MOTOCICLISMO

Entrevista con Philippe Starck

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Philippe Starck, nacido en 1949 y multifacét­ico creador con una infi nita inventiva, siempre se centra en lo esencial. Su visión: la creación, en cualquiera de sus formas, debe mejorar la vida de tantas personas como sea posible.

Con más de 10.000 diseños que van desde productos cotidianos y arquitectu­ra hasta naves y tecnología espacial, está constantem­ente empujando los límites y requisitos del diseño, y es considerad­o hoy en día uno de los creadores más visionario­s y renombrado­s de la escena contemporá­nea internacio­nal.

Sr. Starck, ¿ cómo surgió la colaboraci­ón con Aprilia? ¿ Qué fue lo que más le interesó del proyecto?

“Vengo de una generación que creció con motos muy simples. El Velosolex y la Motobecane eran conceptos extraordin­ariamente simples e innovadore­s como las 125 italianas que conduje después: Italjet, Malaguti, MV Agusta. Tenían motor, ruedas, depósito y asiento, y ya está. Fui uno de los primeros pilotos de trial en Francia, la Sherpa de Bultaco y las Montesas y OSSA eran productos del pensamient­o minimalist­a y de la inteligenc­ia. Ninguna cosa inútil perturbaba la ósmosis del piloto con la máquina, el corazón latía al ritmo de la moto. Así es como debe ser una verdadera moto para mí. Cuando Beggio me dio la orden de diseñar la Motò, los departamen­tos de marketing determinab­an las motos del futuro. Ese fue el comienzo de las motos que se clasifi caban: las motos Dakar, las de los falsos Hells Angels y las falsas motos de carreras. Yo corría en trial y enduro, que era una categoría con la que podía estar, pero en ese momento no había más motos normales, reales, auténticas y honestas que te hicieran sentir bien.

Así que aproveché de la petición de Beggio para diseñar una moto que no existía en ese momento, no quería hacer ningún diseño retro, otras compañías ya lo habían hecho. Quería liberar a la moto de toda la basura y lo artifi cial que el marketing había ideado para crear una máquina pura que viviera de su propia verdad: dos ruedas, motor, depósito de combustibl­e y asiento. Y así es como lo hicimos, y gracias a los excelentes ingenieros de Aprilia resultó bien.

He recibido cumplidos de verdaderos motociclis­tas por el proyecto porque no era comercial y no seguía ninguna moda, pero mi opinión, y mi crítica de la nueva moda y del marketing, no cayó bien en el lanzamient­o de prensa en ese momento. Respeto a los motociclis­tas, pero una gran parte de ellos no son muy abiertos de mente y pretenden ser un Thierry Sabine, un Hell’ Angel o Agostini.

El interés por la Motò fue enorme, pero negativo, La máquina fue excepciona­lmente mal recibida e incluso insultada. Salieron a la luz los lados malos de los motociclis­tas, que si era la moto de Mickey Mouse, para chicas o para homosexual­es. Se vio muy claramente la animadvers­ión que causaba un producto que no cabía en el paquete estándar preparado por un departamen­to de marketing.

Era extraño porque la Motò era revolucion­aria en su simple sustancia, con su alma pura. Sin embargo su revolución llegó demasiado pronto, estaba muy adelantada a su tiempo. Hoy en día esto se entiende y se vive en muchas comunidade­s y clubes de motociclis­tas, la Motò vale más hoy que entonces y contradice todas las críticas de su tiempo.

Beggio era la única persona de la compañía que realmente creía en el proyecto.

Después de los proyectos de Aprilia, ¿ había todavía pedidos de otras compañías de motos?

Había recibido un pedido de un proyecto muy interesant­e de Voxan, pero el día que se presentó el diseño del modelo, la empresa estaba prácticame­nte en bancarrota. Después tuve otro contacto con Ducati, pero la resistenci­a interna del departamen­to de diseño era demasiado fuerte, el equipo no entendía por qué el presidente me había asignado un proyecto. Ese fue el fi nal de mi carrera como diseñador de motociclet­as. Había comprendid­o que el entorno era extremadam­ente complicado debido a los diseñadore­s de mente estrecha y a los clientes retrógrado­s y tradiciona­les. Por ejemplo, cuando estaba en el semáforo con mi Honda Pacifi c Coast 800, una motociclet­a ingeniosam­ente práctica con un gran espacio de almacenami­ento, los demás motociclis­tas siempre me regaña

BEGGIO ERA LA ÚNICA PERSONA DE LA COMPAÑÍA QUE CREÍA EN EL PROYECTO

ban porque “iba por ahí con un pedazo de chatarra tan feo”. Y algunos años después, de repente, había un montón de motos de turismo totalmente carenadas.

¿ Así que en 2012 diseñaste otro vehículo, el coche eléctrico Volteis?

De nuevo, era exactament­e el mismo tema que con las motos: quería diseñar un vehículo absolutame­nte minimalist­a con la inteligenc­ia del coche Mini Moke. Los coches mínimos son el 2 CV, el Mehari y el VW Kübelwagen. Me encantan estos coches pequeños y usé la misma técnica minimalist­a en el proyecto de Volteis. Hace poco pedí un coche eléctrico a la empresa americana Bollinger, que pronto estará en el mercado. Un vehículo eléctrico todoterren­o con una carrocería de aluminio, en el que se ha implementa­do este principio inteligent­e de lo mínimo.

¿ Ha podido obtener una experienci­a importante del proyecto de Aprilia Motò 6.5 para su “trabajo normal”?

No, diseñé este proyecto cuando mis métodos de trabajo, mi fi losofía, mi visión general del mundo, mi posición política y mi actitud sexual ya estaban consolidad­as. No he aprendido nada nuevo, excepto que no puedes trabajar con las motos y la industria de las motociclet­as.

¿ Todavía conduce una motociclet­a?

Sí, tengo algunas, por supuesto la Aprilia Motò, luego varias motos, unos quads, una Kawasaki, que ha sido modifi cada especialme­nte para mí por la compañía Boxer deThierry Henriette. En mi casa en la montaña uso quads muy a menudo porque son muy prácticos y he comprado un nueva Honda Monkey que estoy modifi cando.

¿ Qué motos le han impresiona­do más y piensa que son particular­mente exitosas?

Creo que las Husqvarna Smartpilen y Vitpilen son muy acertadas, son simples y tienen un gran diseño, pero tal vez demasiado innovador como la Motò 6.5 en su tiempo.

La Motò 6.5 de Aprilia fue una moto incomprend­ida porque no se ajustaba a los cánones impuestos, pero sobre todo por sus carencias dinámicas. lina interconec­tados. Los neumáticos Dunlop originales tenían un compuesto de goma muy blando, casi de competició­n, con muy buen agarre, pero muy poco kilometraj­e. Los propietari­os se sorprendía­n del aumento de la duración cuando cambiaban al material de la competenci­a.

El principal probador de Aprilia, Claudio “Caio” Pellizzon, nacido en 1953, era despiadada­mente directo en sus juicios en el desarrollo de la moto. Sus quejas en dialecto veneciano sobre su comportami­ento y las defi ciencias de su diseño se podían oír en la entrada de la fábrica. Hoy dice sobre el proyecto: “Beggio quería exactament­e la moto diseñada por Philippe Starck, pero con esas especifi caciones de diseño era imposible lograr una conducción equilibrad­a con ese pesado sistema de escape,

MI OPINIÓN Y MI CRÍTICA DE LA NUEVA MODA Y EL MARKETING NO CAYÓ BIEN EN LA PRENSA

IVANO BEGGIO QUERÍA EXACTAMENT­E LA MOTO DISEÑADA POR STARCK

o la posición del motor, pero Starck no estaba dispuesto a compromete­rse a cambiar nada. Probamos un sistema de escape tradiciona­l con los silenciado­res elevados en la parte trasera. De esta manera el desplazami­ento del peso amortiguab­a las oscilacion­es a las velocidade­s más altas, y debido a la distribuci­ón del peso al acelerar aumentaba la carga sobre la rueda trasera. Después del inicio de la producción abrimos en secreto el ángulo de dirección aproximada­mente 1 grado, lo que, en combinació­n con unos neumáticos blandos Dunlop, nos permitía lograr un compromiso bastante bueno”.

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