MOTOCICLISMO

América primero

DURANTE MEDIO SIGLO XX INDIAN Y HARLEY- DAVIDSON SE DISPUTARON EL MERCADO AMERICANO CON UN MISMO TIPO DE MOTO. BIEN ENTRADO EL SIGLO XXI LA VIEJA RIVALIDAD HA RESUCITADO PORQUE LOS PRIMEROS HAN VUELTO A LA VIDA Y PLANTEAN DE NUEVO BATALLA, EN ESTE CASO SO

- TEXTO: T. S. / P. B. FOTOS: MARKUS BIEBRICHER Y FLASH ART

Si eres un aficionado tradiciona­l, acostumbra­do a las motos europeas o japonesas, entonces ¡ bienvenido a otro mundo! El de los pesos pesados y el opulento equipamien­to. Tanto la Harley- Davidson Road Glide Special como la Indian Challenger Limited pueden llegar a pesar casi el doble que una de las motos que conduces y aceptar la misma proporción de carga. Indian y Harley- Davidson, las dos principale­s firmas americanas han sido archirriva­les desde su fundación en 1901 y 1903, respectiva­mente. Si llegaste a ver la miniserie “Harley y los Davidsons” podrías comprobar, que aunque quizás exagerado, se planteaba el “cariño” que ambas firmas se tenían. Al final ganaron los de Milwaukee, e Indian tuvo que cerrar en 1953, pero desde 2011 está experiment­ando una brillante reencarnac­ión dentro del grupo Polaris, y esa viva competenci­a ha regresado.

LAS MISMAS HERRAMIENT­AS

Una gran moto americana no tiene más remedio que disponer de un gigantesco motor V2 con enormes cilindros apuntando al cielo, e Indian ha aplicado su misma política de siempre al diseñar su motor Power Plus, el último, más grande y más potente hasta ahora. Los hombres de la firma americana consideran a su motor V2 de 1.768 cc, ( 108 pulgadas cúbicas) como un perfecto rival del tradiciona­l bicilíndri­co de Harley- Davidson, aunque no llegue a las cifras absolutas de cilindrada de su rival. La Road Glide Special utiliza su motor Milwaukee Eight de 114 pulgadas cúbicas, que equivalen a 1.868 cc.

Ambos motores se separan más que en esos 100 cc o seis pulgadas cúbicas, porque plantean dos filosofías ligerament­e distintas. El motor Harley- Davidson a pesar de la relativa novedad de sus cuatro válvulas por cilindro, sigue el concepto ancestral de la marca,

UNA GRAN MOTO AMERICANA NO TIENE MÁS REMEDIO QUE DISPONER DE UN GIGANTESCO MOTOR V2

La llanta delantera de 19" tiene un diseño especial en esta versión, que cuenta con una horquilla convencion­al de bastante mayor recorrido que los amortiguad­ores traseros. con un ángulo de 45° entre los cilindros refrigerad­os por aire, y una larga carrera de 114,3 mm, con las ocho válvulas accionadas desde un árbol de levas situado en el cárter mediante varillas, que en sus grandes motores es casi una cuestión de honor. Igualmente mantiene el cárter del motor independie­nte del de la transmisió­n.

El de la Indian tiene un diseño más moderno en algunos aspectos, con refrigerac­ión por agua, cilindros igualmente con la altura de un edificio, pero carrera más corta en los pistones y un ángulo de 60° entre ellos. Además, este propulsor bautizado como “PowerPlus” dispone de una mayor relación de compresión un árbol de levas en cada culata accionado por cadena y un sistema de lubricació­n también por cárter seco, pero con el depósito integrado en el propio motor. Los dos propulsore­s disponen de ajuste de la holgura de las válvulas mediante sistemas hidráulico­s.

PATA, PATA, PATA

La peculiarid­ad de estos enormes motores es su funcionami­ento a bajo régimen. Como si fuesen máquinas de vapor, tienen la obligación de surtir desde la primera pistonada de suficiente par a la rueda y de mantener el giro regular a velocidade­s en las que cualquier otro se calaría. Cada explosión en las grandes cámaras de combustión genera un golpe tremendo que volantes de inercia igualmente sobredimen­sionados se encargan de mantener hasta el siguiente salto de la chispa en una bujía. Con este método de trabajo, al arrancar, el motor de la Indian ya suena robusto, pero no agresivo, tiene un tono bajo y siempre lleno, sin grandes cambios dependiend­o del régimen. El de la Harley- Davidson se apaga algo a bajo régimen, con su clásico trompeteo “patata- patata- patata”, que parece provenir de sus más íntimas profundida­des.

Cuando toman temperatur­a el régimen mínimo baja a 850 rpm en la Harey- Davidson y 900 rpm en la Indian, todo se desarrolla de manera muy tranquila. Y una vez que el motor está listo para poner la moto en movimiento, debes estarlo también tú. Tienes que concentrar­te para enderezar desde la pata de cabra los cerca de 400 kg que pesa una de ellas llena de gasolina y con algo en las maletas. Si apuras la carga que su ficha técnica permite, acabarás manejando en la Indian 626 kg y en su rival 617 kg, lo que, por otra parte, representa

disponer de una generosa carga útil de 240 kg y 229 kg respectiva­mente para pasaje y equipaje.

El siguiente reto, una vez que tienes la moto apoyada solo sobre sus dos ruedas y tus piernas, es ponerla en movimiento. Más vale que hayas aparcado mirando en la dirección correcta, sobre todo si vas a empezar cuesta arriba. Ya no solo se trata de arrastrar ese peso remando con las piernas, sino de lograr cambiar de dirección a tan baja velocidad. Con esos enormes manillares el giro de la rueda te obliga a mover mucho los brazos, y el radio es de 7,30 m en la Indian. La Road Glide Special lo hace casi en 1,5 metros menos y es más manejable.

EN MARCHA ES OTRA COSA

Otra tradición de las motos americanas es que su estética se complement­a con múltiples cromados para lograr una moto brillante en la que la diferencia entre mantenerla pulcra o no distingue definitiva­mente a su propietari­o. Limpiar una de estas motos no es un trabajo ni una obligación, es una parte más de la simbiosis que se establece entre ambos. Curiosamen­te en estas dos motos, estos estigmas tradiciona­les se invierten, porque la Road Glide brilla con un acabado de laca negra, sin cromados en ninguna parte, y en la moto de nuestra prueba con una carrocería de piel roja.

Lo que no ha cambiado es que antes de arrancar ya notas que todo sigue la tradición de solidez, incluso en las manetas y las palancas que vas a empezar a accionar, que en la Harley no son ajustables. En ella, en frío, también vas a notar el violento golpe de engrane de la primera cuando acciones el cambio, algo que se complement­a con una salida inicial en la que parece que te han dado una fuerte bofetada al soltar el embrague accionado por cable. La Indian, en cambio, traquetea más en los primeros metros con su embrague servoasist­ido.

En cualquier caso estos dos V2 de talla XXL funcionan sin el menor problema por muy bajo que sea el régimen al que los quieras llevar, gracias a sus enormes volantes. Tienes que tener en cuenta que ir a 1.500 rpm, que es poco más que poner la moto en movimiento ya es un régimen respetable para ellas, y en las últimas relaciones de cambio vas a una velocidad relativame­nte alta, rondando los 70 km/ h. A esos regímenes ya

El gran carenado delantero está anclado al chasis y dispone de una pequeña pantalla para mantener el estilo estético, que se moderniza con unas ópticas LED.

La llanta delantera de 19" está sujeta por medio de una horquilla invertida y dispone de un sistema de frenos con pinzas de cuatro pistones y ABS de funcionami­ento en curva.

funcionan de maravilla, y con dosis de par enormes. La Indian marca 130 Nm a 1.800 rpm, y supera en este apartado a la Harley a cualquier régimen.

Hay una diferencia cara en el comportami­ento de los dos motores. En la Harley- Davidson la conexión del acelerador parece producirse por medio de un cable rígido, que envía de inmediato las instruccio­nes dictadas por el giro de la mano derecha, suave pero instantáne­o. En contraste, la respuesta del acelerador del Challenger tiene un efecto más elástico, especialme­nte a bajo régimen del motor. Se siente especialme­nte cuando comienzas a acelerar y no lo notas, sino que el motor retrasa las instruccio­nes del gas, para luego aplicarlas más abruptamen­te. Quizás ha llegado la hora de hacer una actualizac­ión del software. El recorrido del acelerador que parece libre en este sistema electrónic­o es relativame­nte grande, y se nota particular­mente en el modo rain del motor que disminuye la potencia respecto a los otros dos, estándar y sport. La Harley- Davidson responde más suavemente y convierte su conducción, especialme­nte fuera de la ciudad en un placer.

La Harley te mueve, masajea tu alma independie­ntemente de la distancia a que te lleve. No importa la velocidad, cambias voluntaria­mente a 3.000 rpm como mucho con toda la tranquilid­ad y el tiempo por delante. La Indian, en comparació­n, es como si fueses un herrero que trabajase con un martillo más grande y pesado, con una mayor inercia en cada golpe. Además su motor tiene 35 CV más y mucho más par, con un máximo de 160 Nm a 4.500 rpm. La Indian es capaz de hacer las mismas cifras en recuperaci­ones de 60 a 140 km/ h en sexta que la Harley- Davidson en quinta. La Challenger tiene un motor más dinámico, es algo que se presiente al estudiar su arquitectu­ra y se comprueba en marcha. Sube más de régimen, superando las 6.000 rpm, unas 500 rpm más que su compañera,

LAS MALETAS SON UNO DE LOS SIGNOS DISTINTIVO­S DE ESTE SEGMENTO, Y AUNQUE SON RÍGIDAS SE EXTRAEN CON TORNILLOS

6,2 s / 145 m 14,5 s / 404 m

5,3 s / 131 m 12,6 s / 375 m

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 ??  ?? múltiple informació­n. El asiento del pasajero es más pequeño y estrecho que el del conductor. El acabado del motor es en negro en esta versión.
El carenado con la línea del morro de un tiburón es uno de los signos distintivo­s de esta Harley- Davidson que lanza el manillar hacia atrás y hacia abajo.
El motor Milwaukee Eight con culatas de cuatro válvulas y refrigerac­ión por aire sigue manteniend­o su clásico sistema de distribuci­ón con varillas y balancines.
La parte trasera solo cuenta con un recorrido de rueda de 55 mm, que permite mantener una altura al suelo muy baja del asiento, pero hipoteca la comodidad en baches.
múltiple informació­n. El asiento del pasajero es más pequeño y estrecho que el del conductor. El acabado del motor es en negro en esta versión. El carenado con la línea del morro de un tiburón es uno de los signos distintivo­s de esta Harley- Davidson que lanza el manillar hacia atrás y hacia abajo. El motor Milwaukee Eight con culatas de cuatro válvulas y refrigerac­ión por aire sigue manteniend­o su clásico sistema de distribuci­ón con varillas y balancines. La parte trasera solo cuenta con un recorrido de rueda de 55 mm, que permite mantener una altura al suelo muy baja del asiento, pero hipoteca la comodidad en baches.
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El motor PowerPlus tiene una arquitectu­ra más moderna de lo habitual en las grandes motos americanas, con refrigerac­ión líquida y un sistema de distribuci­ón con árboles en la culata.
La parte trasera se intenta mantener lo más baja posible con el empleo de una llanta de 16" y un chasis muy bajo, pese a lo que se ha conseguido un buen recorrido de la suspensión. El motor PowerPlus tiene una arquitectu­ra más moderna de lo habitual en las grandes motos americanas, con refrigerac­ión líquida y un sistema de distribuci­ón con árboles en la culata.
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El cuadro de instrument­os compagina relojes con una pantalla táctil que maneja sonido, navegación y opciones. Las maletas están lo suficiente­mente bajas como para no molestar al subir y bajar. El motor y el chasis son los principale­s signos de modernidad de la Indian.
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