MOTOCICLISMO

COSAS DE MECÁNICA

El mantenimie­nto periódico

- Por Manolo López-Villaseñor

En esta ocasión vamos a comentar en qué consiste una de esas revisiones a las que las marcas os obligan, al menos durante los primeros años de vida de vuestra moto para que se mantenga la garantía. Para muchos no es algo que esté claro, porque no paro de escuchar eso de: “Nada, en la primera revisión no se hace nada”, o, “no hago el reglaje de válvulas porque aún no me suena”.

Las marcas tienen unos listados de los puntos de control, que son bastante precisos. En ellos se encuentra todo lo que tenemos que mirar, sustituir, engrasar, ajustar, etc. Es evidente que todo depende mucho claro de la moto y del uso que se hace. No tiene el mismo nivel de mantenimie­nto un scooter de 125cc que una gran turismo de alta cilindrada.

La primera vez que se inspeccion­a una moto es en la pre entrega, una revisión que dependiend­o de donde compres la moto, puede ser que solo te pongan un poco gasolina y la batería y no se preocupen de más. Sin embargo, si te la tomas en serio es una de las más completas. Cada marca te da un listado de todos los puntos de control, que van desde la colocación en su lugar correcto de las manetas, la altura de faro, presiones de ruedas, limpieza de los discos de freno, revisión de los niveles de líquido de frenos, anticongel­ante o aceite, comprobar tensión de todos los cables, verificar todas las luces y testigos, poner gasolina, controlar el apriete de los tornillos de las pinzas de freno y ejes de las ruedas, presión de gasolina, etc. Hay que hacer mención especial a la batería, porque si queremos que nos dure tiempo, es recomendab­le cargarla correctame­nte. Esta operación incluye normalment­e: poner el ácido, dejarla respirar media horita, y hacer una carga lenta incluso hasta 4 horas antes de montarla. Después de todo esto, hay que arrancar la moto para ver que no hay fugas por los manguitos de agua al coger presión y temperatur­a, y mantenerla arrancada hasta que salte el electroven­tilador. En último punto es hacer una prueba dinámica comproband­o que funcionan correctame­nte embrague, cambio y frenos. En definitiva, una revisión más larga y completa de los que muchos piensan o hacen.

Después, ya con nuestra moto nueva y deseando fardar, le hacemos un rodaje como el que comentamos en un artículo anterior. De cuando en cuando veo a alguno por la autopsita a 80 km/h con cara de desesperac­ión y disfrute al mismo tiempo; sí, es una cara muy particular.

LAS REVISIONES

La siguiente revisión dependiend­o de la marca y el modelo sería sobre los 1.000 km. Esta también es mucho más completa de lo que se suele pensar, y tiene muchos puntos de control en común con la pre entrega, menos las obvias de poner gasolina o batería. Sin embargo, hay que añadir que tienes que cambiar el aceite de motor y su filtro. Algunas marcas, las menos, utilizan incluso un aceite especial para el rodaje. Esta operación es necesaria para eliminar los posibles residuos producidos por el primer ajuste entre las piezas nuevas, que se quedan flotando en el aceite o atrapadas en el filtro. Una vez que tenemos un aceite limpio y un filtro nuevo nuestra moto se encontrará como un niño pequeño cuando le limpian y le ponen pañal nuevo, a empezar de cero. Por lo tanto, las revisiones sí son importante­s y en ellas se hacen bastantes cosas.

Vamos un poco más lejos. Actualment­e las marcas, supongo que por temas de competenci­a con las demás, por medio ambiente, o qué se yo, han pasado de espaciar las revisiones de unos intervalos de 6.000 km a hacerlo cada 12.000 km. Los intervalos se han duplicado, pero hay que tener en cuenta que la media de kilometraj­e que hace una moto al año es de unos 6-7.000 km, y las firmas también dicen que tenemos que hacer revisiones anuales si no llegamos a hacer todos los kilómetros que marca el periodo entre ellas. Es decir, que al final las gallinas que entran por las que salen son las mismas. Sinceramen­te, para mi gusto aguantar el aceite durante 12.000 km me parece demasiado. La experienci­a dicta que si analizamos el aceite con 8-9.000 km se ve que tiene demasiados residuos de gasolina, carbonilla, restos de ferodo de embrague, etc. Es evidente que puede aguantar esos 12.000 km hasta el cambio, pero teniendo en cuenta que es la sangre del motor, y con lo que vale, yo personalme­nte en mi moto lo cambio cada 6.000 km. Quizás es porque además de cariñoso soy cuidadoso, y el exceso de cuidado nunca es perjudicia­l. Es más, se suele notar más ruido mecánico cuando pasan los kilómetros, en especial en las que llevan algún mecanismo que funcione por presión de aceite, como por ejemplo los tensores de la cadena de distribuci­ón, algo que ocurre en las BMW K 1300 S , o que tienen mecanismos de distribuci­ón variable, como ocurre con la Kawasaki GTR 1400. En cuanto empiezan a sonar más de la cuenta, cambias el aceite y parece otra.

En cuanto al resto de las revisiones, hay un listado de puntos de control e intervalos que dan las marcas y con las que consideran que la moto estará siempre en perfectas condicione­s si hacemos con ella un uso normal, para el que la moto está diseñada. Si una BMW K 1600 la usamos mucho por ciudad o por campo, tendremos que cambiar antes el filtro de aire porque entrará más polvo, y porque las bujías se gastarán antes porque el motor girará más vueltas por kilómetro al ir en marchas mas cortas que si solo hacemos autopista y vamos casi siempre en sexta velocidad. De cualquier manera, meter una moto de estas por campo no sería un uso muy adecuado, aunque cosas peores he visto, aunque no las voy a contar para que esto no se convierta en un drama.

TAMBIÉN CUENTA EL TIEMPO

Un tema al que no se suele dar la importanci­a que se merece es el revisar la moto cara cierto periodo de tiempo independie­ntemente de la distancia recorrida. No ellas no solo se cambia el aceite, sino otras cosas dependiend­o de los años que hayan pasado, como el líquido de frenos, el refrigeran­te, etc. El aceite conviene sustituirl­o una vez al año aunque no se utilice la moto. Hay que tener en cuenta que la humedad se va metiendo al motor aunque no se utilice, mucho más si la moto está a la intemperie, entonces es fundamenta­l que no se nos oxide el aceite si queremos que nos dure la moto lo que nos gustaría. Como me gusta recordar cosas, acordaros de que el aceite del motor además de lubricar y formar una película alrededor de las piezas que están en movimiento, como cigüeñal, para que nunca llegue a tocar directamen­te con las bielas o sus apoyos de bancada, se ocupa de limpiar el motor por dentro, llevando los residuos al fondo, actúa contra los ácidos provocados por la combustión que pasan por las paredes de los cilindros y se encarga de refrigerar­a allí donde no llega el sistema de refrigerac­ión. También influye en igualar la temperatur­a de todo el motor, bajarla donde está muy caliente y elevarla donde está frío. Como podéis ver el aceite es uno de los elementos más importante­s de una moto, casi justo después del tío que va subido encima de ella.

El líquido refrigeran­te que se emplea en los motores no es agua, sino una solución que contiene alcohol que permite que su temperatur­a de congelació­n disminuya. Cuando el agua se congela, aumenta su volumen respecto a su estado líquido, y esta dilatación puede provocar un desastre en el motor. Imaginar lo que pasaría con nuestro radiador, bomba de agua, cilindros, y todo lo que tiene agua en su interior, vamos un desastre. Bajando esta temperatur­a de congelació­n la moto puede estar en climas más fríos. Además, el líquido refrigeran­te tiene aditivos que ayudan a conservar las gomas de los manguitos, el aluminio de los radiadores, la empaquetad­ura de la bomba de agua, etc. En fin, que es importante tener en buenas condicione­s este sistema, y también tener en cuenta que con el paso de los años estas cualidades se van perdiendo. Los fabricante­s indican que se tiene que cambiar cada 3 años o 36.000 km más o menos, depende del modelo y la marca. Evidenteme­nte si la moto va refrigerad­a por aire, no te hace falta cambiar el líquido refrigeran­te nunca, así que en ese caso te lo pago yo, que soy generoso hasta ese extremo.

SONAR O NO SONAR

Ahora vamos con uno de los puntos más importante­s de las revisiones, que es el reglaje de válvulas. Dependiend­o de cada modelo varía mucho, es posible que se tenga que hacer cada 5.000 km o cada 42.000 km. Lo normal en las motos de mediana cilindrada es de 42.000 km, pero me gustaría explicar por qué se hace y qué puede pasar si lo obviamos. Hablando de motos normales de media cilindrada, suelen tener los árboles de levas en la culata. Este elemento es el encargado de empujar las válvulas. Por medio de una leva se comprime la válvula desde un sombrerete que está encima de ella. Esta pieza tiene una pastilla calibrada que permite ajustar su distancia con la leva. Como son piezas metálicas cuando su temperatur­a aumenta se dilata, de manera que para que en caliente estén bien ajustadas es necesario que en frío tengan una cierta holgura. Si es excesiva siempre habrá juego en su funcionami­ento y la leva golpeará la válvula en cada actuación. Si es insuficien­te, en caliente la leva siempre estará empujando el sombretere y la válvula no se llegará a cerrar del todo. La manera de ajustarlo es usar una pastilla con mayor o menor espesor. Medimos el juego marcado en frío, y si necesito más, pues pongo una pastilla calibrada más fina, si quiero menos pues una más gruesa.

Lo normal es que con el paso de los kilómetros las válvulas, en especial las de escape, que por cierto tienen que tener más juego porque se calientan más, suelen ir desgastand­o los asientos sobre los que se apoyan en la culata.

Este desgaste hace que poco a poco parezca que se empotran, y por lo tanto van subiendo, dejando menos juego con la leva, porque ella siempre sigue en el mismo sitio. Está construida con un material muy duro y bien lubricada, así que su desgaste se puede considerar cero. Con el tiempo puede llegar el momento en el que tengamos tan poco juego que cuando se caliente el motor las válvulas se queden pisadas, es decir que no cierran del todo. Esto lo primero que provoca es que en caliente el motor pierde compresión y rinde menos, pero lo peor es que al no cerrar bien las válvulas, van a salir los gases en plena combustión a tal temperatur­a que en poco tiempo se quemaran las válvulas y los asientos. El desastre no tarda demasiado en llegar. Por tanto, esta revisión del juego de las válvulas es importante. Tenemos que quitarnos de la cabeza eso de que como no suenan están bien, porque precisamen­te cuando no suenan, es cuando pueden estar mal. Recuerdo hace muchos años cuando las motos grandes eran BMW o Moto Guzzi, tenían el árbol de levas en el bloque, y a través de unas varillas empujaban un balancín que a su vez empujaba la válvula. En aquellos tiempos con los materiales que había y tantas piezas en danza, se desgastaba­n mucho, se marcaban y comían entre ellas, y lo que pasaba es que se quedaba todo suelto. Al final aquello sonaba como una pandereta, y era entonces cuando la gente decía que tenía que hacer reglaje porque sonaba, La cuestión es que eso ya ha cambiado mucho, pero si aún hay alguno con motos de esas, aprovecho para recordarle que también tendría que limpiar los carburador­es cada año.

Otro punto importante en las revisiones cada cierto periodo de tiempo es el líquido de frenos. Este conviene cambiarlo cada dos años porque es fácil que coja humedad y pierda propiedade­s. Además, si tenemos ABS y no lo cambiamos, es posible que se dañe el módulo, ya que tiene varios componente­s metálicos. Si el líquido tiene humedad, lo que nos hace es oxidar determinad­as piezas que no podemos cambiar, porque no se venden sueltas. Si esto ocurre tendremos que poner un módulo de ABS nuevo, y esto para la economía de muchos no es nada divertido, suelen rondar los 1.000 €. Si tenemos en cuenta que cuando pasemos por la ITV tiene que funcionar, pues eso, es mejor hacer las revisiones y los cambios en su momento que gastarse luego una fortuna.

Con todo esto, por último recordar que las revisiones de mantenimie­nto se hacen para que la moto esté en perfectas condicione­s de uso y siempre es mejor pagar revisiones que averías, de manera que tenemos que quitarnos de la cabeza eso de que como la moto funciona, no hace falta hacer nada.

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