Conclusión
Estas tres scrambler ligeras son motos creadas principalmente para disfrutar de ellas sin ningún objetivo concreto, no son viajeras, no son deportivas, no son off road, son modelos para que te subas a ellas y hagas todo eso en una medida contenida, sin presión y sin exigencia.
Sin embargo, aun partiendo de esa base cada una ha buscado envolverse de un atractivo especial. La Fantic Caballero Scrambler 500 es una moto atractiva visual y funcionalmente, ligera como una pluma, un conjunto de calidad que además tiene un precio razonable. A esto se suma que si hablamos de una scrambler como concepto, esta moto con la imagen de sus antepasadas de enduro tiene auténticas cualidades. La Mash X- Ride 650 Classic ha buscado la vía del recuerdo y es difícil conseguir una mejor retro, sin duda estéticamente es la más lograda, pero tienes que tener en cuenta que este acercamiento a lo clásico no se restringe al exterior, sino que se extiende a su funcionamiento, tanto el del motor como al propio manejo de la moto. Un aspecto en el que domina sin duda es su bajo precio, pero a cambio de no destacar en ninguna faceta. La Ducati Scrambler Icon Dark es la puerta de entrada de la familia, probablemente la Dessert Sled podría considerarse una rival más cercana a sus dos compañeras, pero su precio de casi 12.000 € está en otra órbita. La Icon supuso el renacimiento de las Scrambler, aunque le falte uno de los detalles que parecen imprescindibles, ese escape elevado. Con sus dos cilindros es la moto más potente, confortable y efi caz del grupo. Se encuentra en su propia liga, pero sigue ofreciendo buenas dosis para tu corazón. Su diseño neomoderno puede ser una cuestión de gustos, pero su efi cacia no.