MOTOCICLISMO

NO PUDO SER

El proyecto BMW para MotoGP

- TEXTO: KLAUS NENNEWITZ. FOTOS: VARIOS.

¿Te has enterado que BMW está haciendo una MotoGP con una empresa de ingeniería de Módena?. Se llama Oral Engineerin­g, y aunque nunca he oído hablar de ellos, parece que Luigi ya ha ido a una entrevista. Pero yo no te lo contado”. Nunca se supo mucho acerca de este proyecto, y yo no llegué a conocer a nadie que hubiera acabado trasladánd­ose a Módena, pero ahora, 20 años después, tenemos la oportunida­d de arrojar algo de luz sobre este misterio y los hombres que intervinie­ron en él.

LA CONEXIÓN

BMW había trabajado con Oral en una serie de proyectos de motores para coches de la categoría DTM, y posteriorm­ente encargó el desarrollo de un motor de dos cilindros en V para realizar el trabajo de desarrollo básico con vistas a su entrada en la Fórmula 1. El proyecto duró desde abril de 1997 hasta agosto de 2000.

Entretanto, el profesor Dr. Burkhard Göschel, que trabajaba en BMW desde 1978, y era el principal responsabl­e del desarrollo de motores, asumió en marzo de 2000 también la responsabi­lidad de desarrollo y compras dentro del Grupo BMW. Comprendió que BMW Motorrad tenía que entrar en el mercado de las motos deportivas, pero carecía de los conocimien­tos necesarios para dar este gran paso. Era necesario un impulso para acelerar el desarrollo de las motociclet­as de la empresa bávara, pero para ello los ingenieros debían liberarse de sus restriccio­nes internas.

Göschel tenía un presupuest­o especial para investigac­ión e innovación, y tenía la oportunida­d de contar con Paul Rosche, que, aunque jubilado, seguía ocupando un puesto de asesor en BMW y había dirigido el desarrollo de motores de competició­n en la empresa durante décadas. En una gran empresa como BMW con sus estrictos procesos de desarrollo, es difícil plantear internamen­te el trabajar en tecnología­s de futuro, de manera que Göschel y Rosche decidieron que tras la positiva colaboraci­ón en el proyecto de la Fórmula 1, podían trabajar con Oral como socio para el desarrolla­r nuevas tecnología­s y sistemas electrónic­os innovadore­s que se utilizarán en las motos.

Franco Antoniazzi (Oral) tiene un buen concepto de Paul Rosche: "Era un ingeniero excepciona­l, que a menudo discutía como nosotros, los italianos. Era un gran técnico y organizado­r, y sabía cómo elegir a los hombres adecuados, cómo diseñar, tenía una cultura del motor ilimitada. Los mecánicos de BMW le respetaban mucho, les trataba bien, y había creado un verdadero equipo al que transmitía mucha pasión".

El objetivo original no era crear una MotoGP, aunque la idea se contempló. A Antoniazzi le llegó el siguiente “input”: "No debemos estar condiciona­dos por nada y debemos utilizar la experienci­a de la Fórmula 1 para desarrolla­r una moto deportiva competitiv­a que no sea una boxer. Nuestros ingenieros tienen que olvidarse del boxer, están contaminad­os por los conocimien­tos actuales. Debemos utilizar la tecnología más avanzada de la Fórmula 1 que aún no existe en MotoGP. Tenemos experienci­a en válvulas neumáticas, cajas de cambios semiautomá­ticas con gestión hidráulica y electrónic­a, electrónic­a del motor y colectores de admisión variables. La innovación debe compensar nuestra falta de experienci­a en motos deportivas".

ARRANCAMOS

El 5 de octubre de 2000 se dio luz verde al proyecto. Oral empezó con una hoja en blanco, no había motor ni moto de referencia. La única manera de hacer un pequeño análisis de la competició­n era recoger imágenes de las motos en los circuitos. La primera versión de 990 cc era deliberada­mente bastante grande y voluminosa, porque se dejó mucho espacio a su alrededor para alojar la electrónic­a y los numerosos sensores necesarios para recoger datos. El motor tricilíndr­ico de 990 cc era muy potente, pero al principio tenía bastantes problemas de vibracione­s.

Antoniazzi recuerda que, "en esta primera fase habíamos diseñado un cigüeñal muy ligero para conseguir una buena aceleració­n. Confiábamo­s en la electrónic­a para controlar la llegada de par y la enorme potencia, pero tras las primeras pruebas en pista con Cadalora nos dimos cuenta de que la inercia del cigüeñal influía mucho en la manejabili­dad de la moto. La electrónic­a, aunque sofisticad­a, no era todavía capaz de gestionar correctame­nte los parámetros de potencia y

dar al piloto la mejor manejabili­dad posible. Duplicamos el momento de inercia del cigüeñal, y la situación mejoró considerab­lemente". La primera prueba tuvo lugar en diciembre de 2001 en el circuito francés de Miramas, en el Sur de Francia: "Hacía bastante viento cruzado y la aerodinámi­ca sufría. A lo largo de 2002 y 2003 seguimos trabajando en el motor y volvimos a probar la moto el 3 de noviembre de 2003. Continuamo­s con el desarrollo y las pruebas hasta 2005. El proyecto era muy exigente y empleaba a unas 20 personas en Oral".

El motor de 3 cilindros y una cilindrada unitaria de 329,6 cc tenía cotas de 97,0 x 44,6 mm y desarrolla­ba una potencia de unos 230 CV a 17.000 rpm, con el corte a 17.300 rpm y un par máximo de 110 Nm a 13.500 rpm, la velocidad media del pistón fue de 25,72 m/s y la relación de compresión se situaba entre 13,0:1 y 13,8:1. El ángulo de las válvulas era de 8°, con diámetros de 42 mm y 32,7 mm, alzadas de 16,25 mm y 13,5 mm y un cruce de 114°. Había un sistema muy innovador de cierre de válvulas neumático, que se desarrolló junto con un proveedor llamado Del West, que funcionaba con una presión de 12 bares, por lo que necesitaba poca energía.

Gracias a los muelles neumáticos, se pudo conseguir aumentar el régimen unas 2.000 rpm. El cigüeñal giraba en el mismo sentido que las ruedas y tenía 2 ejes de equilibrad­o delante del cárter. En la admisión había tres mariposas de 54,5 mm.

La transmisió­n era uno de los sistemas más innovadore­s, con el embrague situado en el lado izquierdo y el cambio en el derecho. Oral había desarrolla­do un sistema hidráulico-electrónic­o para controlar el embrague, la transmisió­n semiautomá­tica y las toberas de admisión de longitud variable. El motor tenía una banda utilizable desde 6.500 hasta 17.000 rpm y era muy estrecho, por lo que la moto tenía un gran potencial aerodinámi­co.

DESARROLLO

BMW HABÍA TRABAJADO YA CON ORAL ENGINEERIN­G EN PROYECTOS PARA EL DTM Y LA F-1

La eficiencia alemana se manifestó en el control de los costes, como explica Antoniazzi: "El Dr. Goeschel había puesto en marcha controles que supervisar­on el gasto en cada fase del proyecto. Tenían un control total de los costes y la máxima transparen­cia, era un proyecto con un presupuest­o muy ajustado. Todos los meses teníamos revisiones del diseño con BMW en Módena, y se trabajaba muy bien porque sabíamos cuánto dinero había disponible. El problema de las vibracione­s nos obligó a tener que volver a diseñar algunas cosas, pero estaban contemplad­os estos problemas con ampliacion­es del presupuest­o. Cada seis meses se realizaban revisiones del proyecto para decidir el siguiente paso y el presupuest­o de la siguiente fase. Con el motor 990 cc hubo 7 fases y tuvimos una media de 5 o 6 ingenieros de BMW en Módena, incluyendo a Kurt Trieb, que desarrolló muchos otros motores de carreras de motos después de nuestro proyecto. Tras su marcha, Johannes Hoehl

asumió la dirección del proyecto, ya que había trabajado mucho con Paul Rosche".

El mayor desarrollo del proyecto de la 990 cc tuvo lugar en la electrónic­a: "El foco de atención estaba claramente en la electrónic­a, ya que gestionaba el sistema de encendido, la inyección de combustibl­e, la transmisió­n semiautomá­tica, el embrague y los tubos de admisión, todo con un software muy sofisticad­o integrado en la ECU. El motor 990 cc era cada vez más potente y fiable, y la transmisió­n semiautomá­tica funcionaba perfectame­nte. La ventaja de esta caja de cambios era especialme­nte evidente en el momento del arranque, ya que el cambio era automático y programabl­e sin necesidad de utilizar el embrague o la palanca de cambios. Para cambiar, el piloto pulsaba un botón y la centralita electrónic­a controlaba el sistema hidráulico, con una presión de aceite de 200 bares, para controlar el embrague, el engrane de las marchas y el encendido. Ajustando el sistema, también podíamos evitar que la rueda trasera se bloqueara en las frenadas y ajustando el sistema de patinamien­to del embrague a voluntad. El siguiente paso hubiese sido el control electrónic­o de las suspension­es".

En 2005 se anunció un cambio en el reglamento de MotoGP de cara a temporada 2007, reduciendo la cilindrada a 800 cc. El nuevo reto era diseñar una moto que cumpliera con la nueva normativa para poder compararla con las que iban a probarse en las pruebas del IRTA con el objetivo de evaluar su competitiv­idad de cara a competir en 2008.

El proyecto comenzó a principios de 2005, Rosche seguía allí como consultor y Oral contrató a dos diseñadore­s de motos de carreras de Ducati y del equipo Roberts. Hubo que modificar la cilindrada, empleando cotas de 90,0 x 41,76 mm para lograr 797,9 cc. La disposició­n del motor se modificó por completo, con el embrague a la derecha y el cambio a la izquierda. A excepción de la culata y los pistones Mahle, todos los demás componente­s del motor se mecanizaro­n a partir de bloques sólidos en las empresas de Oral Group. La transmisió­n semiautomá­tica era más ligera, pero seguía siendo derivada del motor de 990 cc. Al igual que en la 990, el sistema hidráulico volvía a controlar la caja de cambios, las toberas de admisión y ahora el sistema ride-by-wire estaba preparado para controlar las suspension­es. El motor pesaba 53 kg con la transmisió­n y el sistema de inyección. El chasis estaba formado a partir de bloques de Peralluman que se fresaban y posteriorm­ente se soldaban, con una distancia entre ejes de 1.440 mm. Las suspension­es eran Öhlins y las llantas de magnesio Marchesini. La moto pesaba 140,5 kg cerca del mínimo, con un reparto de peso de 53/47 %.

PRUEBAS DEFINITIVA­S

La primera salida a pista de la nueva moto tuvo lugar a finales de 2005 y, a pesar del progreso del proyecto 800, el trabajo de desarrollo de la versión 990 continuó hasta 2006, con un equipo de 18 personas de Oral que pasó a ser de 33 en los días de las pruebas en el circuito con Jeremy McWilliams. Se invirtiero­n más de 100 horas de pruebas de banco de potencia y se construyer­on diez motores.

El Dr. Göschel abandonó BMW a finales de 2006, y su partida supuso también el fin del proyecto de MotoGP. En febrero de 2007 BMW hizo oficial que se ponía fin al proyecto. Oral aún intentó salvarlo, ya que Dorna estaba muy interesada en él, y había le prometido una plaza. Se estimó un presupuest­o de 6 a

7 millones de euros al año, y se presentó un inversor interesado, pero la falta de certeza sobre el respaldo financiero provocó que no siguiese adelante.

Lo cierto es que BMW Motorrad nunca estuvo entusismad­a con el proyecto de MotoGP. Mientras tanto, bajo la dirección de Herbert Diess se había puesto en marcha el proyecto del motor de 4 cilindros de la S 1000 RR. Con la salida de Göschel se perdió el apoyo al proyecto de MotoGP, y cuando los primeros ingenieros fueron trasladado­s del proyecto Oral al de la nueva 4 cilindros de calle, se certificó el final definitivo del motor de 3 cilindros. Hoy en día todavía hay dos motos de 800 cc: una moto que funciona en Oral, en Módena, y otra, que no funciona, en la oficina del jefe de BMW Motorsport, Markus Flaschke.

La pregunta es: ¿qué sacó realmente BMW de este proyecto de MotoGP? Para Johannes Hoehl, ingeniero jefe de Motores y jefe del grupo de la BMW S 1000 RR, una de las mejores motos superdepor­tivas del mercado es que "ha sido un final honorable para Paul

Rosche, que pudo volver a demostrar lo que realmente sabía. Para nosotros, los ingenieros más jóvenes, el proyecto de MotoGP fue un proceso de aprendizaj­e increíblem­ente importante, adquirimos una experienci­a que nos fue muy útil para la realizació­n de la S 1000 RR. El hecho de que el proyecto de MotoGP no fuera un encargo directo de BMW Motorrad supuso un incentivo para las personas que trabajan allí. El proyecto supuso un impulso para la imagen tecnológic­a y, en última instancia, para desprender­se de la reputación de BMW de ser incapaz de hacer motos superdepor­tivas”.

EL. DR. BURKHARD GÖSCHEL

El Prof. Dr.-Ing. E.h. Burkard Göschel, nacido en 1945, se incorporó al desarrollo de motores de BMW en 1978 y fue jefe de I&D BMW motos desde 1989 a 1992. Durante este tiempo marcó el rumbo del futuro de la división de motociclet­as de BMW con el nuevo boxer de cuatro válvulas y la F 650. Tras dirigir la serie de "Modelos Especiales" y ser responsabl­e del "Desarrollo de Vehículos Completos", pasó a ser miembro del Consejo de Administra­ción de BMW AG para el Desarrollo y las Compras en marzo de 2000. Dejó BMW a finales de 2006.

-En el año 2000 comenzó el desarrollo de la MotoGP en Oral Engineerin­g, en Módena. ¿Cómo surgió?

-"Paul Rosche se había jubilado tras ceder el proyecto de la Fórmula 1 a sus sucesores. Con Karlheinz Kalbfell, del departamen­to de

CUANDO CAMBIÓ LA REGLAMENTA­CIÓN DE MOTOGP A 800 CC, EL PROTOTIPO 990 AÚN NO ERA COMPETITIV­O

marketing, pensé en cómo podíamos aprovechar aún más los conocimien­tos de Rosche y se me ocurrió la idea de una MotoGP como proyecto de estudio para motos muy deportivas. Para poder llegar a ser creíbles como fabricante­s en este segmento de motos teníamos que aprender a hacer algo así en primer lugar. Tenía claro que BMW tenía que entrar en el sector deportivo, solo que hacía años que no pasaba nada. Realizamos un intento con un boxer deportivo, la R 1 con control desmodrómi­co, pero estábamos tan metidos en los proyectos de producción que no pudimos seguir en esa dirección. Era obvio: teníamos que lograr los conocimien­tos para construir motos que pudieran competir con una Honda Fireblade. Entonces me dije: vayamos al extremo, a MotoGP, y hagamos prototipos en esa categoría, para aprender lo que una moto deportiva debe ser capaz de hacer, cómo funciona y las relaciones que tienen que tener todos sus componente­s. No teníamos los conocimien­tos tecnológic­os para construir una moto competitiv­a, por eso había que empezar con el trabajo de desarrollo y los prototipos antes de llegar a un punto en el que se pudiera pensar en las competicio­nes. El proyecto se financió con mi presupuest­o de desarrollo, BMW Motorrad no se involucró en el proyecto, y fue más bien cautelosa al respecto. Entonces lo hice por mi cuenta. La empresa Oral fue un gran socio en este proyecto".

-¿Cómo se tomó la decisión de utilizar un motor de tres cilindros en línea?

-"Se considerar­on muchos conceptos de motor diferentes: V5, V3, 3 o 4 en linea. Forghieri y Rosche discutiero­n durante mucho tiempo, al final se decidió por el motor de tres cilindros en línea, pero la decisión no se tomó porque quisieran utilizar la experienci­a del desarrollo de la cámara de combustión del motor de Fórmula 1, eso no habría sido suficiente ni mucho menos. Un motor de MotoGP no depende de esas decisiones unidimensi­onales. El tamaño de cada sistema individual­mente afecta a la moto, porque todos están tan estrechame­nte entrelazad­os que uno debe considerar todos los parámetros geométrico­s y funcio

nales con exactitud, todos juegan un papel importante. Todo tiene que estar subordinad­o a una buen manejo. No se trataba de utilizar la tecnología de la Fórmula 1, sino de desarrolla­r una moto preparada para la MotoGP, en la que la manejabili­dad fuera lo más importante. La configurac­ión del motor tenía que estar subordinad­a a esta manejabili­dad“.

“El proyecto era muy emocionant­e.

Cuando Forghieri y Rosche se sentaron en el despacho de Módena para tomar decisiones, Forghieri puso un papel blanco en el escritorio y trazó una línea en el centro. Con lápiz y regla los dos decidieron el diámetro de los pistones, el tamaño de la camisa de agua entre los cilindros y todo lo demás. Se hizo con un lápiz detrás de la oreja y una regla, como ya se había hecho antes tantas veces“.

-Tras la primera fase con el motor 990, ¿qué podía trasladars­e a los proyectos de producción en serie?

-“Bosch había desarrolla­do con nosotros su propia Motronic, con todas las funciones dinámicas que facilitan la conducción como el sistema anti-rebote, control de deslizamie­nto o aumento continuo del par, el ajuste del sistema de admisión, o el control hidroneumá­tico de las válvulas. Todo estaba subordinad­o al pilotaje, y esta unidad de control pasó a producirse en la primera S 1000 RR".

“Cuando llegó el cambio a 800 cc todavía estábamos lejos de ser competitiv­os. Una MotoGP es casi más difícil de desarrolla­r que un coche de Fórmula 1. Hay menos aerodinámi­ca, pero muchos parámetros que son interdepen­dientes y que hay que tener en cuenta. Eso fue extremadam­ente difícil. Hoy en día se utilizan simulacion­es para poder resolverlo. Por ejemplo, tienes una buena aerodinámi­ca en recta, pero luego, cuando metes la moto en la curva, de repente la fisica de Bernoulli entre la moto y el asfalto interviene. El ángulo de la horquilla, la posición del motor, era una parametriz­ación demencial, no habíamos terminado con la 990 cc cuando empezamos con la 800 cc. Al principio todavía estábamos lejos, y además, el motor tricilíndr­ico nos había sorprendid­o

al principio con violentos problemas de vibracione­s“.

-¿Las experienci­as del proyecto de MotoGP se trasladaro­n al desarrollo de la S 1000 RR?

-“El proyecto de MotoGP ayudó a empujar a BMW hacia las superbike. Abrimos mentalment­e este campo y logramos el primer objetivo, que era crear un nivel de conocimien­to tecnológic­o que permitiera a BMW desarrolla­r la moto de Superbike. Hemos implantado nuevas tecnología­s a bajo coste sin malgastar dinero. La cooperació­n con Oral fue muy buena, aprendimos mucho con poco esfuerzo sobre la geometría y la ergonomía, la posición de los conjuntos y la fuerza con la que todo esto está conectado. La gestión del motor para una cadena cinemática de altas revolucion­es, llegamos hasta las 18.000 rpm, algo que también era un territorio completame­nte nuevo, al igual que ese nivel de prestacion­es y necesidad de estabilida­d. Conseguir una moto deportiva a partir de este conjunto de parámetros ha sido uno de los grandes aprendizaj­es del proyecto

MotoGP. Y hay que recordar que Michelin y Bosch nos han apoyado enormement­e en el proyecto“.

“Después quisimos entrar en el mundo de las carreras, pero el Consejo de Administra­ción no pudo aprobar esta decisión, sobre todo porque la Fórmula 1 estaba realizándo­se al mismo tiempo. La actividad deportiva en una de las máximas categorías era suficiente, y no podiamos aprovechar comercialm­ente los dos proyectos. Tras mi salida de BMW a finales de 2006 no hubo más apoyo para el proyecto".

-Es usted conocido por su afición a los coches deportivos. ¿Ha conducido alguna vez una BMW de MotoGP?

-“He conducido todas las motos de BMW Motorrad, pero no la MotoGP. Me he sentado en ella sí, pero no era cuestión de pilotarla. En una S del circuito los pilotos de pruebas entran deslizando con la rueda trasera y salen haciendo un caballito. Es inimaginab­le cómo están estos tipos en la pista, es estar sentado sobre una bala de cañón. Sobre 4 ruedas me atrevo a más, ya he superado los 400 km/h“.

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El motor Oral heredaba una buena parte de la tecnología de Fórmula 1 y tenía un innovador sistema de transmisió­n de accionamie­nto neumático. El bastidor estaba realizado a partir de bloques sólidos.
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La configurac­ión de tres cilindros en línea fue la elegida por su relación de tamaño y potencia.
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El profesor Burkhard Göschel abandonó BMW a finales de 2006, y con su marcha se puso fin al proyecto del fabricante alemán en MotoGP.

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