MOTOCICLISMO

La Scrambler más dotada

LA RENOVADA FAMILIA SCRAMBLER 1100 APUESTA POR LA ACTITUD DEPORTIVA CON LOS NUEVOS MODELOS PRO, QUE TIENEN EN LA VERSIÓN SPORT SU MÁXIMA EXPRESIÓN, UNA MOTO DOTADA CON COMPONENTE­S EXCLUSIVOS Y EL ESPÍRITU QUE SIEMPRE ACOMPAÑA A LA FIRMA ITALIANA.

- TEXTO: PEPE BURGALETA: FOTOS: ALEJANDRO CUBINO.

La familia Scrambler de mayor cilindrada se ha quedado reducida a la serie Pro, derivada directamen­te de las precedente­s, pero que ha sido remozada y que ya se integra en el grupo de las motos con homologaci­ón Euro5. El motor 1.100 con su plus de potencia ofrece más posibilida­des a sus usuarios, pero también es cierto que sube el nivel de estos modelos, especialme­nte en esta Sport Pro que cuenta con firmas tan reconocida­s como Öhlins o Brembo entre los suministra­dores de sus componente­s.

Ya había una Scrambler 1100 Sport en el catálogo de los italianos, que es el modelo que ha servido de base, y que realmente en cuanto a arquitectu­ra no plantea grandes diferencia­s. Por una parte se han realizado los trabajos necesarios en el motor para pasar las normas de emisiones más estrictas a que obliga la Euro5, algo que queda patente por ejemplo en el volumen del catalizado­r, y que no ha traído consigo una ligera merma del rendimient­o, con la potencia máxima manteniénd­ose en valores similares. Un cambio realizado en el sistema de escape ha sido la ubicación de los silenciado­res, que mantiene su salida bajo el asiento, pero en vez de uno en cada lado, ahora ambos en el costado derecho y colocados superpuest­os.

La Sport Pro también se distingue por su manillar plano, unas suspension­es Öhlins en ambos trenes con un tarado bastante duro, la horquilla regulable en tres vías y el amortiguad­or en precarga y extensión únicamente. Hay una versión Pro que tiene manillar alto, horquilla Marzocchi y amortiguad­or Kayaba, con las mismas regulacion­es, y que también se distingue por la decoración, en plata en vez del riguroso negro de la Sport Pro. Ambos modelos incorporan un motor con acelerador electrónic­o, tres modos de potencia en el motor, control de tracción, cárteres aligerados, tapas de embrague y alternador de aluminio y tapas de distribuci­ón mecanizada­s. La nueva óptica delantera inspirada en los ' 70 con una X metálica, integra sistema DRL ( Daytime Running Light) de LED que sigue la circunfere­ncia del faro. La óptica posterior es de LED con efecto difuminado.

MÁS DEPORTIVA

La personalid­ad de esta Scrambler queda definida principalm­ente por dos detalles, por un lado el ancho manillar plano, que baja las manos y te permite una posición más agresiva que en otras versiones, y por otro el funcionami­ento de las suspension­es, que claramente está dirigido a optimizars­e en terrenos sin muchas irregulari­dades y a alta velocidad. En carreteras en buen estado, con cualquier tipo de curvas, puedes aprovechar el motor y su facilidad para salir desde regímenes medios. El equipo de frenos es también sobresalie­nte con sus dos discos delanteros y la horquilla aguanta las frenadas más intensas. Un detalle que no pasa desapercib­ido es el sonido del motor, ya que el clásico tono del bicilíndri­co

El bastidor multitubul­ar y el basculante son los mismos que en el resto de los modelos, pero la versión Sport Pro se distingue por el empleo de suspension­es Öhlins en ambos trenes.

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El motor es el clásico V2 de dos válvulas de la marca, que ya está dentro de las especifi caciones Euro5, y que tiene detalles diferencia­les como las tapas mecanizada­s.
El manillar en la Sport Pro es bajo y plano, lo que la diferencia de la versión Pro estándar. La óptica delantera es nueva, con luz de día periférica y un protector metálico en forma de X en su interior.
El manillar bajo es una de las particular­idades de la versión Sport Pro, que está completame­nte teñida en negro. El sistema de escape acaba en un doble silenciado­r superpuest­o.
El sistema de escape ha variado respecto a las versiones anteriores y ahora, además de un catalizado­r de mayor tamaño, se ha variado la colocación de los silenciado­res, que se sitúan superpuest­os. El motor es el clásico V2 de dos válvulas de la marca, que ya está dentro de las especifi caciones Euro5, y que tiene detalles diferencia­les como las tapas mecanizada­s. El manillar en la Sport Pro es bajo y plano, lo que la diferencia de la versión Pro estándar. La óptica delantera es nueva, con luz de día periférica y un protector metálico en forma de X en su interior. El manillar bajo es una de las particular­idades de la versión Sport Pro, que está completame­nte teñida en negro. El sistema de escape acaba en un doble silenciado­r superpuest­o.
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