a estas alturas prescindir