HONDA CB1000R BLACK EDITION
Cuidando el detalle
LA SERIE NEO SPORTS CAFÉ DE HONDA COMENZÓ CON LA LLEGADA DE LA CB1000R, QUE SUPUSO NO SOLO LA RENOVACIÓN DEL MODELO, SINO TAMBIÉN UN CAMBIO EN LA FILOSOFÍA DE LA MARCA, QUE SE ABRÍA A LAS NUEVAS TENDENCIAS DE DISEÑO, Y QUE EN ESTA NUEVA VERSIÓN APUESTA TODAVÍA MÁS POR EL DETALLE.
La CB1000R pasó en 2018 de ser una gran naked de aspecto deportivo convencional a una moto con una estética y una orientación mucho más definida. El concepto “Neo Sports Café”, que se había presentado previamente en los salones como un prototipo, llegaba a la calle. En realidad no había hecho falta nada más que modificar algunos elementos para lograrlo, ya que tanto el motor como el bastidor eran los mismos en ambos modelos. Honda no cambió ni el nombre de su moto, pero estaba claro que se dirigía a un sector bien diferente.
La ventaja de esta nueva CB1000R, como también ocurre con su hermana pequeña, la CB650R, es que logran mantener todas las bondades de un concepto de moto deportiva y moderna, pero con una estética diferente. Hoy en día la personalización es fundamental, hay muchos que no quieren una moto como la de los demás, y en este aspecto la nueva serie CB-R cumple con nota.
TEÑIDA DE NEGRO
Aprovechando los cambios internos necesarios para que la Honda CB1000R cumpliese los requisitos de la homologación Euro 5, la firma japonesa ha realizado ciertas modificaciones. El motor de cuatro cilindros en línea, que toma su base de los empleados en los modelos más deportivos, ha recibido ajustes en la inyección. No solo reducen su nivel de emisiones, sino que han logrado suavizar la entrega de potencia, especialmente en el intervalo comprendido entre 6.000 rpm y 8.000 rpm. Para ello se han cambiado las habituales sondas lambda, situadas en el tubo de escape justo por delante del catalizador, por unos nuevos sensores de tipo LAF (Linear Air Flow) en los codos de escape. Estos sensores empleados desde hace tiempo en algunos automóviles de Honda tienen un rango de medición más amplio que los tradicionales, pasando de la habitual relación estequiométrica de 14,7:1 a un intervalo entre 12:1 y 22:1. La gestión electrónica del motor dispone de tres modos preestablecidos de conducción, y se ha añadido un cuarto adaptable por el usuario de manera individual en cada uno de sus parámetros. La nueva pantalla de instrumentos de la Honda CB1000R es ahora de tipo TFT en color, con 5”, y capaz de ofrecer 4 visualizaciones. Además incluye conexión con el teléfono móvil mediante el sistema Honda Voice Control.
En el bastidor la modificación más importante es la llegada de un nuevo subchasis realizado en aluminio, que ahora se encuentra a la vista, y que tiene líneas más agresivas. Hay algunos cambios estéticos como las protecciones de radiador y caja de aire, un nuevo faro inclinado hacia atrás o la llegada de un cargador usb bajo el asiento. Esta versión Black Edition tiene el color negro como protagonista, y además de la carrocería cuenta en este color con escape, llantas con el exterior de los radios mecanizados, barras de horquilla negras tratadas con superficie endurecida, parabrisas anodizado en este color, cubierta de asiento extraíble y el subchasis de aluminio, paneles de radiador y cubiertas de la caja del filtro. Un detalle exclusivo es el tratamiento superficial de la abrazadera superior del manillar con el que se obtiene un tacto realmente especial. Esta versión cuenta también con un sistema de cambio rápido con tres niveles.
Dinámicamente la CB1000R no ha cambiado mucho, pero sí que tiene un tacto aún más suave gracias a su electrónica más
elaborada. Sigue siendo una moto fácil en la que siempre te encuentras a gusto y con unas buenas prestaciones. Los componentes mantienen el mismo nivel de eficacia de las versiones anteriores, con un buen confort y ahora también con una relación con su conductor más estrecha gracias al nuevo cuadro y las posibilidades de configuración. Se siente como una moto pequeña, con un motor muy dulce y una buena agilidad, como una CB1000R evolucionada, con el mismo espíritu deportivo que las originales, pero vestida de fiesta de la mañana a la noche.